• Quejarse

Ola Hansson - Sensitiva Amorosa

Aquí puedes leer online Ola Hansson - Sensitiva Amorosa texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Género: Novela romántica. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover

Sensitiva Amorosa: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Sensitiva Amorosa" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Novela motivo de escándalo en Suecia durante años, el malsano néctar de la planta Sensitiva amorosa impregna todas las páginas de este libro que toma su título de dicha especie vegetal imaginaria, y que con su desbordado lirismo, sus entonces audaces referencias sexuales, su elaborado e innovador lenguaje y su estética decadente provocó confusión e indignación entre sus contemporáneos. ¿Conduce la posesión física irremediablemente al desamor y al hastío? ¿Qué fuerzas inconscientes gobiernan nuestros impulsos eróticos y provocan su muerte? ¿Es que sólo en el silencio y la distancia puede florecer el amor? Los sucesivos episodios de esta atípica novela plantean con una extraordinaria penetración psicológica estas cuestiones que, si bien no escandalizan como hace un siglo, son aún capaces de causar un profundo impacto en el lector de hoy. Con Sensitiva amorosa, Hansson, al igual que su compatriota y coetáneo Strindberg, rompió con las convenciones sociales y artísticas, creando una única y personal prosa poética que hoy es considerada una de las cumbres de la literatura sueca.

Ola Hansson: otros libros del autor


¿Quién escribió Sensitiva Amorosa? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Sensitiva Amorosa — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Sensitiva Amorosa " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Ola Hansson Sensitiva Amorosa I No me queda ahora más que un único - photo 1

Ola Hansson

Sensitiva Amorosa

I

«…No me queda ahora más que un único interés: disfrutar del sexo opuesto y estudiarlo. Todas las raíces que han hecho a mi ser brotar de la vida y que le han permitido extraer de ella su alimento, se han secado y marchitado, una tras otra. Todas excepto una sola, y sólo ésta ha crecido y se ha hinchado de savia, se ha alargado y expandido, y es ahora una malla de finas ramificaciones que por sí misma me sujeta a la vida. Todos los demás órganos de mi ser, gradualmente, uno tras otro, han dejado de funcionar. Los canales que transportaban la sangre del corazón de la existencia hacia sus vasos se han taponado, se han paralizado y reducido a conductos muertos. Todos, excepto uno, a través del que disfruto del sexo opuesto y lo estudio, el cual ha adquirido una ulterior diferenciación en su estructura para convertirse en un frágil mecanismo dotado de ruedas y engranajes microscópicos, finos como la tela de una araña. He hecho de este estudio y este disfrute un arte exquisito, y no tengo otro objetivo ni otro interés en esta vida que llevar este arte a la perfección.

Para individuos como yo, llega siempre, más pronto o más tarde, un momento en el que uno está cansado de todas las relaciones reales con las mujeres. Hay mucho de banal y doloroso en esos vínculos, sean de la índole que sean. Ya he tenido más que suficiente de todo eso, y ahora me dedico a disfrutar de las mujeres a distancia, estudiándolas y estudiándome a mí mismo, y de esta forma puedo eliminar todos los aspectos triviales inherentes a las relaciones entre los sexos, así como gozar de la esencia pura sin el mal sabor de los aditivos.

Hay algo terriblemente penoso en la empresa de ambicionar y conseguir a una mujer, algo que provoca repulsión y dolor de principio a fin. Primero los tenemos ahí, a los dos, al hombre y la mujer, frotándose mutuamente como dos gatos en celo, y cada secreta mirada que ambos intercambian revela, en su lúbrico brillo o lánguida acuosidad o timidez vergonzante, esa atracción sexual que ensucia físicamente a ambos. Siempre he sentido repugnancia ante la visión de ese cortejo obsceno y absurdo que hace sonreír malévola y cínicamente a todo el mundo y que constantemente me recuerda a las ampulosas maneras amorosas del gallo que se pavonea ante su bobalicona gallina. Y cuando se han alcanzado la maravillosa dicha y el éxtasis derivados del patético acto de la cópula, la historia se acaba y ya no hay mucho más que añadir, pues en el noventa y nueve por ciento de los casos, más pronto o más tarde, uno se encuentra cara a cara frente a un ser al que no se ha visto nunca ames, y al que mucho menos se conoce o se ha deseado alguna vez, y uno se despierta un hermoso día compartiendo cama con una mujer extraña, de la cual no se reconoce un solo rasgo ni de su rostro ni de su alma. Si se trata de tu amante sin el consentimiento expreso de nuestro Señor, te espera el doloroso y desagradable trámite de la ruptura; y si has entablado una relación socialmente regulada, entonces has de vivir el resto de tu vida en intimidad con ese ser desconocido al que jamás has deseado pero que ahora se te pega como un cardo. Por muy en profundidad que hayas estudiado a una mujer, por mucho que creas conocerla por dentro y por fuera, nunca podrás estar completamente seguro de que un día no vaya a cambiar de piel como una anguila, hasta que ella, tal como es ahora, y aquella que una vez conociste y amaste, se te antojen tan distintas como la noche y el día. Verás, las personas no son algo fijo e inmutable: uno no puede aferrarse a ellas o decir que son de esta manera o de tal otra. En su ser tienen lugar continuamente procesos secretos, que metamorfosean su cuerpo y su alma minuto a minuto: procesos que ocurren en ti y en aquellos que en esta vida has amado y abrazado con ternura, procesos que ni tú ni ellos comprendéis. ¿Eres tú el que ve las cosas con otra mirada, o es el otro el que ha cambiado y se ha convertido en alguien distinto? No lo sabes. Lo único que sabes es que esta persona, que se acercó cada vez más hasta que se incorporó a ti, y tú a ella, de repente se ha desprendido y ahora se halla muy lejos de ti, corno un objeto indiferente u odioso, con el que no quieres tener nada que ver o del que huyes con aversión.

Esto es lo que la experiencia me ha enseñado, y ahora ya no quiero correr el riesgo de entregarme a la vida en cuerpo y alma, pues las mujeres nos hacen más mal que bien. Pero puesto que para mí el sexo lo es todo, y la vida sin él estaría vacía de contenido y significado -nunca he podido entender cómo se puede vivir, si no-, he aprendido a disfrutarlo de otra forma, a mi manera, para poder beber el vino puro sin el poso.

Todas las mujeres que me encuentro en los paseos y en los teatros, y dondequiera que la vida nos lleva a los que solemos deambular sin rumbo por ella : no quiero ni acercarme ni dirigirles la palabra, pues entonces de esas cabezas hermosas o distinguidas emergerá enseguida toda su estupidez y las demás miserias que van aparejadas y todo se irá al garete. Pero yo las disfruto, con todo mi cuerno y toda mi alma, con la vista y el olfato, con mis sensaciones y pensamientos. Individualizo de entre la muchedumbre a cada una de ellas y busco su yo más profundo, el aroma de su ser, los matices de su rostro, los rasgos característicos de su figura y el fugaz bouquet de su carácter; lo capturo todo en un gesto, una mirada, una expresión de los ojos, en la manera de caminar, en cualquier pequeño detalle que nadie más apreciaría, pero que revela toda su individualidad. O bien sondeo los abismos de esta personalidad oculta con mis más agudas reflexiones. Y cuando la mujer se halla ante mí, única entre las demás, con los frágiles pero nítidos rasgos distintivos en su piel, en su mirada, en su cerebro y su corazón, me dedico a disfrutarla.

¿Y qué importa si no la tengo abrazada a mí? No podría estar más próxima de lo que está ahora, y quien algún día la tenga entre sus brazos no llegará a estar tan cerca de ella, pues yo conozco su esencia, sus profundidades más íntimas, soy capaz de reconocerlas en sus más puros matices externos e internos, y de este modo la he poseído, sin que ella lo sepa, en mayor medida de lo que ningún otro hombre podría hacerlo contando con su consentimiento.

Esta es la razón por la que puedo amar a cuantas mujeres quiera, a todas las que voy conociendo, y disfrutar de ellas simultáneamente, ya que son las tonalidades de su ser lo que yo amo y aquello de lo que disfruto en cada una de ellas, y esto varía de una a otra.

Para empezar tenemos a las que encajan en un tipo, de las que yo disfruto como tales: las de carnes firmes, robustas y ágiles, de cabello negro, espesas cejas y cutis de cera, que evocan exquisitos vestidos de seda negra y dorada; las morenas esbeltas y algo larguiruchas con mejillas arreboladas y suaves corno el albaricoque, que traen a la mente los pétalos aterciopelados y húmedos de la violeta; las rubias de formas exuberantes y fragancia cálida y dulce; las menudas y delgadas de piel clara, semejantes a rosas de té o tulipanes; las de pelo lacio y raya en medio, con ojos del azul del nomeolvides y rostro del color de las fresas con nata, á l'anglaise, [2] y que hacen pensar en las flores que adornan los balcones de los hogares de clase media en alguna callejuela apartada de una gran ciudad… Y así muchas otras.

Y por otro lado están -y éstas son a las que yo más amo y de las que más disfruto- aquéllas de innumerables matices, las que no se pueden clasificar en ningún grupo, sino que viven cada una su singular e independiente idiosincrasia, y que en su apariencia externa tienen alguna enigmática cualidad bajo la cual se pueden rastrear los matices peculiares de su vida intelectual y afectiva. Cuando me topo con una mujer de esta índole, me olvido de todo lo que me rodea y no me doy por satisfecho hasta haber conseguido comprenderla de verdad. La coloco en la mesa de disección, hurgo en ella con mente inquisitiva y fundo mis emociones más íntimas en ella. La examino hasta la última partícula y llego a ver el núcleo de su ser con mi intuición. Y así finalmente logro poseerla por completo, de la forma en que salió del misterioso y gran taller de la naturaleza, en su complejidad y unidad. Porque son sobre todo los detalles peculiares de una persona los que enigmáticamente me seducen. Aquellas que otros consideran feas pueden resultarme las más interesantes, y aquellas que pasan por bellas se me pueden antojar tan inexpresivas como una pizarra vacía…

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Sensitiva Amorosa»

Mira libros similares a Sensitiva Amorosa. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Sensitiva Amorosa»

Discusión, reseñas del libro Sensitiva Amorosa y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.