Barbara Radomme, 2018
Traducción: Laura Soler Pinson
Editor digital: Titivillus
ePub base r2.1
Si deseas acabar con la ansiedad y retomar las riendas de tu vida, este libro te enseñará en tan solo 50 minutos a lograrlo. La ansiedad, un trastorno de la salud mental muy común en nuestros días y que puede llegar a trastocar seriamente nuestra vida diaria, se hace notar en nuestras relaciones interpersonales y en nuestro nivel de estrés.
¿Sientes un nudo en la garganta y te falta aire? ¿Te sientes paralizado ante determinadas circunstancias y no sabes cómo deshacerte de una ansiedad que parece conquistar tu vida y arrasar con todo? ¡No esperes más y descubre cómo evitar que la ansiedad domine tu vida!
Te ofrecemos las claves para:
- descubrir qué es la ansiedad y cuál es su origen;
- comprender los factores biológicos, psicológicos y sociales que contribuyen a su aparición;
- distinguir entre una serie de trastornos de ansiedad, como la fobia social o el trastorno obsesivo-compulsivo;
- apoyar a un ser querido que sufre de ansiedad;
- etc.
Barbara Radomme
Acaba con la ansiedad
Las claves para aprender a controlarla
En 50 minutos
Salud y bienestar - 0
ePub r1.0
Titivillus 26.07.2020
CÓMO ACABAR CON LA ANSIEDAD
- ¿Problemática? Para algunas personas, el mundo que los rodea es una fuente de angustia y de ansiedad. Para otras, este sentimiento se presenta en situaciones muy determinadas. Los síntomas, como sudores fríos, atonía o palpitaciones, son tan paralizantes como espantosos. ¿Por qué se manifiestan? ¿Cómo actuar para dejar de ser esclavo del miedo?
- ¿Meta? Comprender qué es la ansiedad y lograr dominarla.
- ¿Preguntas frecuentes?
- Estoy siempre intranquilo y estresado en el día a día. Todo me angustia y, a veces, esto me paraliza. ¿Es normal?
- Soy de naturaleza ansiosa. ¿Realmente puedo hacer algo si forma parte de mi personalidad?
- ¿Qué puedo hacer para tranquilizarme cuando sufro una repentina crisis de angustia?
- Mi pareja es ansiosa. ¿Qué puedo hacer para ayudarla?
Sentimos un nudo en la garganta, nos falta el aire, el corazón se acelera, el sudor perla la piel y, de repente, una angustia sorda y paralizante emana de lo más profundo de nuestras entrañas y se extiende por nuestro cuerpo. En seguida perdemos el control y tenemos la sensación de que ya no regimos nuestro cuerpo.
Todos hemos escuchado hablar de la ansiedad y la hemos vivido en alguna ocasión: aparece cuando tenemos que hacer una presentación, cuando se avecina un encuentro, cuando esperamos una llamada e, incluso, cuando se producen acontecimientos tan naturales y anodinos como la llegada de la noche o el vacío silencioso de un domingo por la tarde. Así pues, no te preocupes, siempre y cuando estos episodios ansiosos sean intermitentes y soportables. En cambio, cuando este sentimiento de ansiedad se vuelve permanente, intenso y molesto en tu día a día, significa que hay que actuar. No dejes que la ansiedad suponga un obstáculo para tu felicidad. Existen soluciones y herramientas para detener la energía colonizadora de la ansiedad que son fáciles de implementar y de emplear. Hay una multitud de trucos a tu disposición, estés solo o acompañado, en tu casa o en un grupo.
En 50 minutos, descubre el origen de ese mal que te corroe, los síntomas que deben ponerte sobre aviso y nuestros consejos y trucos para no volver a permitir que la ansiedad dicte tu vida. No bajes los brazos, porque todos los problemas tienen solución.
¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
¿Estrés, angustia o ansiedad?
A primera vista, estos términos nos parecen semejantes y, a menudo, se usan como sinónimos, pero presentan características y realidades diferentes. Mientras que el estrés y la angustia suelen revestir un carácter temporal, la ansiedad resulta ser más insidiosa y su sombra planea de forma más continuada en la gente que la sufre.
El estrés
El estrés es un fenómeno común y completamente natural que surge como respuesta a un acontecimiento. Se trata de una reacción fisiológica de nuestro organismo que nos permite responder a una situación desafiante o amenazante. Sin embargo, en las sociedades modernas en constante movimiento, donde es frecuente el exceso de actividad, el estrés se apodera cada vez más de nosotros, con el riesgo de convertirse en algo nefasto. Y es que, mientras que un estrés ocasional y contextualizado es totalmente salvador e, incluso, puede ser benéfico, un estrés regular y persistente tiene efectos destructivos en nuestra salud psíquica y física.
La angustia
Por su parte, la angustia se caracteriza por su intensidad y también por una cierta relación con lo real. Nace de esa sensación profunda de enfrentarse a una amenaza vaga, indefinida, pero que está arraigada en la realidad. Ante una situación específica, podemos sentir angustia. Por lo tanto, es puntual y contextual. Para acabar, es cierto que la angustia es una sensación psíquica, pero sobre todo se traduce por síntomas físicos: espasmos, aceleración cardiaca, etc.
La ansiedad
El Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina define la ansiedad como «sentimiento desagradable de sentirse amenazado por algo inconcreto, acompañado de sensaciones somáticas de tensión generalizada, falta de aire, sobresalto y búsqueda de una solución al peligro […]». Es decir, la ansiedad es un estado emocional de agitación nerviosa que puede desarrollarse de diversas maneras y con una intensidad variable. Al contrario que la angustia, que se manifiesta de repente y que conlleva una incapacidad física y psíquica momentánea, la ansiedad es totalmente compatible con la vida cotidiana, puesto que se trata de un estado de preocupación más difuso, pero también más contante. Aunque el sentimiento que se experimenta no es agradable, la ansiedad no plantea problemas de salud particulares, siempre que sea moderada. No obstante, si no se hace nada para controlar la situación y para dominar esas emociones negativas de pesimismo y preocupación constantes, puede evolucionar hacia una variante patológica, es decir, la ansiedad generalizada.
Test: ¿sufres de ansiedad?
Si has obtenido más «Todos los días»: estás estresado y ansioso con mucha frecuencia, y parece que eso trastoca tu equilibrio vital. Intenta impedir que esa sensación te invada demasiado a menudo. No dudes en seguir los consejos que presentamos en esta obra o en pedir ayuda a un profesional de la salud.
Si has obtenido más «A menudo»: es cierto que tiendes a la ansiedad, pero no te incapacita en tu día a día. No obstante, no dudes en investigar esta cuestión, ya que nada te impide mejorar tu calidad de vida.
Si has obtenido más «Casi nunca»: rara vez sufres de ansiedad. Por supuesto, a veces te pasa, pero principalmente en situaciones donde el estrés es realmente elevado. Así pues, parece que gestionas muy bien tus emociones y que logras controlarte en cualquier circunstancia.