Ely D. Rice, 2017
Traducción: Laura Bernal Martín
Editor digital: Titivillus
ePub base r2.1
La timidez es un problema que puede afectar a todo el mundo. No obstante, es posible controlarla y superarla de manera que te sientas realizado tanto en tu vida personal como laboral. Tú también puedes convertirte en una persona rebosante de confianza, y esta guía te ayudará a lograrlo.
Si necesitas deshacerte de tu ansiedad social, tomar las riendas de tus relaciones sociales y mostrar tu verdadero yo, ¡deja de buscar! En menos de una hora, te invitamos a descubrirlo todo sobre la timidez y a aprender a mantenerla bajo control gracias a una serie de consejos concretos y de herramientas eficaces que podrás emplear en tu vida cotidiana. ¡Dile adiós a la timidez y muéstrate tal como eres!
Te ofrecemos las claves para:
- entender qué es la timidez, un mecanismo físico que se manifiesta cuando tienes que enfrentarte a situaciones ansiógenas, y aprender a detectar sus síntomas y sus causas;
- descubrir cómo impedir que la timidez domine tu vida, a través del desarrollo de la autoconfianza, de la autoestima, y de la capacidad para aceptar tus fracasos
- ser tú mismo y dejar de compararte con los demás, lo que te llevará sentirte mejor contigo mismo y con los que te rodean;
- etc.
Ely D. Rice
Despídete de la timidez
Los trucos para sentirte a gusto
contigo mismo
En 50 minutos
Salud y bienestar - 0
ePub r1.0
Titivillus 12-08-2020
¿CÓMO VENCER LA TIMIDEZ?
- ¿Problemática? ¿Te cuesta tomar la palabra en público? ¿Balbuceas o te ruborizas cuando tienes que dar tu opinión en una conversación? La timidez se considera a menudo como un pequeño defecto sin importancia y carente de impacto en la vida diaria. Sin embargo, enseguida se puede convertir en un elemento incapacitante en lo que a las relaciones con los demás se refiere.
- ¿Metas? Entender de dónde procede nuestra timidez y lograr controlarla.
- ¿Preguntas frecuentes?
- Soy tímido desde pequeño. ¿Tengo que darme por vencido y aprender a vivir con ello?
- A menudo se recomienda el teatro para luchar contra la timidez. ¿Es eficaz?
- ¿Todos los tímidos son introvertidos?
- ¿La timidez puede constituir una ventaja en la vida profesional?
- Evito toda actividad social porque me da miedo conocer a gente nueva y hablar en público. ¿Soy simplemente tímido o va más allá?
«Soy extremadamente tímido. Cuando estoy en grupo con gente a la que no conozco muy bien, me mantengo apartado y deseo profundamente que nadie me haga preguntas o me empiece a hablar. Cuando eso ocurre y siento que todas las miradas se clavan en mí para escucharme, me ruborizo, bajo la mirada y balbuceo rápidamente una respuesta breve, deseando no tener que decir nada más» (Jennifer, 30 años).
La timidez no es ninguna enfermedad grave, pero en nuestra sociedad moderna —y especialmente en el mundo del trabajo— a menudo se percibe como un defecto que puede ser incapacitante. De hecho, un empleado modelo debe ser sociable, disfrutar del trabajo en equipo, saber tomar iniciativas y ser capaz de reafirmarse y de dar su opinión. Lo mismo ocurre en la esfera privada, en la que las veladas con nuestros amigos a veces son la ocasión de conocer a gente nueva. Sin embargo, la sociabilidad no es innata a todos. Para algunos, la sola idea de participar en una conversación les provoca sudores fríos, estremecimientos, palpitaciones y muchos otros síntomas desagradables. Los tímidos, paralizados en grupo y apartados de la vida cotidiana, no logran superar las dudas que los atenazan y creen que se les juzga negativamente en cuanto dan su opinión o exponen una idea. La timidez es incapacitante en el día a día, pero si no se trata —personal o profesionalmente— puede aparecer una forma patológica mucho más seria: la fobia social. Pero ¿de dónde viene la timidez? ¿Por qué solo afecta a una parte de la población? ¿Cuál es el secreto de esas personas rebosantes de confianza a las que la vida parece sonreírles? Aunque no la venzamos, ¿qué hay que hacer para al menos calmar nuestra ansiedad social y conseguir que deje de dominar nuestra existencia y nuestras relaciones con los demás?
Te invitamos a descubrir en 50 minutos los secretos de tu timidez —su origen, su intensidad y, sobre todo, las formas de bloquearla— gracias a una serie de consejos concretos y de herramientas eficaces que podrás emplear en tu vida cotidiana.
EL MECANISMO PSÍQUICO DE LA TIMIDEZ
La timidez: ¿un defecto o una patología?
Una imperfección que aparece a cualquier edad
«No hay que temer a nada en la vida, solo hay que comprender» (Marie Curie, científica ganadora de los premios Nobel de Física y Química, 1867-1934, citado en Sanz s.f.).
En el Diccionario de la Real Academia Española, el término «timidez» nos remite a «tímido», que describe a alguien «temeroso, medroso, encogido y corto de ánimo» (DRAE 2014). Sin embargo, el psiquiatra francés Christophe André nos ofrece una definición más precisa del sustantivo, afirmando que, para él, ese mecanismo psíquico se manifiesta en un individuo cuando se tiene que enfrentar a situaciones sociales ansiógenas. A pesar de un evidente deseo de entablar relaciones y de interaccionar con su entorno, desarrolla actitudes de evitación y se encierra en sí mismo para esquivar el malestar y la vergüenza que experimenta.
La timidez es un problema universal que puede afectar a todo el mundo, independientemente de su género, de su nacionalidad o de su estatus social. De hecho, algunas grandes personalidades eran consideradas extremadamente tímidas, a veces de forma enfermiza. Según un estudio realizado por el psicólogo estadounidense Philip Zimbardo en la Universidad de Stanford, prácticamente una de cada dos personas se declara tímida en su vida diaria, resultados que han sido confirmados por otros estudios realizados en todo el mundo.
¿Sabías que…?
Jacques Villeret (actor francés, 1951-2005) era muy tímido, pero eso no le impidió desarrollar una excelente trayectoria en el séptimo arte. De hecho, declaró: «No me fío de la gente que no es tímida, no me parece normal» (Durieux 2008).
La timidez puede surgir a cualquier edad e incluso forma parte del desarrollo normal de una persona. De esta manera, el psicólogo estadounidense René Spitz demostró en los años sesenta un fenómeno particular al que llamó «angustia del octavo mes» y que se manifiesta en los bebés por un miedo a los extraños y por la negativa a abandonar los brazos de su figura de apego, que suele ser su madre. La mayor parte de los niños de entre dos y tres años también atraviesan una fase de timidez hacia los desconocidos, un periodo que dura más o menos tiempo dependiendo de su personalidad. Los adolescentes tampoco se quedan atrás: según un estudio realizado sobre una muestra de unos 10 000 estadounidenses de entre 13 y 18 años, aproximadamente uno de cada dos se declara tímido, y casi un 12 % de estos últimos mostraría síntomas de fobia social (Burstein, Ameli-Grillon y Merikangas 2011). Este miedo a los desconocidos suele desaparecer en la edad adulta, aunque no siempre es así. Además, es interesante precisar que la ansiedad social puede afectar a adultos que, sin embargo, nunca han sido tímidos de jóvenes.
«Cuando era pequeño hablaba con todo el mundo y no me daba miedo conversar con extraños, pero esto cambió durante mi adolescencia. Algunos alumnos empezaron a rechazarme y a reírse de mí sin motivo alguno, solo porque no les gustaba mi manera de vestir o de hablar. Tendría unos trece años. A partir de entonces, empecé a encerrarme en mí misma» (Sabine, 25 años).