Elias King - Cómo Hablar En Público Sin Miedo: Técnicas Eficaces Para Aprender A Comunicarse Sin Ansiedad Ni Estrés

Cómo hablar en público sin miedo

Técnicas eficaces para aprender a comunicarse sin ansiedad ni estrés

Elias King

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Índice

1. Presentación

L a necesidad de comunicación forma parte del desarrollo humano. Sin ella, el entendimiento entre las personas sería imposible. Cuando nos comunicamos, revelamos nuestra inteligencia y perspicacia, ampliamos nuestros conocimientos, habilidades y actitudes.

Si observamos bien, la mayoría de los errores, ya sean personales o profesionales, tienen su origen en fallos de comunicación. Estos fallos están directamente relacionados con la falta de armonía y la mala interpretación de los mensajes enviados y recibidos.

No hay duda de que la comunicación eficaz es un gran diferencial para quienes quieren una buena colocación en el mercado laboral, aspiran a un nuevo puesto o simplemente quieren hacerlo bien en presentaciones académicas, en un discurso político, etc.

Convivimos a diario con las más diversas formas de comunicación en diversos entornos, con familiares, compañeros de trabajo, alumnos, clientes, proveedores, superiores y subordinados, lo que no es tarea fácil.

En todas estas situaciones, tenemos el reto de adaptarnos y sortear las interferencias que anulan o bloquean el proceso de comunicación. Para ello, es necesario repensar las relaciones personales y profesionales, respetando las creencias y valores de los demás, ajustando las similitudes, los objetivos comunes y las formas de lenguaje más adecuadas para una buena convivencia. Actuando de este modo, evitaremos algunos de los problemas creados por una comunicación ineficaz.

No es sólo mediante el uso de la voz como influimos en nuestros oyentes. Otros medios de expresión pueden reforzar las palabras, como los gestos, la postura y la ropa.

Las acciones del hablante pueden ser reveladas por la voz y la elección de las palabras adecuadas. Estos se intensifican de forma natural con la expresión facial, el movimiento del cuerpo y de las manos y el contacto visual.

La comunicación no sólo se nutre de argumentos. Otros factores también contribuyen al importante papel del arte de hablar. En la comunicación oral también influyen el volumen de la voz, la articulación de las palabras y el uso correcto de las reglas gramaticales.

Al fin y al cabo, la comunicación fue y sigue siendo fundamental para la socialización humana. Cada momento, evento o contexto requiere formas diferenciadas de mensaje. Desarrollar esta competencia implica mucho más que conocer y dominar las reglas de la comunicación: también requiere percepción, dedicación y formación.

2. La primera experiencia

N o pretendo presentar en este libro una fórmula mágica para convertirse en un excelente orador, ni tampoco agotar un tema tan amplio.

El objetivo es mostrar, de forma sencilla, que la forma de superar el miedo a hablar en público o de mejorar la comunicación es posible y está al alcance de todos. Todo lo que se necesita es el uso de técnicas y métodos adecuados

Hasta los 23 años, nunca pensé en enfrentarme a un auditorio para hablar de algo. Incluso cuando estaba en la universidad, intentaba sentarme en la parte de atrás de la sala, no para ensuciar, sino para no llamar la atención del profesor. Y cuando se hacía una pregunta, aunque supiera la respuesta, no tenía el valor de hablar, por miedo a la reacción de la gente.

Mi primera experiencia, y debo admitir que bastante tensa, fue cuando participé en un curso de parapsicología. Después de terminar una intensa jornada de estudio sobre el control y el desarrollo mental, el profesor encargado me pidió que hablara a los principiantes del curso -un auditorio de aproximadamente 70 personas- sobre lo que era el curso y cuáles eran sus beneficios.

No puedes imaginarte lo que ocurrió (o incluso puedes imaginarte...), las consecuencias de tal petición para una persona que tiene miedo a hablar en público. De hecho, no tenía miedo de presentarme ante un público, ¡estaba aterrada!

En ese momento el suelo desapareció bajo mis pies, los latidos de mi corazón se aceleraron, el auditorio se multiplicó, se quedó en blanco, me congelé, mi voz no parecía salir. Mi mente se vació de todo. Tuve la sensación de que me iba a desmayar. Pero, como no había salida, ya que el público estaba esperando, respiré hondo y traté de recordar los acontecimientos de la jornada de estudio. Como quien hojea un diario, organicé los principales hechos en mi memoria. Los cinco minutos que hablé fueron para mí una eternidad. Incluso con la voz temblorosa, antes de darme cuenta ya había hablado de todo lo que había pasado. Al final, miré a un lado y vi a nuestro instructor Voltaire sonriendo tranquilamente. Sentí unas ganas enormes de estrangularle por lo que me hizo pasar. Y sólo me dijo una cosa: "Te elegí porque tenía que hacerlo".

Aprendí algo de esa situación. Si me hubieran pedido que hablara de algo que no conociera, seguramente no habría podido expresar nada en absoluto.

Desde ese día, comencé un proceso de entrenamiento personal para mejorar y estar preparada para cualquier ocasión, especialmente en las presentaciones de trabajos en la universidad, que aborrecía.

3. Carisma y comunicación

P alabra de origen griego , kharisma, derivada de kharis, significa "gracia".

Este término fue utilizado por San Pablo en el sentido de que los cristianos han recibido la "gracia", es decir, el don gratuito de la "vida eterna en Cristo Jesús" (cf. Rm 6,23). San Pablo da a esta palabra un significado aún más estricto:

- "Cada uno recibe un don particular (kharisma) de Dios" (1 Cor 7,7).

- "Hay diversidad de dones espirituales (kharisma), pero hay un solo Espíritu" (1 Cor 12,4).