Una idea sería regalar experiencias o actividades en familia, con amigos o en pareja. Es una excelente alternativa, pues así estamos dando más valor a los momentos que a los objetos, y consumimos menos y dedicamos más tiempo a los demás.
Personalizar envoltorios es otra opción muy creativa y original. Podemos fabricar papeles de envolver, guardando durante el año trozos de papel de revistas, periódicos, catálogos, así como otros papeles de regalo que estén en buenas condiciones. También se pueden emplear trozos de tela de ropa o incluso hojas secas. ¡Eso sí que va a ser una sorpresa!
SAL A COMPRAR CON LA BOLSA PUESTA
La bolsa de plástico, tanto si es biodegradable como si no lo es, es uno de los productos que mejor ejemplifica la cultura del usar y tirar. Por eso la solución no pasa por cambiar el tipo de polímero, el material con el que está hecha, para reducir su impacto en el medio ambiente, sino por practicar un consumo más responsable que nos permita reducir al máximo su uso en el día a día. Ahí está la clave.
Dicho de otro modo: ya sea de plástico o de papel, la bolsa más ecológica es la que no se pide, pues esa seguro que no acabará en el mar.
La bolsa más ecológica ¡es la que no se pide!
BOLSAS EFÍMERAS Y ETERNAS A LA VEZ
Aunque las últimas leyes que graban el consumo han conseguido reducir notablemente su uso (la actual legislación exige a los comercios su cobro y prevé su prohibición total en 2020), las bolsas de plástico ligeras siguen siendo uno de los residuos más abundantes en el entorno natural.
En realidad, el principal problema de este tipo de bolsas está en su uso antes que en el material en sí. Una bolsa de supermercado suele tener una vida útil de apenas unos minutos, el tiempo que tardamos en llegar a casa desde la tienda.
En cuanto llegamos, una vez que hemos repartido la compra en armarios y nevera, esas bolsas han cumplido ya su misión y en la mayoría de los casos acaban en la basura, con suerte para ser llevadas al contenedor de los plásticos, y olvidarnos de ellas para siempre. Sin embargo, su producción genera un alto consumo de energía y de materias primas y su residuo puede permanecer disperso en el entorno durante más de un siglo, lo que genera un impacto ambiental especialmente grave en la vida marina.
La ingesta involuntaria de bolsas de plástico es una causa creciente de mortandad en algunos animales marinos, como peces, tortugas, delfines o ballenas. Desde los pececillos más diminutos hasta los grandes cetáceos, todos son igualmente vulnerables y están expuestos a este peligro. Y es que el 80 % de la basura terrestre acaba tarde o temprano en el mar.
Antes de ir a la tienda o el supermercado calcula el volumen de la compra y sal de casa con todo lo necesario para transportarla. De la misma manera que cuando vas a comprar tienes clara tu lista de la compra y sabes lo que necesitas, acostúmbrate a calcular lo que te va a ocupar esa compra. No tiene mucho sentido que por la mañana eches una bolsa de tela al bolso para cuando al salir del trabajo pases por el supermercado (lo cual es un excelente hábito), si en realidad sabes de sobras que lo que te hace falta comprar no cabe en esa bolsa. Si en tu lista de la compra hay un par de paquetes de cereales y unos cuantos yogures, si piensas pasar por la frutería porque en el frutero no hay más que un triste limón, y además acabarás comprando algo de pescado para la cena, las barras de los bocadillos de tus hijos del día siguiente, y pasarás por la farmacia si te da tiempo, es evidente que con una bolsa no es suficiente. Al menos necesitas un par.
Cuando salgas directamente desde casa, y vas a ir a comprar frutas y verduras, llévate una cesta o un capazo. También puedes recurrir al clásico y versátil carrito de la compra: hay todo tipo de diseños y tamaños, incluso algunos modelos plegables, que te permiten llevártelos al trabajo. Tanto en un caso como en el otro evitarás, además, las bolsas de pesar la fruta, que siguen distribuyéndose gratuitamente. Lleva las frutas y las verduras a la caja sin embolsar y, una vez pesadas, échalas al cesto o al carro, sin necesidad de repartirlas en bolsas separadas.
Si vas a ir a un hipermercado en coche, una alternativa muy práctica es colocar unas cajas en el maletero; llena tu carro del supermercado y, sin necesidad de repartir la compra en bolsas, utiliza estas cajas del maletero para llevar la compra ordenada y protegida.
Lleva las frutas y verduras a la caja sin embolsar y, una vez pesadas, échalas al cesto o al carro.