Ela de la Torre - Chocolate de seducción

Titulo original: Chocolate de seducción: La realidad © 2015, Ela de la Torre. Todos los derechos reservados, quedan rigurosamente prohibidas sin la autorización escrita del titular del copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o prestamos públicos Después del encuentro físico que Aless y Emma mantuvieron durante el almuerzo celebrado en su casa, surge una pregunta… ¿Qué pasará a partir de ese momento? Una pregunta fácil de cuestionar pero quizás algo más compleja de contestar. Emma después de haber sufrido el accidente y durante el tiempo que ha permanecido hospitalizada vive una realidad en su mente difícil de racionalizar, ella nunca hubiera imaginado que en su vida faltara algo por lo que no poder sentirse totalmente feliz y llena en todos los sentidos; tiene una familia estupenda a la que adora y un trabajo envidiable que le hace sentirse realizada como profesional… ¿Qué más necesita? ¿Por qué se siente tan aturdida?... Una vez ha pasado el peligro, es su mente la que sigue jugando con ella, no concediéndole ningún margen, esos sueños son rememorados una y otra vez de una forma tan evidente que casi los considera reales. Solo piensa “No debería darle tanta importancia total a fin de cuentas no dejan de ser simples sueños” pero no es eso lo que la tiene más bloqueada y lo que la ha sumergido en analizar todo esto; la despedida inesperada que se produce entre Aless y ella es la que la ha posicionado ante esa situación. “¿Por qué Aless me propone, si querría follar con él? Es como si hubiera podido leerme la mente, como si de alguna manera él estuviera informado de lo que mi imaginación me hizo vivir mientras me mantuve dormida por ese sueño inducido a consecuencia de la medicación”.

Sus pensamientos la atosigan, quiere y necesita comentar lo ocurrido con alguien para sentirse aliviada, en ese momento solo piensa en él como única persona para poder relatárselo a modo de confidencia, sabe que posiblemente no tenga ninguna respuesta lógica al respecto, pero si considera que puede ser totalmente imparcial, justo por no conocerla en profundidad, pero sí que al menos está al corriente de su accidente, ha tenido la oportunidad de vivirlo en primera persona. Además de paso aprovecharía la ocasión para que le diera algún tipo de explicación al porqué de la pregunta que le formuló durante la despedida de aquella tarde. Siempre ha sido una persona que se ha caracterizado por su desparpajo, pero en esta ocasión tiene ciertas reticencias en saber cómo abordarlo con su relato, le resulta incómodo, entre ellos solo ha habido contacto de unas horas; el primer encuentro fue el día que ella despertó donde solo hubo la típica presentación de protocolo, unido a un intercambio de frases de cortesía y el segundo encuentro fue el día que Álvaro les ofreció un almuerzo para agradecerle su comportamiento y acercamiento en esos momentos tan duros y difíciles que vivió. Sin duda son dos desconocidos, así que valora bien las dos posiciones ya que lo que menos le apetece es que se vaya a llevar una mala impresión de ella, creyendo que el accidente le ha dejado secuelas irreversibles, convirtiéndola así en una pervertida. La pregunta no dejaba de sorprenderla y de desconcertarla, sabía que Álvaro se había desahogado con él durante esos días, limitándose a resaltar todas las virtudes de su mujer considerado para él que estaba sobrada de ellas y de las cuales todas aquellas personas que la rodeaban tenían la suerte de poder disfrutar. También tenía en su conocimiento todos los comentarios que Mónica y Daniel habían hecho sobre su personalidad, pero a pesar de todo, ella creía que no era suficiente para que en la cabeza de Aless se gestara la idea de tal petición, debía de existir algo más, algo que a ella se le escapaba y que no llegaba a entender.

Por otro lado Aless y su mujer ya se habían desplazado hasta su lugar de residencia, a pesar de sus intentos lo que éste no pudo disuadir de su mente durante todo el tiempo que duró el viaje, fue la imagen de Emma, sus ojos, su boca y sobre todo su sonrisa. Aunque la sonrisa que perduraría por más tiempo y la que para él estaba más llena de significado es la que le dedicaría el día de la despedida después de lanzarle la pregunta; pregunta que por otra parte hace sin recapacitar demasiado en las consecuencias que podrían reportarle. Álvaro le había ofrecido su amistad, había puesto su casa a su disposición para pasar un almuerzo agradable y él lo único a lo que se limitaba era a tener pensamientos libidinosos con su mujer y no solo eso sino que incluso fue bastante más lejos, incapaz de limitarse a esos pensamientos, tuvo la frialdad y el descaro de proponérselo a ella delante de él, de su mujer, sin detenerse a reflexionar en cuál sería la respuesta de ella; sin duda fue una osadía por su parte, pero lo tenía bastante claro, no iba a abandonar esa casa sin hacerlo. Salió victorioso de su proeza, al menos eso fue lo que intuyó, tanto la mirada de ésta como su sonrisa cómplice lo único que dejo entrever es que acababan de abrir ambos una puerta hacia su más profunda intimidad. Su primera impresión solo lo lleva al convencimiento de que ambos tendrán que mantener una conversación sobre el tema, si no pueden hacerlo personalmente debido a su distanciamiento, si al menos deberán hacerlo vía telefónica. Necesita saber con una aclaración qué pensó en aquel momento y a partir de ahí la pondrá al corriente de todo lo que ha estado fantaseando cada vez que se encontraba cerca.

Los comentarios que iba escuchando de boca de todos y cada uno de los que la rodeaban, no solo hicieron que fuera confirmando cada vez más el deseo que sintió en un primer momento sino que lo fueron alimentando. Por otro lado la felicidad llega a su casa en el mismo momento que ésta hace su aparición, por fin comienza a restablecerse la tranquilidad y la alegría después del miedo que pasaron en un principio. Nunca pasó por la cabeza de ninguno pensar que hubiera ocurrido si en ese día fatídico ella hubiera perdido la vida en la carretera, por eso a partir de ahora solo iban a limitarse a olvidar y no volver a revivir ese suceso. Así que con los ánimos por las nubes y viendo como día a día Emma vuelve a estar físicamente en forma, emocionalmente estable es decir totalmente restablecida y radiante, deciden darle una sorpresa. Sin duda la mejor forma de hacerlo es ofreciendo una fiesta, a ella le encanta pudiendo así estar rodeada de todas aquellas personas que se han mantenido ahí durante el periodo de recuperación, apoyándola y transmitiéndole sus ánimos. Trabajo en equipo, los chicos son en este caso los que se van a encargar de todos los preparativos, mientras que por otra parte Álvaro solo se centrará en las invitaciones de todas aquellas personas que deseen compartir ese día tan especial con toda la familia.

A pesar de lo ocurrido cada una de la personas que giran alrededor de la vida de Emma han seguido con su vida, entre otra cosa porque es así como debe funcionar, pero eso sí, no cayendo en su olvido, teniéndola por consiguiente siempre presente, preocupados y manteniéndose informados de sus avances. Mónica que decir y reseñar de ella, como la mejor amiga y compañera de Emma ha estado como siempre a la altura de las circunstancias sin defraudar en lo más mínimo en su comportamiento; ha permanecido desde el día del accidente al lado de todos, apoyando, ayudando y como no subiendo los ánimos de todos cuando estos flaqueaban en algunos momentos. La frecuencia con la que Mónica ha visitado a Emma ha sido diaria, una de tantas tardes mientras conversan como es habitual en ellas, ésta le deja entrever a Mónica el deseo urgente que tiene de profundizar en un tema especialmente, pero también le hace ver que por el momento deberá esperar. Quiere estar completamente restablecida primeramente y no despreciar en absoluto lo delicado del tema, por lo que la intimidad entre ambas debe ser requisito fundamental y está claro que estando todos por casa es imposible. Llevan siendo confidentes desde hace muchos años, sabe que es la única persona que la escuchará, que la entenderá sin prejuzgarla y de la que podrá obtener una opinión ecuánime a todo lo que le ha sucedido durante su periodo comatoso. Aunque por otro lado siempre ha tenido muy claro que en cuanto a los efectos que le produjo la medicación a la que estuvo sometida mientras estaba hospitalizada, es su marido como profesional el más indicado para darle una respuesta objetiva y coherente, aunque de entrada quiere mantener la prudencia en todo lo relacionado con los sueños, cree que permanecer en silencio es lo más adecuado, más cuando el implicado en estos es su nuevo amigo.