ANNETTE KERCKHOFF
practica la medicina homeopática, es especialista en ciencias de
la salud y educadora, y desde hace cerca de 20 años trabaja
como periodista. Su investigación se centra en la medicina
tradicional europea y en las propiedades curativas de la
herbolaria.
SECCIÓN DE OBRAS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
LA ENFERMEDAD Y LA CURA
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ANNETTE KERCKHOFF
La enfermedad y la cura
CONCEPTOS DE UNA MEDICINA DIFERENTE
Traducción
EDUARD URBANEK
Primera edición en alemán, 2010
Primera edición en español, 2015
Primera edición electrónica, 2015
Diseño de portada: Paola Álvarez Baldit
Título original: Warum krank? Wie heilen? Konzepte einer Anderen Medizin,
de Annette Kerckhoff
© 2009, S. Hirzel Verlag
Birkenwaldstrasse, 44; 70191 Stuttgart, Alemania
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ISBN 978-607-16-3066-7 (mobi)
Hecho en México - Made in Mexico
Para Dorothee Schimpf
Siempre ha sido claro reconocer una brecha entre la medicina convencional y la naturopatía, cuando en realidad hacer una causa común hubiera sido lo más razonable puesto que ambas direcciones han sido y son indispensables. Se trata
solamente de averiguar la terapia que tiene sentido en cada caso y reconocer las
limitaciones de cada una.
DRA. VERONICA CARSTENS, 1998
ÍNDICE GENERAL
PREÁMBULO
La imagen del que sufre y padece fiebre y dolores ha sido parecida en todos los lugares y en todos los tiempos. Sin embargo, lo que ha sido claramente diferente es la manera en la cual los médicos y los curanderos han visto al enfermo durante el transcurso de los siglos y desde los diferentes puntos de vista de las corrientes de la medicina, las cuales han buscado las causas de las enfermedades y las formas de curarlas.
¿A quién le sorprende esto? La medicina se basa en las ideas respectivas de una cultura, de una época, de una corriente intelectual, en la imagen de la humanidad y en sus ideas sobre la naturaleza, en fin, en su concepto de la vida como tal. Por esto, los procedimientos de la medicina antigua son distintos a los de la Edad Media, y la medicina oriental es diferente de la occidental.
En otras palabras: cada época, cada cultura y casi cada corriente médica tiene sus propias “lentes” con las cuales observa al enfermo, explica sus molestias, busca una terapia y escoge un remedio. Con estas lentes observan el mundo a nuestro alrededor, tanto el microcosmos como el macrocosmos.
Las lentes de la “medicina convencional” que se enseña actualmente en las universidades son relativamente nuevas y las han caracterizado los métodos de investigación, comprobación y detección de las ciencias modernas. Son las lentes mediante las cuales se diagnostican y llegan a comprobarse en forma objetiva las enfermedades por medio de pruebas de laboratorio, rayos X, resonancia magnética o ultrasonido. Se trata de una mirada detallada desde el punto de vista del microscopio y de las disciplinas especializadas. Esa medicina se sitúa muy cerca de los sujetos enfermos y los observa con detalle para así intervenir en los procesos que alteran el cuerpo, en la mayoría de los casos en el lugar de los hechos y, generalmente, mediante fármacos u operaciones.
Nadie pone en tela de juicio los beneficios de esta medicina, la cual ha hecho posible que nos operen con anestesia, que los diabéticos se inyecten insulina, que los bebés prematuros sobrevivan, que las enfermedades infecciosas puedan contenerse, que los enfermos más graves puedan recibir cuidado intensivo. No obstante, en otras áreas tiene límites: a saber, cuando las enfermedades se vuelven crónicas, cuando se relacionan también con el estilo de vida o con el estrés, o cuando los malestares se muestran por medio de síntomas pero “orgánicamente todo está en orden”. Todas esas enfermedades aumentan en la actualidad y constituyen el reto del futuro tanto para los médicos como para las personas que las sufren.
Como resultado de su imagen de lo humano y de su idea de la enfermedad y la salud,
la caja de herramientas de la medicina moderna está constituida, de acuerdo con los estándares más modernos, con una infinidad de productos farmacéuticos y terapias 15
asistidas por computadora. Muchos problemas se pueden resolver con estos medios pero a veces las herramientas no son las adecuadas. El éxito no se alcanza en su totalidad; tan sólo es de corta duración o aparecen problemas nuevos.
Cada vez más médicos son conscientes de esta situación y empiezan a interesarse en
métodos de la naturopatía y de otras medicinas complementarias. Existen ahora cursos de capacitación para médicos y consultorios naturopáticos en hospitales universitarios; también se imparten cátedras sobre medicina integral e investigación de la medicina complementaria —antes se hablaba de “medicina alternativa”—, cursos de nutrición, además de cursos de estudios nuevos sobre la promoción de la salud o la naturopatía.
Los representantes de los médicos hablan de una nueva “tendencia global hacia una nueva medicina integral”.
Casi de forma inadvertida, nos encontramos desde hace algunos años en el camino hacia una medicina nueva. El modo de pensar ha cambiado. Se ha llegado a tener la madurez necesaria para iniciar un tiempo de cambios, sobre todo para entender que una medicina no es falsa porque la otra es, también, correcta; el razonamiento en categorías de bien o mal no le sirve ni al médico ni al paciente. Más aún, se debe considerar que precisamente la combinación de terapias y puntos de partida diferentes representa en numerosos casos lo óptimo; que las generalizaciones sirven de poco y que la cuestión de encontrar la mejor terapia depende del tipo, la gravedad y la etapa en que se encuentre la enfermedad, además de la condición del paciente.
¿Por qué esto es así?, ¿por qué la medicina convencional y la medicina alternativa se complementan tan bien?, ¿por qué abordan las terapias de manera diferente?, ¿en qué consisten esas diferencias?, ¿dónde inician?, ¿cómo pueden o cómo deben combinarse?
Y finalmente, ¿cuáles son las corrientes más importantes de la medicina complementaria?
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