ANDERS HALLGREN
Estrés. ansiedad y agresividad en perros
Traducción de Nuria Francés Foz
edogtorial
Sinopsis
Ahora más que nunca, el estrés canino es un tema muy importante para los propietarios y profesionales. Los síntomas de estrés más frecuentes son la ansiedad y la agresión. Este libro describe en detalle cómo se desencadena el estrés y los efectos que produce en el cuerpo.
La prevención, disminución y tratamiento del estrés también son tratados en el libro.
Título Original: Stress, Angst und Aggression bei Hunden
Traductor: Francés Foz, Nuria
©2011, Hallgren, Anders
©2011, edogtorial
ISBN: 9788494304118
Generado con: QualityEbook v0.87
Traducción Nuria Francés Foz
Publicado por primera vez en 2011 con el título original: “Stress, Angst und Aggression bei Hunden”.
Anders Hallgren
© 2011 Cadmos Verlag, Schwarzenbek
© 2015 de la traducción al español Nuria Francés Foz
©2015 Edición en español edogtorial
Web: www.edogtorial.com
e-mail: info@edogtorial.com
Traducción: Nuria Francés Foz
Maquetación: Ana Loureiro Iglesias
Imagen de portada: Robertino Nikolic
Fotografías: Dr. Gabriele Lehari
Dibujos: Susanne Retsch-Amschler
ISBN: 9788494304118
DL: M-37052-2015
Impreso en España
Prólogo
Tanto el estrés, como la ansiedad y la agresividad implican casi exactamente los mismos procesos en el cuerpo, por lo que necesitamos urgentemente un conocimiento profundo del tema. Pese a los nuevos e importantes conocimientos sobre las verdaderas causas del estrés, la ansiedad y la agresividad, hoy en día, por desgracia, sigue siendo una práctica común el tratamiento de los llamados perros “problemáticos” de formas completamente ajenas a estos avances. El método más utilizado es el de suprimir la agresividad y la hiperactividad castigando la “desobediencia”.
Fisiológicamente, las personas y los perros son muy similares y sus reacciones de estrés a menudo son idénticas, por lo que también hay muchos ejemplos de estrés, ansiedad y agresividad en las personas. Estas comparaciones surgen desde una perspectiva docente, ya que podemos entender las reacciones de nuestros perros mucho mejor cuando somos plenamente conscientes de las nuestras.
El hecho de que muchos perros se angustien considerablemente por el sonido de los fuegos artificiales ha sido lo que me ha impulsado a escribir sobre el estrés en los perros, porque sabía que algo había que hacer para ayudarlos. Por ello, el tema principal de este libro es la ansiedad y cómo ayudar a los perros con problemas psicológicos.
Muchas personas han hecho contribuciones importantes a la redacción de este libro y me gustaría expresarles mi más sincero agradecimiento. En primer lugar, me gustaría dar las gracias al psicólogo David Selin, que fue mi alumno en la década de 1980. Él fue el colega que más me ayudó cuando estaba investigando el trastorno de estrés postraumático en los perros y pasó a convertirse en uno de los conferenciantes más reconocidos sobre la importancia de la nutrición para conseguir el éxito en una terapia. También me gustaría dar las gracias a Lotta Arborelius, profesora de farmacología e investigadora sobre el estrés, por su valiosa opinión profesional.
Por supuesto mi agradecimiento también a mi esposa Ginger, quien aceptó las horas taciturnas que pasé frente al ordenador y fue responsable de la corrección de las pruebas. No se puede valorar suficientemente el tener una pareja con la que puedes intercambiar las ideas y que vea el texto desde un punto de vista diferente.
En varios lugares el texto se ha simplificado o generalizado para que sea fácil de entender. Este tema está siendo investigado hasta tal punto que ciertos procedimientos que se consideran imprescindibles para tener éxito hoy en día no serán necesariamente considerados como tales en el futuro. Explicar qué es el estrés realmente y lo que produce es más importante para mí que la descripción de hechos detallados.
Anders Hallgren
Järna, Suecia, 2011
Introducción
Oí los ladridos mucho antes de ver el VW Beetle (Volkswagen Escarabajo) azul claro.
La pastor alemán, de casi dos años de edad, estaba haciendo tanto ruido en el coche que la conductora debió haber pasado un gran peligro en la carretera.
La propietaria me había dicho por teléfono que su perra estaba estresada, ¡Lo que era algo así como un eufemismo!
En cuanto la perra saltó fuera del coche, empezó a correr en círculos dando vueltas y vueltas, como un animal salvaje. No tenía tiempo para oler, orinar o ningún otro comportamiento normal, porque sólo podía girar como una peonza. Gritaba constantemente mientras corría porque no podía ir lo suficientemente rápido. Su propietaria sólo podría conseguir que se detuviera con gran dificultad y cuando la mujer se apoyó en el coche, la perra comenzó a galopar alrededor del vehículo.
La dueña dijo que la perra sólo se relajaba en casa, algo que probablemente le habían enseñado a hacer desde el principio. Al salir fuera, constantemente corría en círculos y siempre tardaba mucho tiempo en calmarse lo suficiente como para hacer sus necesidades básicas.
Yo podría comprender a la perra porque había experimentado la presión que el estrés interno puede causar y cómo se desencadenan conductas estereotipadas, pero este comportamiento compulsivo no tiene ningún sentido. La perra se dio por vencida y se abandonó a la compulsión ya que de otro modo habría caído enferma. Saqué mi cámara de vídeo porque quería mostrar a mis estudiantes cómo se comporta un perro muy estresado.
La razón principal del estrés era que la propietaria jugó un montón de juegos de “ve y tráemelo” con su perra todos los días. Estos pueden conducir a un aumento de la producción de las hormonas del estrés, algo que no se conocía en ese momento. Por suerte, esta información rápidamente se difundió, se hizo popular y estos juegos son raros hoy en los países escandinavos.
Apariencia de un perro estresado
La perra no podía quemar su energía en casa, por lo que el exceso de energía se acumulaba y explotaba cuando la perra estaba fuera.
Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, habríamos conseguido mucho más, pero en ese momento progresamos en pequeños pasos. Después de tres meses, la perra se había vuelto mucho más tranquila. Aunque seguía siendo muy activa fuera, podía calmarse lo suficiente para olfatear y dedicarse a algunas otras cosas.
El estrés es un componente de todos los problemas de conducta y el problema no se puede resolver sin analizar los factores de estrés que juegan un papel en la vida del perro. Lo peor que se puede hacer, y que por desgracia aún es recomendado por muchos adiestradores y utilizado por muchos propietarios de perros, es tratar los síntomas castigando al perro por mostrar el comportamiento incorrecto y elogiándolo cuando se comporta bien.