SUPERA
EL ESTRÉS
Cómo reducir el estrés, la ansiedad
y el cansancio
RoseMarie Gionta Alfieri
Colección: Guías Prácticas de Salud, Nutrifarmacia y Medicina Natural
www.guiasbrevesdesalud.com
Título: Supera el estrés
Subtítulo: Cómo reducir el estrés, la ansiedad y el cansancio
Autor: © RoseMarie Gionta Alfieri
Traducción:© Carlos G. Wernicke
Copyright de la presente edición: © 2007 Ediciones Nowtilus, S.L.
Doña Juana I de Castilla 44, 3º C, 28027 Madrid
www.nowtilus.com
Editor: Santos Rodríguez
Coordinador editorial: José Luis Torres Vitolas
Diseño y realización de cubiertas: Carlos Peydró
Maquetación: JLTV
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ISBN-13: 978-84-9763-356-7
Libro electrónico: primera edición
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
L a palabra “estrés” se ha convertido en un término cotidiano. Pensemos en cuán frecuentemente nosotros o nuestros amigos decimos “me siento tan estresado” o “he estado tan estresado últimamente”. En realidad, el estrés parece filtrarse en nuestras vidas. ¿Con cuánta frecuencia engullimos un emparedado mientras estamos trabajando frente al ordenador? ¿Con cuánto estrés ambiental debemos enfrentarnos regularmente, ya provenga de la polución, de los productos químicos o de los ruidos? ¿En qué medida nos afecta el estrés cuando volvemos de vacaciones solo para encontrar 150 correos electrónicos esperándonos? Nuestra sociedad tecnológica, excesivamente mecanizada, ha producido una paradoja: las mismas tecnologías cuyo propósito consiste en hacernos ahorrar tiempo y mantenernos conectados pueden también robarnos la paz y el tiempo libre.
¿Tenemos que aceptar simplemente el ser víctimas de un estrés constante como precio a pagar por vivir en el siglo XXI? Sí y no. Si no podemos hacer mucho para volver a una época más simple, sí hay muchísimo que podemos hacer para ayudar a compensar los efectos del estrés y manejarlo de un modo saludable. Y el modo como manejemos el estrés puede ser más importante que la cantidad de estrés que suframos. Sin control o insuficientemente controlado, bajo la forma de hábitos tan malos como fumar o beber, el estrés puede llevarnos a la muerte. Su asociación con un mayor riesgo de enfermedad y con la muerte misma es bien conocida.
La Guía de los suplementos nutricionales contra el estrés se centra en diversos nutrientes con propiedades reductoras del estrés, por lo que puede ayudarnos a manejarlo de un modo positivo. Los nutrientes actúan proporcionando al encéfalo sustancias bioquímicas claves para su desarrollo, afectando beneficiosamente nuestro estado de ánimo y nuestro sistema nervioso. Algunas de dichas sustancias, como el selenio, son antioxidantes, que, al actuar como eliminadores de los radicales libres, ayudan a prevenir el estrés en un nivel celular. Sin control, el daño producido por los radicales libres conduce al envejecimiento, que se asocia con un riesgo mayor de padecer varias enfermedades, entre ellas las cardiacas y el cáncer.
Otros nutrientes, como la vitamina C, también operan directamente sobre el sistema suprarrenal, que incrementa su funcionamiento durante las situaciones cargadas de estrés: libera las hormonas del estrés, a saber, el cortisol y la adrenalina. Estos nutrientes ayudan a las glándulas suprarrenales y al organismo en general a trabajar con eficacia contra el estrés.
Otros nutrientes, como el zinc, mejoran el funcionamiento del sistema inmune, que el estrés suele debilitar. O sirven de tratamiento para diversos síntomas del estrés, como el insomnio, la depresión y la ansiedad. La melatonina, por ejemplo, es un auxiliar bien conocido del sueño natural que ayuda a restaurar los ciclos naturales de sueño del organismo; estos pueden distorsionarse cuando la persona se encuentra bajo estrés. También hay diferentes hierbas eficaces para el alivio del estrés.
A fin de cuentas, todos somos personas complejas, con múltiples facetas en nuestra vida y en nuestra personalidad. Estos aspectos consisten, entre otros, en nuestras relaciones con los demás, nuestro trabajo, nuestras creencias espirituales y nuestras emociones. Si solo uno de ellos está desarreglado puede contribuir al estrés e incrementar el grado de sufrimiento que experimentemos. Para tratar el estrés con mayor efectividad debemos tener en cuenta todas estas facetas y determinar en cuáles se pueden efectuar cambios positivos. Realizar pequeñas modificaciones en el estilo de vida (por ejemplo, en nuestra actividad física), además de recibir un apoyo nutricional adecuado, puede tener profundos efectos sobre nuestra capacidad para salir airosos pese a las circunstancias estresantes.
La Guía de los suplementos nutricionales contra el estrés presenta diversas opciones para determinar cuáles son los mejores tratamientos de lucha contra el estrés en cada caso individual. Es bueno recordar que todos somos individuos únicos, con diferencias biológicas, emocionales y mentales que se deben tener en cuenta a la hora de establecer un buen programa terapéutico antiestrés. No existe un tratamiento único que se adecue a todos nosotros. Como en el caso de cualquier programa relacionado con la salud, es aconsejable consultar a un profesional antes de tomar suplementos nutricionales o de empezar a seguir los tratamientos descritos en esta Guía.
Dicho esto, sentémonos, relajémonos, demos la vuelta a la página y comencemos a reducir el estrés.
TODO ACERCA DEL
ESTRÉS
E l término estrés describe cualquier ruptura o cambio en la vida (física, emocional o psíquica) y fue utilizado por primera vez por Hans Selye, quien adecuadamente observó que “sin estrés no habría vida”. Se trata de un punto importante: muchos de nosotros identificamos el estrés con sentimientos negativos, como la preocupación por nuestros trabajos (por ejemplo, un autor que intenta cumplir con la fecha de cierre para su libro, o el miedo a ser despedido) o con estados emocionales negativos resultantes de problemas en las relaciones personales. Así, la preocupación, la ansiedad, el miedo, la ira y la depresión son todos sentimientos que con mucha frecuencia asociamos con el estrés.
Si bien estos son ejemplos apropiados de situaciones y estados llenos de estrés, el estrés es también causado por eventos felices, como casarse, comprar una casa o mudarse. Además, el cuerpo experimenta estrés físico cuando la persona se resfría o sufre alguna enfermedad, incluso cuando padece una alergia. Igualmente las toxinas ambientales causan estrés. Incluso los cambios hormonales que experimentamos a lo largo de nuestra vida —desde los grandes cambios en la pubertad hasta la menopausia— estresan nuestro organismo. En pocas palabras, provoca estrés cualquier tipo de cambio, bueno o malo.
ESENCIAL PARA LA VIDA
Así, el estrés es esencial para la vida, ya que en última instancia esta consiste en un constante cambio. El American Institute of Stress (AIS, Instituto Norteamericano del Estrés) afirma que el estrés bueno, lejos de ser un peligro, en realidad puede resultar beneficioso. Después de todo, el tipo positivo de estrés conduce a la productividad y puede hacer que acometamos una acción o que alcancemos una conciencia nueva y más plena. Pensemos en el nerviosismo de los actores antes de salir a escena. Muchos actores manifiestan que este tipo de “energía” es esencial para poder actuar bien.
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