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Introducción
Numerosos estudios coinciden en considerar el estrés como una amenaza para la salud y el bienestar de las personas en la sociedad moderna. Alguien lo ha comparado con un asesino que actúa silenciosamente, capaz de produciruna gran cantidad de efectos nocivos. A menudo, las presiones a las cuales estamos sometidos son, tomadas singularmente, pequeñas e irrelevantes, pero ello no si gnifica que deban ser menospre ciadas; es importante recordar que el estr és tiene la desagradable carac terística de acumularse con el tiempo. En consecuencia, puede suceder que se minimicen o se ignoren las pequeñas tensiones cotidianas hasta que nuestra salud, física y psicológica, recibe un duro golpe. ¿Por qué llegar hasta este punto?
En general, el estrés se manifiestacon estados de ánimo negativos: ansiedad, inquietudy agresividad son los s íntomas que, con mayor frecuen cia, indican que «el vaso está colmado».Cu ando se va más allá de un cier to límite, nos volvemos intolerantes y agresivos; otras veces, nos encerramos en nosotros mismos como si la energía vital estuviese agotada. En estos casos es natural que, además de estar mal con nosotros mismos, nos encontremos también mal con los demás.
La capacidad de expresar los propios sentimientos, de vivirlos y entenderlos, tiene un papel importante para nuestro bienestar psicológico. La solución basada en acumular emociones y tensiones para no llevarlas al exterior no siempre funciona, porque los costes psicológicos son demasiado elevados y al final «se explota». Tampoco la alternativa de dar rienda suelta a las emociones tiene mejores resultados. Imagine, por ejemplo, qué podría suceder si en un momento de tensión con un compañero de trabajo decidiera expresar libremente lo que piensa.
Si ninguno de estos comportamientos resulta aceptable, ¿qué podemos hacer?
El objetivo de este libro es, por lo tanto, proveer de los instrumentos adecuados para mejorar la calidad de nuestra vida y aprender así a reconocer el estrés y las emociones negativas, a distinguir sus efectos positivos de los negativos y a desarrollar estrategias de contraste eficaces. Numerosos test constituirán una válida ayuda para este propósito. ¡Buena lectura y «buen trabajo»!
¿Qué es el estrés?
¿Quién, por lo menos una vez, no ha utilizado u oído la palabra estrés? Se trata de un término que ha entrado a formar parte, desde hace algún tiempo, del lenguaje común, pero del cual no siempre se conoce el significado exacto.
El estrés es una tensión interior que se origina cuando debemos adap tarnos a las presiones que actúan sobre nosotros.
Efectivamente, la vida está llena de sucesos y situaciones que ponen a prueba nuestra capacidad de adaptación.
Comprender el estrés es como descubrir la combinación
para abrir una caja fuerte llena de objetos preciosos
De todas maneras, aun viviendo en un mundo difícil de entender y a veces también de soportar, no por eso estamos condenados a una escasa calidad de vida. Es más, debemos aceptar un reto importante: conseguir manejar las presiones a las cuales estamos sometidos, antes de que su peso sea excesivo, comprometiendo, de esa manera, nuestro equilibrio interior.
Con este propósito, es importante subrayar que cada uno de nosotros consigue tolerar un nivel diferente de tensión; hay muchas personas capaces de vivir de manera satisfactoria a pesar de estar sometidas a graves problemas familiares o de trabajo, mientras que otras se sienten ya aplastadas por cuestiones de importancia relativa. Además, cada uno tiene su propia visión de la vida: lo que representa una fuente de preocupación para nosotros podría no serlo para otros.
Aunque si bien es verdad que algunas situaciones son objetivamente difíciles de manejar (por ejemplo, la pérdida del trabajo), nuestra manera de evaluar la experiencia tiene un papel determinante en relación al estrés consiguiente.
Por este motivo, hay personas que consiguen adaptarse de manera brillante a ciertas situaciones, mientras que otras lo hacen con menos desenvoltura.
Para aprender a afrontar el estrés es imp ortante, en primer lugar, reco nocer cómo se manifiesta y aislar sus causas. En las páginas siguientes se ofrecen algunas indicaciones que nos podrán ser útiles para alcanzar este objetivo.
Cómo se manifiesta
El primer paso en el control del estrés consiste en reconocer el mod o en que se manifiesta. De todas maneras, no siempre es fácil conseguirlo, puesto que estamos acostumbrados a no dar importancia a nuestro ritmo interior y a no reconocer las señales que nos indican cuándo ha llegado el momento de pararse.
El estilo de vida contemporáneo tiene un papel importante en este proceso: vivimos, desde luego, bajo la dictadura de los deberes y de las obligaciones, y el espacio que podemos dedicarnos a nosotros mismos se reduce cada vez más.
No debemos olvidar que las pequeñas tensiones cotidianas se acumulan con el tiempo; consecuentemente, se corre el riesgo de no darse cuenta de lo que sucede hasta el momento en el que la salud y las relaciones interpersonales empiezan a deteriorarse.
Además, es importante poner particular atención a los diversos indicadores del estrés.
Cuando la tensión llega a niveles críticos, los efectos, muy complejos, se hacen evidentes y dan lugar a una serie de reacciones que podríamos englobar en los tres tipos siguientes:
· físicas;
· psicológicas;
· de comportamiento.
Las reacciones físicas
Veamos algunos indicadores que nos pueden ayudar a entender el nivel de estrés que nuestro organismo está soportando. Ponga una cruz en los sín tomas que usted ha notado:
| Dolor de cabeza |
| Cansancio difuso |
| Bruxismo (rechinar de los dientes durante el sueño) |