Consigue
tus
Sueños
Antonio Galvan
Título: Consigue tus sueños.
2ª Edición 2018.
© 2015, Antonio Galvan
Edición: Sergio Román Blanca
Diseño de cubierta: Angie Ayala
Todos los derechos reservados.
Dedicado con todo mi amor a mi mujer.
Caroline, eres lo mejor que me ha sucedido
en la vida.
Al igual que ocurre con las cuatro estaciones,
Mi amor por ti podrá mostrarse diferente,
Mas en esencia siempre será el mismo.
Agradecimientos
Me gustaría dar las gracias a mis padres, María Dolores y Diego, por mostrarme su apoyo y amor incondicional en todo momento y, además, por darme la oportunidad de elegir mi camino y respetar siempre mis decisiones.
A mi amigo y editor Sergio Román Blanca, cuyos comentarios, anotaciones y sugerencias, tanto como su revisión ortográfica, sin duda consiguieron mejorar sustancialmente la versión original de este libro.
A mi amigo Andrés Román Blanca, por ofrecerme su ayuda sincera cuando mi vida atravesaba un momento de gran dificultad. A mis queridos amigos Elisa Bravo y José Seguiri, por su cariño y por servirme como referencia en cuanto a calidad humana. A mi buen amigo José Diego Santiago Campos, quien siempre creyó en mí y me transmitió un enorme cariño, además de suponerme una gran ayuda en mi último año de universidad. A mi amigo Luis Plaza, por su gran apoyo y ánimo.
A mis queridas hermanas, María Dolores y Sara Galván, quienes ocupan un lugar especial en mi corazón.
Finalmente, agradecer a mi querida mujer por el apoyo diario que me brinda, y por asegurarse de que nunca me falta lo más valioso de esta vida: el amor.
Nota a la Segunda Edición
Desde que publiqué la primera edición (septiembre de 2015) han pasado dos años y medio. Como suele decirse: ha llovido mucho desde entonces.
Cuando decidí escribir este libro tenía en mente ayudar a las personas a creer en sí mismas y a desarrollar la confianza necesaria para aventurarse a perseguir sus sueños. Lo que en principio me motivó a ponerme manos a la obra, pronto dejó paso a un mar de dudas: ¿Seré capaz de escribir un libro?, ¿me las arreglaré para perseverar de principio a fin? ¿Y si no puedo publicarlo?, ¿y si no gusta?, ¿y si me quedo sin ideas a medio camino?
La dura realidad no tardó en golpearme de lleno y hacerme saber que no sería fácil. Sentarse delante de un “documento Word” en blanco con la idea de escribir todo un libro puede resultar muy duro, tanto más cuando es la primera vez que lo haces. Para mí resultó ser una buena cura de humildad. De hecho, este proyecto me hizo explorar rincones profundos de mi persona que me eran desconocidos. Pronto me di cuenta de que el mayor obstáculo del camino sería yo mismo.
Sin embargo, pensar en aquellas personas a las que quería ayudar me dio la entereza necesaria para enfrentarme con éxito a mis debilidades y miedos, y para seguir adelante y no abandonar hasta el final. En mi mente, muchas personas estaban esperando leer mis palabras, de modo que tenía que dar lo mejor de mí mismo. Y lo hice.
Pero uno trata de seguir avanzando y creciendo a nivel personal, de modo que lo que en su día me pareció bien hecho, ya no me lo parecía tanto. Mucho menos tras el año que pasé viviendo en Estados Unidos, donde aprendí tantísimo. Además, el hecho de continuar vendiendo libros (¡muchos más de los que jamás podía haber imaginado!) siendo consciente de que el libro podía mejorarse, me hacía sentir incómodo. Esto me incitó a desarrollar una 2ª edición mejorada, ya que mis lectores se merecen un libro mejor.
Durante mi estancia en Cambridge (Massachusetts), mi mujer estuvo haciendo un MBA en Harvard y yo, desde el principio, decidí leer todos los libros que ella tuviese que leer para sus cursos, además de asistir como oyente a algunas clases. Estando motivado y con ganas de aprender, un año da mucho de sí, tanto más viviendo en semejante centro intelectual. Mi mujer y yo fuimos juntos a un sinfín de conferencias y eventos de todo tipo. Además, estando allí me dediqué a editar la versión en inglés (ya traducida) de mi libro, para que se leyese lo más parecido a la versión en español, pero incluyendo un gran número de mejoras. Una vez terminado, tuve el privilegio de que una editora (¡licenciada de Harvard!) editase nuevamente el libro. ¡Me faltan palabras para expresar cuánto aprendí con ella sobre el trabajo de edición! En su conjunto, mi experiencia en USA fue realmente enriquecedora en todos los sentidos. Por eso, espero que todo lo aprendido se vea reflejado en ésta 2ª edición, en la cual he tratado de corregir cuantos errores me ha sido posible encontrar, así como mejorar la versión original todo lo que he podido, dentro de los confines del trabajo de edición (es decir, ¡sin escribir un libro nuevo!).
Para terminar, me gustaría dar las gracias a todas las personas que, bien confiando en mí, o bien queriendo apoyarme, decidieron comprar mi libro. Gracias a vosotros, gracias a vuestro apoyo me di cuenta de que tal vez debía dedicarme solamente a escribir. Mi voz interior me dice que sí, que siga adelante; mi corazón, también. De modo que, antes o después, mi segundo libro estará listo. ¡No pasará un día sin que piense en todos vosotros, sin que os imagine esperándolo! Hasta entonces, espero que disfrutéis leyendo el presente y, como no podía ser menos, dejadme añadir que, ¡ojalá os ayude a conseguir vuestros sueños!
Londres, 5 de Abril de 2018.
Índice
Introducción
Estamos vivos. Sin haberlo pedido, nos encontramos en el mundo, tenemos una vida que va sucediendo día tras día sin que nosotros podamos detener el tiempo. Sin embargo, muchas personas jamás se han planteado qué hacen aquí, en el mundo, o por qué están aquí. A mí me gusta decirles lo siguiente:
“Imagina que mañana te despiertas en un sitio inesperado. Imagina que, de repente, abres tus ojos y te encuentras rodeado de extraños, tumbado en una cama que no te es familiar, en una habitación que desconoces… ¿Qué sería lo primero que pensarías?, ¿qué se pasaría por tu cabeza? Lo más normal es que pensaras: “¿Qué hago aquí?, ¿por qué estoy aquí? ” . Pues bien, esto mismo que he descrito ya te ha ocurrido. Sin embargo, eras demasiado pequeño como para plantearte estas preguntas. Pero ahora no”.
Por eso, pienso que es normal plantearse o haberse planteado cuestiones semejantes en algún momento de nuestra vida. Yo también lo hice. Y después de pensar mucho sobre ello, llegué a la siguiente conclusión:
“ Tal vez haya personas que recuerden sus vidas pasadas (yo no estoy entre ellas). Quizá haya vidas futuras (no lo sé). Puede que el cielo exista y que solamente dé cabida a las buenas personas cuando abandonan este mundo; puede que así sea. Pero hay algo que es seguro, algo de lo que no dudo y sobre lo que no tengo que pensar: esta vida sí existe, esta vida que tengo sí es real, esta vida me pertenece. Ni sé de dónde vengo ni adónde voy, pero sí sé que ahora mismo, existo. Y si yo existo, mi vida también, luego ¡he de aprovecharla al máximo! ” .
Y estando convencido de que tenía que aprovechar mi tiempo al máximo, me asusté al pensar lo siguiente:
“Si sólo tengo esta vida, ¿qué pasa si no la aprovecho? ¿Y si no llego a hacer todo lo que quería hacer?, ¿y si no consigo todo cuanto quería conseguir?” .
Y, de repente, mientras me hacía este tipo de preguntas, mi miedo se acentuó al pensar:
“¿Y si no vivo la vida que quería vivir? ¿Qué pasaría si me veo en mi lecho de muerte y siento que no he vivido como quería?, ¿y si deseo fervientemente poder volver atrás y empezar de nuevo?” .
Por alguna razón, después de mantener este diálogo interior conmigo mismo, fui por primera vez consciente de que ésta es la única vida que tenía y que, o bien hacía todo cuanto estuviese a mi alcance para vivirla como yo quería, o bien un día tal vez me vería angustiado pensando que mi vida había llegado a su fin y no la había aprovechado. Me di cuenta de que, tal vez, un día tendría que aceptar que me había limitado a mirar hacia otro lado y no había atendido a esa vocecilla interior que me decía que mi vida no le gustaba, que la cambiase, que no tenía por qué ser así. Desde entonces, decidí ser el “director” de mi vida; me dije: “Ya está bien de seguir a otros; a partir de ahora, sólo seguiré los dictados de mi corazón” .
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