El trabajo de Turid Rugaas ha hecho cambiar de forma radical mi trato con los Caniches y los Border Collies rescatados en los albergues del Border Collie Trust en Gran Bretaña. Ahora tengo un nuevo lenguaje para comunicarme con los perros tímidos, los que han sufrido un trauma severo, los que asisten a las clases de obediencia, y con los que han estado aislados y no han tenido un periodo de socialización en las granjas de cría. Algo extraordinariamente beneficioso para mí y un inmenso alivio para los perros.
Alison F. Rowbotham.
Association of Pet Behaviour Counsellors. Inglaterra.
Como ocurre con las invenciones más ingeniosas, el trabajo de Turid sobre las señales de calma deja al lector preguntándose cómo es posible que nadie haya escrito antes sobre este tema. Es de sentido común, práctico y muy lógico. El único problema es que causa adicción; con anterioridad nunca me había puesto a analizar por qué bostezaban los perros. Es un libro de lectura obligada para todos los que trabajan con perros.
Dr. Gaille Perry.
Veterinario. Catedrático. Adiestrador de perros. Australia.
Turid Rugaas
El lenguaje de los perros
Las señales de calma
ePUB v2.0
Ukyo10.06.12
Título original: On Talking Terms with Dogs: Calming Signals
Turid Rugaas, 2005.
Traducción: Benigno Paz Ramos
Editor original: Ukyo (v2.0)
ePub base v2.0
Mi eterna gratitud y amor para VESLA,
por haber iniciado todo esto,
por ser ella misma.
Presentación
(Edición española)
Se han escrito tantas cosas sobre los perros, su modo de comunicación, su adiestramiento… que parece increíble que todavía puedan surgir libros tan interesantes y, de alguna forma, tan novedosos como el que nos ocupa en esta ocasión.
La lectura de este libro resulta interesante y divertida. Es como redescubrir las cosas que sabíamos de siempre de una forma intuitiva. Sorprende cuando alguien pone todas las piezas juntas y les da sentido, las estructura, sistematiza y da unas pautas, sintetiza y establece un método de análisis de lo que observamos. Después de la lectura de este libro uno disfruta mucho más de la observación y la comunicación con los perros.
Un libro esencial para todos los profesionales relacionados con el mundo del perro y para los propietarios. Escrito en un lenguaje muy directo, sencillo, sin tecnicismos, para lograr comprender el código que rige en la comunicación de y con los perros, nos ayudará a evitar conflictos y a disfrutar con mayor intensidad de la relación con nuestros perros. Sin duda, este libro cambiará el modo en que te comunicas con tu animal de compañía.
Esto ha sido lo que nos ha animado y decidido a traducir y publicar este libro que, esperamos, tenga una buena acogida entre los profesionales y permita continuar la publicación de los últimos trabajos en el mundo del perro.
Benigno Paz Ramos
Instructor de movilidad con perro guía y traductor de este libro
La Historia de Vesla
El enorme Pastor de Brie realizó un violento ataque acompañado de gruñidos y ladridos. A toda velocidad se dirigía hacia la pequeña Elghund, que se paró, se quedó inmóvil y giró su cabeza hacia un fado. El perro se paró perplejo, desconcertado, a tan sólo unos pasos de la Elghund, como sin saber qué hacer, Entonces, buscó a un lado y a otro alguna actividad alternativa, olisqueando ligeramente el suelo, distraídamente, y finalmente volvió al punto de partida.
El lugar de los hechos era mi pista de entrenamiento. El Pastor de Brie era un perro con problemas de relación con otros perros que un cliente había traído a mi consulta. La pequeña Elghund era mi perra Vesla, de trece años.
Vesla siempre sabía lo que había que hacer y siempre se las arreglaba para apaciguar a los otros perros cuando se mostraban agresivos, asustados, estregados o simplemente, la hostigaban. Durante once años ningún perro ha sido capaz de conseguir hacerle perder el equilibrio mental, los nervios. Ella es el retrato de la supervivencia, una perra capaz de resolver conflictos, con todas las destrezas de comunicación necesarias para sobrevivir.
Vesla no siempre se había comportado de ese modo. Llegó a mis manos como una perra vagabunda, y teníamos la intención de encontrarle una familia que la adoptase dado que no se adaptaba a mis perros y mostraba un comportamiento muy agresivo y violento. Se peleaba, tenía reyertas, disputas, estaba estresada, era imposible, y yo no me sentía con fuerzas como para comenzar a adiestrarla. Pero nadie la quería, por lo que, con un suspiro de resignación, decidimos quedárnosla y comenzamos a intentar Integrarla en la «manada» de perros y gente.
Fue un tiempo de pruebas y experimentación. Estoy convencida de que era el perro con peor comportamiento de todos los que había tenido en casa. Pero, gradualmente, las cosas mejoraron. Dejó de subirse por las cortinas. Comenzó a salir junto con los otros perros sin intentar morderlos todo el tiempo y conseguía relajarse de cuando en cuando. Y de repente, un día, para mi sorpresa, vi que comenzaba a comunicarse con los otros perros. ¡El trabajo de los otros perros comenzaba a dar sus frutos con ella! Cuando me percaté de que comenzaba a recuperar su lenguaje canino intenté aplicar mis métodos tradicionales de adiestramiento. Premiando todo lo que hacía en las sucesivas aproximaciones al comportamiento deseado: cada vez que dejaba entrever un signo de calma, yo la premiaba. Vesla, progresivamente, mejoró. Me percaté, para mi sorpresa, de que era posible reforzar su propio lenguaje con los premios, y luego las cosas sucedieron muy rápido. Mis dos perros y yo la ayudábamos. En poco tiempo se convirtió en el milagro del lenguaje canino. Un año más tarde, ya había desaparecido todo su comportamiento agresivo, y desde entonces hasta hoy, doce años más tarde, nunca ha tenido altercado alguno con otros perros. Simplemente no consiguen hacerle perder el control.
La historia de Vesla me ha hecho comprender que es posible devolver a los perros el lenguaje perdido. Desde entonces he hecho de esta enseñanza mi modo de vida y mi trabajo principal, Además, ha enriquecido mi vida, ya que ahora entiendo, comprendo mejor, qué sienten los perros, Siento realmente que me comunico con ellos. Y eso me produce buenas vibraciones, casi como el sueño infantil de conseguir hablar con los animales.
Gracias Vesla, por todo lo que me has enseñado. Has cambiado mi vida.
Introducción de Terry Ryan
Aconteció en la VI Conferencia Internacional, Los animales y nosotros, sobre la interacción personas-animales, en Montreal. Una de las personas asistentes al seminario, atenta y tranquila, era Turid Rugaas, que estaba sentada unas filas por delante de mí durante las presentaciones sobre el comportamiento canino. Turid nunca podría ser una buena jugadora de póquer. Enseguida me percaté de que sus hombros se tensaban o relajaban dependiendo del ponente. Lo gracioso del caso era que su lenguaje corporal reflejaba con precisión la opinión que me merecían las presentaciones de los conferenciantes.
¡Contactos! ¡Para eso sirven los simposium! Deseaba conocer a esa extranjera cuyas opiniones sobre temas de comportamiento parecían ser muy similares a las mías. Al percatarme de que el inglés no era su lengua materna, y preguntándome si la entendería, me pasé la jornada haciendo acopio de fuerzas para presentarme ante ella. Desde aquel encuentro en 1992, he estado en numerosas ocasiones con Turid. La he invitado como ponente en los seminarios, presentaciones sobre comportamiento y sesiones prácticas de adiestramiento que he organizado tanto en los Estados Unidos como en el extranjero. En todos los lugares por los que ha pasado ha cautivado a la audiencia. Fue muy popular en Japón con sus ojos azules y sus coletas rubias.