Aguayo Guillermo - El poder del amor: el matrimonio no es para aguantarlo ... Es para disfrutarlo!

© 2013 por Guillermo y Milagros Aguayo

Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América. Grupo Nelson, Inc. es una subsidiaria que pertenece completamente a Thomas Nelson, Inc. Grupo Nelson es una marca registrada de Thomas Nelson, Inc. www.gruponelson.com

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Citas bíblicas marcadas «NVI» son de la Nueva Versión Internacional®NVI® © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. Usada con permiso.

Citas bíblicas marcadas «RVC» son de la Santa Biblia, Reina-Valera Contemporánea® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2009, 2011. Usada con permiso.

Citas bíblicas marcadas «RVR1960» son de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1960 © 1960 por Sociedades Bíblicas en América Latina, © renovado 1988 por Sociedades Bíblicas Unidas. Usados con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de la American Bible Society y puede ser usada solamente bajo licencia.

Citas bíblicas marcadas «RVA» son de la Reina-Valera Antigua 1569 por Casiodoro de Reina, revisado en 1602 por Cipriano de Valera. Dominio público.

Editora en Jefe: Graciela Lelli

Diseño: Grupo Nivel Uno, Inc.

ISBN: 978-1-60255-957-8

Impreso en Estados Unidos de América

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CONTENIDO

M atrimonio…

¿Qué es lo primero que piensas cuando lees u oyes esta palabra? ¿Acaso recuerdas aquella inolvidable fecha cuando dijiste emocionado (o emocionada): «¡Sí, acepto!»? ¿Quizás evocas con un temblor en tu cuerpo un lugar especial y romántico? ¡A lo mejor tu imaginación vuela y recuerdas cada detalle de todos estos años junto a tu cónyuge! O quizás «matrimonio» simplemente te recuerda alguna canción…

Hay una enorme cantidad de recuerdos que asociamos al matrimonio, pero ¿qué te parece si empezamos con una canción?

Su nombre es «Love and Marriage» (Amor y matrimonio). Vio la luz el año 1955, letra de Sammy Cahn, música de Jimmy Van Heusen y la magistral interpretación es de Frank Sinatra.

¿Hay algo que la hace especial? Claro que sí.

Es impresionante la claridad con la que hace casi sesenta años se expresaban acerca del amor y el matrimonio. Era un tiempo en que tenían bien definidas todas sus ideas: Amorymatrimonio, no se puedetener uno sin el otro.

¿Puedes imaginar en estos tiempos que un cantante famoso construya con esta letra un mega-hit para la radio? Es imposible pensar que hoy por hoy alguien cante acerca de lo unidos que van el amor y el matrimonio, y que así se haga merecedor de premios por ventas. En 1956 «Love and Marriage» ganó el Emmy a la mejor contribución musical.

Pero esta canción tiene algo más detrás de sí, ¿recuerdas la serie «Matrimonio con hijos» o, «Casados con hijos»? Debes de haberla visto. ¡Y si recuerdas la melodía de esta serie ya tienes identificada la canción «Love and Marriage»!

Pero si no la recuerdas, te contaré que esta serie se empezó a difundir en 1987. La trama giraba alrededor de una familia disfuncional que vivía en Chicago. Fue una serie que simplemente buscaba hacer reír a través de las situaciones más absurdas, y el éxito que alcanzó fue tan impresionante que se transmitieron nada menos que ¡doscientos sesenta y dos episodios! Esto la convirtió en la serie de mayor éxito de ese canal solo superada por «Los Simpson».

Ante tal realidad, las preguntas caen por su propio peso: ¿por qué el éxito de una serie así? ¿Por qué el público se ha divertido durante diez años consecutivos viendo las peripecias de una familia disfuncional? ¿Qué había en este matrimonio tan disímil que volvió «adictas» a millones de personas que no se perdían un episodio?

Si hacemos una breve descripción de esta familia podremos descubrir de dónde viene esa «adicción» de los televidentes.

El padre se llamaba Al Bundy. Era un marido al que poco le importaba su familia y que se la pasaba añorando sus años en la preparatoria donde había sido todo un héroe del fútbol americano. La esposa de Al, Peggy, había sido la chica más «popular» del instituto antes de convertirse en la señora Bundy, un ama de casa holgazana y extravagante que descuidaba sin piedad a su familia y que malgastaba en caprichos el poco dinero que ganaba su marido. Luego teníamos a la hija mayor, Kelly, el estereotipo perfecto de la rubia bella y tonta, (¡su propio padre la llamaba «calabacita»!). Y finalmente estaba Bud, el hijo menor; a quien le dieron un tinte de adolescente perdedor que siempre buscaba ser atractivo de alguna forma con tal de tener suerte con una chica.

¿Qué te pareció esta descripción? ¡Sí que era una bonita familia! Después de haber visto todo este panorama nos podemos dar cuenta de que el interés de la gente siempre estará puesto en lo morboso, en lo malévolo y en todo lo malintencionado, si no ¿de qué otro modo habría podido alcanzar éxito tal una serie como esa?

Esta familia nos enseña todo lo que no debemos ser. El arraigo que tuvo fue porque la gente se identificaba con alguna situación en su vida. ¡Todos, en algún momento, hemos sido como alguno de esos personajes! Exponer las miserias de la gente se ha convertido en un negocio redondo para la televisión y el cine, y eso lo han visto claramente los productores, de ahí que ahora abunden series con familias o miembros disfuncionales.

No las voy a mencionar, pero espero que sí recuerdes o investigues cuáles son las series de TV que actualmente se están exhibiendo donde nos venden un prototipo de familia o matrimonio miserable, y habiéndolo hecho, ve si alguno de tus hijos, o todos, se están alimentando con estos perniciosos ejemplos de familia.

Abrigo la esperanza de ser alguien que, a través de este libro presente, junto con mi cónyuge, un modelo exitoso de matrimonio. Anhelo con todo el corazón que ustedes, lectores, como esposos y esposas, sean el ideal de matrimonio que sus hijos desean y necesitan. Es ahora más importante que nunca presentar a nuestra descendencia, y a todo su entorno, un estándar de matrimonio que simple y sencillamente haga que los jóvenes digan: «¡Qué fantástico debe ser casarse!».

En las páginas que siguen queremos darte, de gracia, lo que nosotros de gracia hemos recibido a lo largo de nuestros años de experiencia restaurando familias y bendiciendo generaciones.

Dios nos ha dado a los seres humanos un recurso que tiene un gran poder para transformar nuestra vida matrimonial. Y este recurso es el amor. El amor les hará conocer su matrimonio como un pacto eterno, les hará encontrar a ustedes dos un elevado propósito siendo uno y les permitirá deleitarse siendo generosos con su cónyuge. El amor les hará disfrutar de las diferencias, desatará perdón, traerá bendición y multiplicará sus graneros. El verdadero amor está en su matrimonio ¡porque ustedes mismos personifican al amor!

Tres cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor. (1 Corintios 13.13)