Cada uno de los 22 días de este devocional inicia con la edificación a través de la Palabra y la exposición de algunas ideas que te ayudarán a enfocarte en el mensaje que el Señor desea compartirte. Luego, puedes iniciar tu comunicación con Dios a través de una sencilla y profunda oración con la que te preparas a escucharlo y a reflexionar sobre tu experiencia personal respecto al tema.
Todos los días cierran con una actividad que te ayudará a poner en práctica las valiosas ideas que descubriste, porque sabemos que es importante poner por obra lo que aprendemos. Te aseguro que tu encuentro con el Espíritu Santo será intenso y gratificante.
El objetivo de este libro es compartirte la gracia del Señor, por lo que no te desanimes si por alguna razón interrumpes la lectura y la práctica de las actividades que te sugiero. El Espíritu Santo es paciente y te anhela de tal forma que al retomar el proceso, Su amor y unción llenarán tu vida intensamente. ¡No lo dudes!
Antes de iniciar, quiero compartir contigo unos versos respecto a la oración que te ayudarán en la comunión con el Espíritu Santo.
• Se ora sin atender a tus virtudes o a tus defectos, sino con fe en la sangre del Hijo de Dios (Hebreos 10:19-22)
Día 1
El Señor te anhela
¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros? Pero él nos da mayor ayuda con su gracia.
Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes.»
Santiago 4:5-6
Dios siempre te anhelará más de lo que tú puedas imaginar y Su presencia se manifestará sin reservas cuando comprendas esta verdad y lo busques. Su Espíritu, que ha hecho morar en nosotros, nos anhela celosamente porque somos únicos y especiales para Él y desea que seamos de Su propiedad.
El Espíritu Santo no quiere compartir tu amor con el mundo, desea que tú lo escojas a Él y le des la prioridad por sobre cualquier persona o situación. Ansía que apartes tiempo para estar a solas y hablarte. Quiere mantenerse en comunión íntima contigo y para lograrlo, debes desear lo mismo, expresárselo, demostrárselo. Es como en el matrimonio o el noviazgo, ya que en dichas relaciones esperas que la persona amada te busque y atienda exclusivamente a ti. Nada debe ser más importante que el tiempo que pasan juntos. Lo mismo debe suceder en tu relación con Dios. Él te espera para amarte.
Busco al Señor en oración
Recibe el amor que Dios tiene para ti y asegúrale que lo amas con todo el corazón. Dale gracias porque te anhela, eres Su hijo amado y desea tener un encuentro contigo: “Espíritu Santo te adoro y deseo sentir Tu amor rodeándome. Sé que también me anhelas porque soy criatura apartada para ti. Gracias por tu fidelidad incondicional”.
Reflexiono
• ¿Te imaginabas que el Espíritu Santo te busca y desea relacionarse contigo?
• ¿Tu imagen de Dios era la de un padre amoroso o la de un jefe autoritario?
• ¿Cómo te sientes ahora que sabes que el Espíritu te anhela más de lo que tú podrías anhelarlo a Él?
• ¿Alguna vez sientes que no tienes tiempo para orar?
• ¿Sabes que Dios nunca ha sentido el deseo de alejarse de ti?
¡En acción!
Anoto a qué hora apartaré tiempo para dialogar con mi Padre Celestial, cuánto tiempo le dedicaré y el lugar que prepararé para hacerlo:
Horario:
Tiempo que dedicaré:
Lugar que prepararé:
Otras citas
Jeremías 33:11
1 Corintios 8:5-6
El Espíritu Santo desea establecer una relación íntima conmigo.
Día 2
Despierto y aún estoy contigo
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.
Salmo 139:17-18
( Versión Reina Valera 1960 )
La relación con Dios puede ser tan intensa como sea tu búsqueda de Su presencia. Pero no solo puede ser intensa, sino que también es una relación profunda y comprometida que te brindará paz y realización. La relación con Dios no es como la que se tiene con un amante fugaz, sino como la de los cónyuges que luego de la unión más íntima continúan abrazados y se aman cada día más, a pesar de las dificultades y las debilidades de cada uno.
El Espíritu Santo desea compartir intensos momentos contigo, además de ofrecerte la seguridad de una relación que perdura. Puedes pasar noches enteras delante Suyo, incluso, hasta el amanecer. Busca a Dios como persona, es decir, como alguien con quien se puede tener una relación íntima y cercana porque desea compartirnos Sus pensamientos y Su amor.
Pídele al Señor que te haga sentir Su presencia y Su poder para que te llene y permanezca en tu vida. La unción es la esencia del poder de Su Espíritu y se manifiesta si estás dispuesto a creerle y darle prioridad. Ser ungido no es casualidad o suerte, es resultado de buscarlo con insistencia, disciplina y amor.
Convéncete de que puedes ser completamente lleno con Su dulce y suave presencia, una y otra vez, en cualquier lugar, porque incluso en medio de tus actividades cotidianas, el Espíritu Santo está contigo en todo momento, por lo que puedes acudir a Él.
Busco al Señor en oración
Prepara tu cuerpo y espíritu para recibir al Espíritu Santo y dile: “Deseo experimentar Tu presencia y Tu poder, quiero aprovechar todo el tiempo que sea posible a Tu lado. Sin importar que las horas pasen, anhelo amanecer contemplándote y experimentando Tu gran amor. Quiero vivir junto a ti cada momento del día”.
Reflexiono
• ¿Has procurado buscar a tu Padre Celestial sin importar la hora o que el tiempo pase?
• Después de una experiencia intensa con Él, ¿le das gracias por ese tiempo y porque nunca te abandona?
• ¿Por qué crees que es necesario tener disciplina y constancia para recibir la unción del Espíritu Santo?
¡En acción!
Anoto tres acciones que realizaré durante mi tiempo con el Señor para experimentar Su presencia:
1. Música que escucharé:
2. Pasajes bíblicos que leeré: