Oír la voz de Dios es un arte aprendido, no un don. No conozco una mejor forma de aprender este arte que reflexionando en las palabras del Espíritu Santo a una oidora experimentada como Jennifer. A medida que prestas tu oído para escuchar y dispones tu corazón para recibir, también aprenderás a reconocer la voz de tu fiel maestro y amigo, el Espíritu Santo.
—DUTCH SHEETS
PASTOR PRINCIPAL, FREEDOM CHURCH
COLORADO SPRING, COLORADO
No pasa un solo día que no tenga que hablar con el Espíritu Santo, ya sea en mi lenguaje natural o en mi lenguaje de oración. Nuestras conversaciones son profundas, personales y llenas de promesas. Él me promete que nunca me dejará, y camina conmigo a través de las pruebas y tentaciones, a través del gozo y la tristeza. Te animo a que lo invites a cada área de tu vida, y verás la diferencia. Cada mañana con el Espíritu Santo te provee recordatorios rápidos de cómo el Espíritu Santo anhela morar dentro de ti diariamente.
—DRA. MARILYN HICKEY
PRESIDENTA Y FUNDADORA,
MARILYN HICKEY MINISTRIES
En Cada mañana con el Espíritu Santo, Jennifer LeClaire nos ofrece una vislumbre de la intimidad con Dios que es posible aun hoy en día. Él anhela tener una relación profunda y personal con todos los creyentes, porque se deleita en nosotros. Este devocionario inspirador te animará a caminar con Él, hablar con Él y amarlo a Él con todo tu corazón, mente, alma y fuerzas.
—MIKE BICKLE
DIRECTOR, INTERNATIONAL HOUSE OF
PRAYER, KANSAS CITY
¿Deseas comenzar cada día con una palabra ardiente en tu corazón y aplicar el resplandor del Espíritu Santo sobre tu vida? Entonces, ¡no busques más! Las palabras inspiradoras de Jennifer LeClaire son para ti. Comienza tu primer día del resto de tu vida de manera correcta.
—DR. JAMES GOLL
ENCOUNTERS NETWORK, PRAYER STORM,
GET ESCHOOL, AUTOR DE ÉXITOS
DE VENTAS INTERNACIONALES
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Cada mañana con el Espíritu Santo
por Jennifer LeClaire
Publicado por Casa Creación
Una compañía de Charisma Media
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Lake Mary, Florida 32746
www.casacreacion.com
No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio—electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro—sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.
A menos que se indique lo contrario, el texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera
© 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina;
© renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas.
Utilizado con permiso.
Traducido por: LM Editorial Services
Diseño de la portada: Lisa Rae McClure
Director de diseño: Justin Evans
Copyright © 2015 por Casa Creación
Todos los derechos reservados
Visite la página web de la autora:
www.jenniferleclaire.org
Library of Congress Control Number: 2015952275
ISBN: 978-1-62998-822-1
E-book ISBN: 978-1-62998-838-2
Originally published in the U.S.A. under the title: Mornings With the Holy Spirit
Published by Charisma House, A Charisma Media Company, Lake Mary, FL 32746 USA
Copyright © 2015
All rights reserved
Dedico este libro a mi hija, Bridgette, un regalo precioso de Dios que me ha enseñado cómo amar incondicionalmente y me ha inspirado a poner mi vida por otros. Su corazón está presto a perdonar, su alegría es contagiosa, y su perseverancia es un ejemplo de cómo Cristo nos fortalece para hacer todas las cosas cuando buscamos su voluntad. No me puedo imaginar mi vida sin la oportunidad de criar esta hermosa joven. Te amo, Bridgette, y Dios te ama aún más que yo.
Contenido
E STUVE ALEJADA DE Dios por muchos años antes de rendirme finalmente a su voluntad, pero hay evidencia clara que prueba que su mano estuvo conmigo aun cuando estaba corriendo en la dirección opuesta. De hecho, cuando mi esposo me abandonó en el 1999 con mi bebé de dos años, peleé con Dios y le demandé respuestas a esa injusticia. Él se mantuvo en silencio entonces, pero ahora sé que Él estaba guardándome y protegiéndome. Sus pensamientos hacia mí eran pensamientos de paz y no de mal, para darme un futuro y una esperanza (Jeremías 29:11).
Después que pasaron dieciocho meses de la desaparición de mi esposo, que dejó nuestras vidas en pedazos, fui arrestada por un crimen que no cometí. Enfrentaba cinco años de prisión, una sentencia que habría dejado a mi hija básicamente huérfana. Sin ayuda y sin esperanza, finalmente clamé a Dios, y Él me libró del plan del enemigo que destruiría nuestras vidas. Vistiendo un uniforme anaranjado brillante en la oscuridad de una cárcel del condado, entregué mi corazón a Aquel que me creó, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardó mi corazón y mi mente en Cristo Jesús (Filipenses 4:7).
Fue en este ambiente, en una cárcel llena de prostitutas, drogadictas, ladronas, y toda clase de criminales violentas, que escuché esa apacible voz de Dios por primera vez. En ese lugar de cautiverio, descubrí que donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad (2 Corintios 3:17). Frente a la imposibilidad, Dios me enseñó que para el que cree todas las cosas son posibles para Él (Marcos 9:23).
Nunca olvidaré mi experiencia. El Espíritu Santo me mostró en la Palabra y habló a mi corazón que sería libre en cuarenta días. Siendo una nueva convertida, no tenía idea que el número cuarenta era un símbolo de prueba y dificultad, pero cada vez que abría mi Biblia, leía algo que evolucionaba alrededor de ese número: los cuarenta años que Moisés vivió en Egipto, los cuarenta años que los israelitas anduvieron en el desierto, la experiencia de Noé con cuarenta días de diluvio, los cuarenta días que Jesús estuvo en el desierto.
Luego de varios días de guiarme sobrenaturalmente a través de la Palabra, el Espíritu Santo me hizo ver claro que yo estaría libre de la injusticia de la prisión en cuarenta días. Parecía imposible, considerando que el juez me había negado la fianza en tres ocasiones, y este mismo juez estaría en vacaciones luego de los cuarenta días de mi cautiverio. Todo lo que puedo decir es: “pero Dios”. En el día cuarenta se me pidió que pasara a una celda con otras reclusas. Nunca había sido enjuiciada o convicta por lo que se me acusaba. Nunca antes me había parado delante de un juez terrenal. Gracias a Dios, el juez, Jesucristo, no es un hombre que miente. Fui liberada en el día cuarenta, así como el Espíritu Santo me lo había dicho. Ese fue el comienzo de una hermosa amistad con el Espíritu Santo que había abierto la puerta para que yo recibiera todos sus beneficios: su dirección, su vida, su revelación, su consuelo, su verdad, su gracia, y muchas otras cosas más. ¡El Espíritu Santo es tan fiel! Él nunca deja de hablarle a mi corazón en momentos críticos. Él está presto para advertirme cuando estoy siguiendo el camino incorrecto. Él gentilmente me ofrece la sabiduría que necesito para superar cualquier obstáculo. Y Él siempre tiene una palabra para mí en el tiempo oportuno cuando soy cuidadosa en mantener un oído que escucha y un corazón atento.
Dios ha restaurado mi vida en hermosas maneras, más que compensarme por la injusticia de ser abandonada con una bebé así como haber sido falsamente acusada y llevada a la cárcel. Hoy sirvo como editora en la revista Charisma, una comunicación periódica de vanguardia publicada por una de las compañías de comunicaciones cristianas más grandes del mundo. He sido autora de más de una decena de libros, he ministrado en varias naciones, y aparecido en muchos programas de radio y televisión nacional. Además, dirijo un ministerio de oración floreciente en Fort Lauderdale, Florida. Más importante que nada, tengo una relación especial con mi maravillosa hija, quien ha sobrevivido a las tormentas de la vida conmigo.