Quiero dedicar este libro a dos personas
que han fallecido mientras lo escribía:
En primer lugar, a mi madre recientemente fallecida,
sin su existencia yo no hubiera escrito esta obra.
Con todo mi amor.
A mi cuñado, un gran compañero y gran persona,
muy humanitario desinteresadamente con la gente en general, jefe de parque de bomberos de la Bisbal d`Emporda.
Siempre estarás con nosotros.
Prologo
No es una autobiografía el contenido de este libro, aunque en su contenido haya parte narrativas de mi vida o vivencias. Lo único que quiero es expresar lo que en primera persona he experimentado a lo largo de estos años en lo que rodea al mundo político y laboral en España.
Expongo mi punto de vista, por ello adquiriendo responsabilidad única del contenido, pero al mismo tiempo son sentimientos compartidos con muchos ciudadanos de hoy en día, que al estar en contacto diario te permite poder recoger información y contrastar datos para poder llegar a las conclusiones que reafirmo.
Dará la sensación de ser repetitivo, pero es porque en algún momento paso de forma resumida por encima del tema para luego profundizar más a fondo, lo cual lleva a quizás a ser repetitivo en ocasiones, pero a la vez la intención es recalcar temas muy importantes y que creo que son de interés para el lector.
Evito todo momento mencionar lugares geográficos en concreto al igual que nombres de personas, mi fin no es hacer llegar las virtudes o defectos de un lugar o persona con nombre y apellidos, si no la razón por la que se llegó a las circunstancias y las consecuencias.
Considero un libro totalmente crítico en política, aunque yo no sea un experto, pero soy ciudadano y lo escribo desde la perspectiva que lo ve el pueblo llano, por ello, mi vocabulario procura ser lo mas sencillo para que pueda ser legible y comprensible por todos, sin tanta palabrería que al final no acabas comprendiendo lo que han querido expresar, si es que han querido expresar alguna cosa.
Día 13 de octubre del 2017
Querido diario:
Han pasado trece días desde el famoso día de las votaciones en la comunidad autónoma catalana, la verdad es que en estos días todo ha sido muy confuso y contradictorio a la vez, a día de hoy no se vislumbra ninguna salida beneficiosa para nadie y mucho menos para el pueblo catalán. Cuando me refiero a pueblo, es eso lo que me preocupa, la plebe, pues sus gobernantes no me merecen en ningún momento ni una pizca de pena ni compasión, ya que ellos han liado este entuerto con sus majaderías y deseos de poder, ello ha movido a sus ciudadanos a movilizarse, simple y llanamente para beneficio propio, como toda proclamación de independencia, tras ellas siempre sirven para esconder afán de poder, corrupciones ambiciosas y vergonzosas.
Tristeza, rabia, impotencia y pena al mismo tiempo, es lo que siento ante esta situación, este país del cual siempre me he sentido orgulloso de pertenecer y de haber nacido. Dentro de su complejidad, y si miramos la historia, ha sido un pueblo muy sufrido que por culpa de sus maliciosos mandatarios ha vivido en una constante guerra civil, enfrentando entre sí a vecino, amigos, hermanos, a toda una nación contra sí misma. Penoso, ¿para qué? esa sería la pregunta que deberíamos plantearnos. En realidad para beneficiarse los poderosos, los que tienen el capital, sean de derechas, izquierdas o centro, la cuestión es desestabilizar y tener desunido al que realmente podría dañar: el pueblo, el obrero, el ciudadano de a pie. Manejarnos es su interés, su interés para mantener el puesto de poder que se fundamenta en poder adquisitivo, por otro lado el poder del capital, que le interesa mangonear engañando, haciendo ver lo que a ellos les interesa para poder mantener el control.
Si analizamos esta crisis que comenzó en el año 2008, fue producto de un ansia de poder, sobre todo de enriquecimiento, pero esta vez para pasar más desapercibidamente hicieron cómplice al ciudadano, haciéndolo culpable de un derroche y desenfreno que ellos mismo provocaron en complot con los bancos. De esta manera, mientras la clase media se entretenía en acaparar posesiones y trabajar para tener más, ellos podían campar a sus ancha y saquear todo lo que estaba en sus manos. Como estrategia era perfecta. En último término, si al final todo estallaba, como fue lo que pasó, los que iban a sacar el país iban a ser los ciudadanos, ajustándose al máximo, sufriendo penalidades, desahucios, recortes, poder adquisitivo y demás secuelas, mientras ellos escurrían el bulto y nos hacían creer que eran los salvadores de la «Crisis» y se cuidarían mucho de que el pueblo tuviera ese sentimiento de culpa para que no pudieran protestar frente a lo que iban a tener que afrontar durante varios años.
Pero creo que se debería retroceder más atrás en el tiempo, pues aunque se dice popularmente que hay que mirar hacia delante y el pasado, pasado está. A mi parecer no es una expresión exacta ni verdadera, pues es necesario meditar sobre las circunstancias del pasado para poder analizar circunstancias y hechos que han influido en el futuro presente, que ello nos ayude a saber y decidir quién queremos que nos administre y gobierne nuestro país, pues el hecho es que cualquier gobernante o político en la oposición no deja de ser un empleado de todos nosotros, que ellos están ahí para administrar y gobernar convenientemente nuestro país, velar por nuestro interés y bienestar, haciendo cumplir las leyes y la Constitución. Ellos no dejan de ser nuestros empleados, de todos los españoles sin excepción, pues de nuestros impuestos y sacrificios salen sus suculentos sueldos —de eso hablaremos más adelante—, por ello, han de estar a nuestro interés, no al interés de ellos; todos nosotros no deberíamos ser transigentes con ellos, al contrario, a la mínima que incumplan sus deberes como mandatarios y administradores se deben sustituir por quien sea merecedor de nuestra confianza, nunca hemos de olvidar el hecho primordial, que creo que a veces nos apartamos de ello, es que ellos están para nosotros, no el pueblo para ellos, hacer y deshacer a su antojo y beneficio, como las circunstancias actuales están demostrando.
El ansia de poder es tentador, siempre se corre el riesgo de querer alcanzarlo a cualquier precio, con lo cual, el medio es justificable. No pongo en duda las buenas intenciones iniciales, pero el camino en política es largo y con muchos obstáculos y tentaciones, por lo cual, desviarse de lo que eran los ideales y las buenas intenciones suele truncarse y al final no cumplir ni con lo prometido ni con sus ideales.
Como decía, si miramos atrás podremos analizar la trayectoria de nuestros políticos, desde la caída de la dictadura hasta nuestros días, que por lo que se puede ir observando en estos días, a fecha de junio del 2008, han sucedido todo una serie de acontecimientos que ponen en un interrogante cuál va a ser el futuro de nuevo de nuestra sociedad española, que como siempre estamos en manos de ellos, de lo que crean que es lo mejor, no sé si para nosotros o para ellos, para conseguir un bienestar social o un bien estar para sus ambiciosos proyectos.
Pero como estaba diciendo, vamos a retroceder en el tiempo, pues recordar a veces ayuda a meditar y ver errores que quizás en el futuro inmediato podamos evitar. Tiempo tendré para analizar lo transcurrió en estos días que nos preceden, me gustaría equivocarme y que todo sea para llegar a buen puerto.
Año 1975, para ser más exactos, el 20 de noviembre, fallece el dictador que durante treinta y seis años sometió a toda una población de más de veinte millones de españoles. En el año 1936 es cuando la revuelta de traidores, según ellos, salvadores, y digo traidores porque en ningún momento supieron aceptar que el pueblo eligiera sus mandatarios y su forma de gobierno, ellos tenían las armas y el poder, además con el apoyo de países exteriores que estaban bajo el mandato dictatorial, los cuales no dudarían en darle cobertura militar y material.
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