Lo que no se escribe no existe.
los que lo hacen confusamente, comentaristas.
Introducción
¿Por qué escribir conduce al éxito en la profesión o en la empresa?
Escribir es una práctica imprescindible para los profesionales de todas las áreas –el científico, el psicólogo, el abogado, el académico, el periodista, el filósofo, el artista visual– que por distintas razones necesitan plasmar su experiencia. También a los ejecutivos y los técnicos de la empresa la comunicación escrita eficaz les permite ganar tiempo y optimizar las relaciones internas y externas de la institución.
Las carencias técnicas de la creatividad y el oficio son las causantes principales de las dificultades. La escritura resulta placentera cuando se dominan sus claves y cuando se tienen argumentos para saber qué escribir, por qué escribir y para quiénes.
¿Cómo surgió el método que planteo paso a paso en este libro?
Durante muchos años, desarrollé con éxito en colegios profesionales y empresas unos cursos titulados «Lo que no se escribe no existe». Con la práctica, los participantes dominaron las claves y, a la vez, comprendieron que escribiendo podían profundizar en el asunto, aclarar las ideas, abrir puertas mentales y dejar sentada en el texto su trayectoria para mostrarla al mundo o sus ideas concretas para comunicarse mejor. Las expresiones incrédulas del principio se transformaron en expresiones de triunfo al finalizar el curso.
De las experiencias resultantes (algunas comentadas en estas páginas), ha surgido el método que presenta una base común a todas las profesiones y un capítulo específico para cada una. Y, como en aquellos cursos, en el libro presento de forma práctica, y con ejemplos, recomendaciones y trucos, para que, con creatividad –que activa las conexiones internas– y oficio –las técnicas y estrategias– se llegue bien equipado a producir un artículo exitoso, un ensayo original, un informe acertado y toda clase de textos de los que aquí incluyo.
¿Qué contiene?
Contiene las respuestas a muchas de las preguntas que suelen hacerse los lectores, autores principiantes o experimentados y son útiles para todos.
Sabes de qué quieres hablar, así sea en un artículo o un email, por ejemplo. Lo escribes, y al releerlo compruebas que no dice lo que tú pretendías decir. Entonces te preguntas cómo y por dónde deberías haber empezado la redacción, cómo organizar las ideas para llegar al lector sin desviarte del tema, cómo conseguir un buen comienzo que conduzca a un buen final, la progresión, una tesis contundente y convincente, la unidad.
En principio, crear las condiciones para escribir es la clave (todos pueden) aunque no se disponga de tiempo o no se confíe en la propia habilidad para hacerlo (dos mitos a descartar), o se suponga que poder hacerlo bien es una habilidad innata, cuando en realidad es una actividad adquirida.
Captar en sus partes el proceso de elaboración hace que ganes ese tiempo al adquirir el poder y los beneficios que otorga la palabra escrita.
¿Cuál es el temario?
El propósito de las nueve partes que lo componen es guiar y facilitar el proceso. La Primera y la Segunda son los pasadizos para llegar bien equipado a la redacción, constituyen una base de lanzamiento común a todos. La Tercera se especializa en la elaboración de un buen artículo; la Cuarta, de un ensayo que cautive al lector. La Quinta está dedicada a cada profesión en particular: las dificultades y las necesidades (del científico, el psicólogo, el periodista, el crítico literario, el artista visual, el académico). La Sexta está dedicada al mundo de la empresa: informes y otros textos útiles, incluso el storytelling; y las siguientes están pensadas nuevamente para todos: la Séptima señala cómo escribir para Internet, en sus diversas opciones; la Octava recomienda estrategias esenciales, y la Novena, cómo mejorar el texto una vez escrito.
Lo escribí con la pasión que me guía en cada libro, e imaginando qué podía necesitar el lector. En este, tuve que colocarme en el lugar de varios lectores distintos con objetivos diferentes. Confío en que les resulte muy útil y ameno a todos. Suelo recibir numerosos correos electrónicos que me lo comunican, espero que sea así también en esta ocasión.
Escribo esta Introducción cuando sé que el libro ya está terminado, con ese estremecimiento que llega junto al punto final cuando ya no queda nada por retocar. Es el instante en que también sé que –en buena medida y en cada libro– me acompañan el entusiasmo de mi editora, Idoia Moll, directora de ALBA, y sus acertados consejos.
PRIMERA PARTE
Claves prácticas para fluir con naturalidad
1
Crear las condiciones
No hay que desesperar si las primeras ideas no fluyen. Lo recomendable es tener claro de qué quieres hablar, así sea un ensayo, un artículo, un informe, y todas las variantes que la profesión o la empresa te pida, incluso un comunicado en facebook o un email. Tener claro qué piensas tú acerca del tema que vas a desarrollar, cuál es la visión que quieres transmitir o qué intentas demostrar.
Y reconocer que el tema escogido es proporcional a tus fuerzas. No depende, pues, el éxito de que un tema nos guste o deje de gustarnos, sino de que seamos capaces de desarrollarlo.
El detonante
Para escribir sobre algo en especial tienes que tener una razón poderosa. A veces es consciente y otras, inconsciente. Sea el tema que sea, pasa por tu propia biografía. Puedes intentar averiguarla al disponerte a escribir o a medida que escribes. Una vez que tengas claro el motivo, formula algunas preguntas que se desprendan de esa razón, una de ellas puede ser el desencadenante del texto.
Por tanto, el detonante es la razón por la cual escribes; el desencadenante, la consecuente pregunta que abres al lector.
Por ejemplo, supongamos que la razón importante es un sentimiento de impotencia frente a los terribles casos de corrupción que se destapan entre los políticos. Es un tema que podría generar, entre otras, esta pregunta: «¿Qué es lo que hace que una persona se aparte de sus principios y se coloque del lado de los corruptos?» (que podría funcionar más adelante como inicio o como final del artículo o del capítulo). Sería una pregunta útil porque nos afecta a todos. Es el secreto del detonante acertado: que te importe mucho y que pueda importarle a más gente. Llegar a formularla es un paso importante para no bloquearte. A menudo los bloqueos se producen por no atreverse a aceptar lo que nos revelan las respuestas.
A partir de la pregunta, escribe. Tu sentimiento te guía en la indagación, los aspectos del oficio te facilitarán más adelante la tarea para avanzar por la selva narrativa. No te frenes, sigue adelante aunque te parezca que divagas. Divaga. La pregunta es tu carril, las respuestas son los posibles desvíos.
El arranque, la primera acción
Sea cual sea tu propósito (elaborar un ensayo, un artículo de la profesión, la tesis, o incluso un informe u otro texto de no ficción), empieza escribiendo de forma:
1) espontánea: apunta lo primero que se te ocurra, aunque te parezca descabellado déjate llevar,
y
2) fragmentaria: no lo hagas, por el momento, de forma lógica y cronológica.