Gael Lindenfield - Libérate de la trampa de la culpabilidad: Pasos sencillos que te ayudarán a contin

A Stuart, mi esposo, quien más me ha apoyado y el compañero más maravilloso que haya podido tener junto a mí cuando necesité liberarme de la trampa de la culpabilidad, o con quien simplemente reí con ganas por haber caído de nuevo en ella.

© 2017 por HarperCollins Español

Publicado por HarperCollins Español® Estados Unidos de América.

Título en inglés: Skip the Guilt Trap

© 2016 por Gael Lindenfield

Publicado por Harper Thorsons, un sello de HarperCollins Publishers.

Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —mecánicos, fotocopias, grabación u otro— excepto por citas breves en revistas impresas, sin la autorización previa por escrito de la editorial.

Epub Edition March 2017 ISBN 9780718087449

ISBN: 978-0-71808-754-8

Editora en jefe: Graciela Lelli

Traducción: Loida Viegas

Adaptación del diseño al español: Mauricio Diaz

Impreso en Estados Unidos de América

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La culpabilidad no es un sentimiento malo, como tampoco el amor es uno bueno.

Si hacemos lo malo en respuesta a alguno de estos dos sentimientos, lo más probable es que surjan problemas.

Si hacemos lo bueno en respuesta a alguno de estos dos sentimientos, lo más probable es que seamos recompensados.

Si no hacemos nada en respuesta a alguno de estos dos sentimientos, lo más probable es que quedemos atrapados por la emoción y nos sintamos impotentes.

Para algunos, estas declaraciones pueden parecer obvias, pero pasaron muchos años de mi vida adulta hasta poder pronunciarlas con sinceridad. Desde mi más temprana infancia me aterrorizaba el sentimiento de culpa. No era tanto el temor a los fuegos del infierno; era el miedo a no llegar a ser nunca suficientemente santa. Esta había sido mi ambición ardiente desde que tengo uso de razón.

Por tanto, desde niña me esforcé para ser pura y así jamás sentirme culpable. Sin embargo, por muchos premios que lograba por buena conducta, la culpa seguía ahí. En ese tiempo, pertenecía a una religión que me exigía confesar todos mis pecados antes de recibir la Santa Comunión. No solo era que se esperara de mí que recibiera dicho sacramento, sino que era mi voluntad. Sabía que proporcionaba gracia y eso era lo que necesitaba en abundancia para convertirme en una santa. Cuando llegaba el momento de la confesión, sentía pánico. ¡Me sentía culpable de no tener ninguna culpa que confesar! Mi solución fue inventar algunos pecados para tener algo que decirle al cura. Uno de ellos fue, por supuesto, la mentira. Esperaba que Dios lo entendiera.

Cuando en mis últimos años de la adolescencia dejé de creer en Dios, mi problema de culpabilidad no desapareció. Empecé a hacer cosas que «deberían» hacerme sentir culpable, pero no fue así. ¡Y entonces volvía a sentirme culpable, una vez más, por no sentirme culpable!

Como era de esperar de una aspirante a santa, derivé hacia las profesiones de asistencia. Allí descubrí que no era la única en tener ese problema. En realidad, me pasaba una buena parte de mis días de trabajo intentando persuadir a otros de que no se sintieran tan culpables.

Finalmente decidí que necesitaba dominar mejor el problema de la culpa. Podía ver que me estaba causando innumerables tipos de problemas relacionales y de salud mental. Empecé a investigar y experimentar con estrategias para enfrentar tal sentimiento. Cuando alcancé el punto en el que sentí la confianza suficiente como para escribir un libro sobre el tema, le comuniqué la idea a mi editor. Firmamos un contrato para escribir el libro Triumph Over Guilt [Triunfo sobre la culpa]. Ese libro no se escribió jamás, porque mi hija pequeña falleció en un accidente automovilístico. La culpa volvió a convertirse en una cuestión personal para mí.

Más de veinte años más tarde he escrito este libro. Creo que su planteamiento del tema es más afable que mi primera sinopsis. Ahora aprecio los aspectos positivos de la culpa de un modo más completo. Por el contrario, a lo largo de este periodo, los psicólogos han catalogado la culpa de estado emocional negativo. Parece ser que otros muchos profesionales de salud mental también están preocupados por el creciente impacto negativo que este sentimiento está teniendo en la condición de la mente humana. No obstante, mi propósito al escribir este libro sigue siendo el mismo de siempre. Por encima de todo quería escribir un libro de fácil lectura y ÚTIL, que sirviera como programa de autoayuda a alguien, individualmente, o con un pequeño grupo de amigos.

• Sí, siempre que seas alguien que lucha con problemas de culpa en situaciones de la vida cotidiana como:

- perder la concentración, porque sigues sintiéndote culpable por el error que cometiste la última vez que intentaste hacer la misma tarea;

- enfrentarte a una decisión difícil y pensar: Mal si lo hago y mal si no lo hago;

- mirar obsesivamente por encima de tu hombro para ver qué hacen los demás y preguntarte si tú lo estás haciendo bien;

- cuando acaba una relación no puedes dejar de pensar en lo que desearías haber hecho para que hubiera funcionado;

- cuando alguien ha fallecido y te resulta difícil seguir adelante, porque te sientes culpable de disfrutar la vida cuando ellos ya no están presentes;

- ser un padre o una madre que afirma y hace cosas que lamenta y que sigue pensando que podría haber perjudicado a su hijo o sus oportunidades para siempre;

- sentirte tan culpable por ser más feliz, más rico o más exitoso que otros, que no puedes disfrutar de lo que tienes;

- sentirte constantemente mal por no ser capaz de cuidar a alguien como crees que deberías;

- pensar obsesivamente en cosas que desearías haber hecho de manera distinta en tu infancia;

- sentirte mal por algo que hiciste en el pasado, pero de lo que no te has responsabilizado todavía;

- sentirte responsable, en parte, por algo que salió mal y otros fueron acusados y castigados y tú no;

- haber engañado y lamentar ahora tus actos;

- sobrevivir a un desastre o una grave enfermedad, cuando otros no fueron tan afortunados;

- si te sientes culpable por herir a otros por tus propias decisiones en la vida;

- ¡si te sientes culpable por no sentir culpa!

• Sí, si deseas entender cuándo debes sentir culpa y cuándo no.
• Sí, si quieres comprobar tan solo que estás tratando con la culpa de una manera confiada y firme.
• Sí, si quieres ayudar a otra persona a controlar su culpa de un modo más eficaz.

Y también,

• Quizás sí, si te han tratado por una enfermedad mental en la que se ha visto implicada la culpa y ahora te encuentras en el camino de la recuperación. Este libro debería ayudarte a abordar cualquier culpa futura de un modo constructivo y de autoafirmación.
• Quizás sí, si has cometido un delito y, habiendo sido castigado, sigues sintiéndote culpable. Sin embargo, sería aconsejable utilizar este libro con el apoyo de un psicoterapeuta o asesor profesionalmente cualificado.

Sugiero que primero lo leas rápidamente de principio a fin. No tienes por qué molestarte con los ejercicios ni con practicar ahora las estrategias, pero marca las partes de este libro que pudieran parecer útiles para ti. Asimismo, sería bueno anotar cualquier ejemplo de situaciones en tu vida, que te hayan resultado difíciles, según te vengan a la mente mientras lo lees.