«Mindfulness» es una palabra que últimamente se ha puesto de moda, aunque en realidad se trata de una práctica que, de manera implícita o explícita, se ha venido utilizando desde hace tiempo en ámbitos tan aparentemente distantes como la medicina académica o algunas religiones.
El mindfulness, que cada día está más presente en el ámbito clínico, puede ayudarnos a mejorar nuestra salud física y emocional. Es una herramienta con la que podemos hacernos más fuertes, menos vulnerables y más conscientes de nosotros mismos y de nuestras emociones; una herramienta que nos dará más seguridad y nos permitirá vivir sin miedos y con mayor plenitud el «aquí y ahora», algo esencial para sentirnos mejor y disfrutar el presente.
Mindfulness para vivir sin miedos
Helen Flix
www.diversaediciones.com
Mindfulness para vivir sin miedos
© 2016, Helen Flix
© 2016, Diversa Ediciones
EDIPRO, S.C.P.
Carretera de Rocafort 113
43427 Conesa
info@ushuaiaediciones.es
ISBN edición ebook: 978-84-944037-5-0
ISBN edición papel: 978-84-944037-4-3
Primera edición: abril de 2016
Diseño y maquetación: Dondesea, servicios editoriales
Ilustración de cubierta: © Dirk Ercken / Shutterstock
Todos los derechos reservados.
www.diversaediciones.com
INTRODUCCIÓN
Últimamente se habla mucho de mindfulness, porque es una de esas palabras que se han puesto de moda, y todo lo que es moda vende. Pero lo que realmente es el mindfulness queda desdibujado.
En el marco de la investigación científica actual, mindfulness o «atención plena», como se ha traducido en castellano, se ha definido como la consciencia no prejuiciosa de la experiencia inmediata (sensaciones, emociones, sentimientos o pensamientos) tal y como es en el momento presente. Mindfulness hace referencia a la consciencia que transforma el vivir en experiencia.
Para comprender cómo se ha producido la expansión de la práctica del mindfulness es importante tener en cuenta el trabajo pionero de Jon Kabat-Zinn. En 1979 fundó la Stress Reduction Clinic en en el Medical Center de la universidad de Massachusetts, donde puso en marcha el programa Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR) dirigido a pacientes crónicos: estrés postraumático, ansiedad y depresión.
Para introducir las técnicas de contemplación sin juicio de la meditación Theravada (budismo), en el ámbito universitario y clínico, las liberó de toda connotación filosófica espiritual e incluso en un principio, a finales de los 70 del siglo pasado, no se utilizaba siquiera la palabra «meditación».
La atención plena forma parte de la meditación, pero no es necesario saber meditar para practicar mindfulness. Y tampoco es su finalidad.
De momento en España nos encontramos con que se está introduciendo la práctica del mindfulness en psicoterapia, aunque hay pocas publicaciones científicas en castellano y poca investigación, dando paso a una utilización poco ortodoxa y correcta del mindfulness, que se ha convertido más en un reclamo o una moda en lugar de ser una técnica terapéutica con bases neurocientíficas de muy buenos resultados.
¿Por qué un libro sobre el miedo y la atención plena? Las personas vivenciamos dos tipos de miedo: uno biológico, compartido con las demás especies animales, el instinto de supervivencia, que nos insta frente al peligro a luchar o a huir, y «el miedo psicológico», que puede transformarse en distintas reacciones (estrés, preocupación, tensión, ansiedad, agitación, nervios, obsesión, inquietud, fobia y miedos diversos). Su característica es que no responde a ningún peligro real, ni objetivo inmediato, sino a elucubraciones, cálculos o previsiones mentales del sujeto. Solo se corresponde a algo que podría pasar, a algo que ocurrió y podría volver a ocurrir y no a algo que está sucediendo en el «aquí y ahora», aunque nuestro cuerpo lo somatiza como algo presente mientras la mente está en el futuro anticipando realidades posibles.
A este estado peculiar disociado de la realidad objetiva y del presente le debemos las sensaciones ansiógenas. Por todo ello, el mindfulness es muy útil para vencer la batería de múltiples síntomas y estados del cuerpo y de la mente que nos produce esta anticipación y disociación, ya que su función consiste en entrenarnos a vivir en el «aquí y ahora», enseñándonos a unir los pensamientos, las emociones y las sensaciones físicas que antes iban cada una de ellas por su cuenta y en distintas direcciones.
Kabat-Zinn, J. Full catastrophe living. Delta Publishing. Boston, 1990.
Este programa ha tenido un enorme éxito y en la actualidad se está ofreciendo a pacientes en más de 250 hospitales de Estados Unidos, así como en muchos otros del mundo. Además de Kabat-Zinn, Richard Davison, Daniel Goleman y Daniel Siegel, entre otros, han contribuido a la investigación científica sobre los efectos y los mecanismos neurobiológicos de la meditación y la atención plena. Y gracias a los trabajos de investigación se han multiplicado exponencialmente las publicaciones científicas que llevan la palabra «mindfulness» en su título.
CAPÍTULO 1
MINDFULNESS
«Prestar atención de manera intencional
al momento presente, sin juzgar».
Jon Kabat-Zinn
Detenerse y observar con los ojos cerrados lo que ocurre dentro de nosotros, la propia respiración, las sensaciones, el flujo de pensamientos, y a nuestro alrededor, los sonidos, los olores, los sabores, la temperatura… Simplemente observar, sin emitir juicio alguno, sin esperar ningún tipo de suceso, sin rechazar nada que nos venga a la mente, pero sin aferrarse a lo que está sucediendo. Eso es mindfulness.
Así de aparentemente sencillo. El mindfulness, o en castellano atención plena, es mucho más eficaz de lo que puede parecer a mentes apresuradas y deseosas de controlarse.
Dentro de la atención plena pueden distinguirse tres fases o actitudes fundamentales. La primera se basa en una apertura máxima del campo de atención, enfocándolo al conjunto de experiencias personales del instante. Dicho de otro modo, a todo aquello que percibe la mente minuto tras minuto: el ritmo de la respiración, las sensaciones corporales, lo que se ve y se oye, el estado emocional, los pensamientos que van y vienen… La segunda fase o actitud fundamental consiste en desprenderse de las tendencias a juzgar, controlar u orientar esa experiencia del momento presente. La tercera es entender que la atención plena es una consciencia «no elaboradora» que no pretende analizar ni expresar en palabras, sino más bien observar y experimentar. Dicho estado corresponde a un modelo de funcionamiento mental que puede sobrevenir de forma espontánea a todo ser humano. Existen diversos cuestionarios acreditados que permiten calibrar las actitudes espontáneas en la atención plena. Uno de los más estudiados es la Escala de Consciencia Plena (MAAS, por sus siglas en inglés).
Entre las cuestiones que propone se encuentran: si se rompen o tiran objetos por falta de atención o por estar distraído, si se tienen dificultades de concentración sobre lo que ocurre ahora mismo, o la tendencia a marchar deprisa hacia un destino deseado sin fijarse en lo que sucede por el camino. Con ello trata de explorar la capacidad de «presencia» o «ausencia» (por distracción, preocupación o tensión por llegar a un objetivo) del sujeto en todas las actividades que desarrolla.