Ana Paulina Maya Z. - Si el colegio no existiera

“Deberías escribir un libro”. Llevo años oyendo a las personas decirme lo mismo.

Este libro, que finalmente me he decidido a escribir, recoge muchas de las cosas que he aprendido a lo largo de los quince años que han pasado desde que supe que existía algo llamado homeschooling y empecé a leer y analizar toda la información que pude conseguir.

En todos estos años mis hijos y yo hemos crecido y aprendido juntos y, sobre todo, hemos disfrutado la libertad de vivir sin cumplir con horarios ni tareas impuestos por nadie, de dormir hasta la hora que se nos antoja, de jugar o de leer o cocinar cuando hemos querido. Hemos logrado vivir como si el colegio no existiera.

No ha sido un camino solitario, por fortuna la compañía no nos ha faltado. Después de los foros, libros, grupos de Yahoo! y artículos en inglés, apareció la tribu virtual en castellano, la de las blogueras que nos dábamos ánimo en los momentos difíciles, nos alegrábamos de las buenas noticias y veíamos crecer a nuestros hijos a través de las fotos y las palabras de unas y otras. Luego encontramos familias que vivían cerca de nosotros. Algunas han sido nuestras amigas y compañeras de camino. Otras han pasado por nuestra casa buscando información, apoyo, una voz de aliento y claridad que los anime a dar el salto y tomar la decisión de educar en casa a pesar de sus miedos. Con muchas de ellas se fue construyendo una red y una comunidad, y aunque ahora seamos miles en todo Colombia y no nos conozcamos entre todos, sabemos que tenemos en común el deseo de ver felices a nuestros hijos y de acompañarlos en un proceso de aprendizaje que alimente su curiosidad y amor por el conocimiento, que respete sus ritmos y les ayude a convertirse en la mayor expresión de lo que pueden llegar a ser.

Para retribuir el apoyo que recibí a la hora de comenzar con la educación en casa, propongo ahora este libro a las familias interesadas en el tema, y espero que realmente encuentren en él mucha información y tranquilidad para su proceso, ya sea que estén empezando a investigar, a punto de tomar la decisión o lleven ya un tiempo educando en casa.

En este libro encontrarán, abordadas desde mi experiencia y la de tantos otros que he conocido y acompañado en su proceso, muchas de las preguntas e inquietudes que rodean el tema de la educación en casa. A pesar de que diariamente aumenta la cantidad de familias que deciden no enviar sus los hijos al colegio, todavía existe mucha desinformación al respecto. Hay toda una serie de mitos, leyendas y estereotipos que alimentan el miedo y la confusión de quienes se acercan al tema por primera vez.

¿Qué es el homeschooling? ¿Cómo se empieza? ¿Por qué hay familias que deciden hacerlo? ¿Cómo aprenden los niños si no van al colegio? ¿Cómo socializan? ¿Van a poder entrar a la universidad? ¿Son normales? ¿Es legal? ¿Qué les respondo a mis suegros cuando me cuestionen? ¿Debo preocuparme por los certificados? ¿Cuáles son los estilos de homeschooling? ¿Qué metodologías utilizan las familias? ¿Cómo lo hago?

Cada una de estas preguntas daría para escribir un libro completo, pero aquí he intentado cubrir de manera básica los aspectos que más inquietan a quienes comienzan a ver en esta una opción para la educación de sus hijos.

Debo aclarar que utilizo indistintamente las expresiones “homeschooling”, “educación en casa” y “educación en familia” para referirme al hecho de educar sin tener a los hijos matriculados en un colegio. Sé que, analizados en detalle, cada uno de estos nombres sugiere ideas y visiones diferentes, pero con esto quiero demostrar que para mí la denominación de esta opción educativa no es tan importante, porque encuentro que en español aún no hay consenso sobre el mejor término para traducir “homeschooling” como nombre genérico que enmarque todo el fenómeno y se le dice de muchas otras formas: escuela en casa, aprendizaje en el hogar, educación casera, desescolarización, educación sin escuela, aprendizaje autónomo o autoorganizado.

Este libro está dirigido a todos los tipos de familias, entendiendo que todas son distintas y cada una desarrollará su propio estilo y modo de educar en casa. Sin embargo, es inevitable que mis palabras se vean permeadas por mi preferencia por el unschooling. Nunca diré que es la mejor manera de educar, pero sí es la que más me gusta; creo firmemente que en la medida que logramos desescolarizar nuestra vida podemos disfrutarla más. También será notorio el énfasis que hago en la necesidad de tratar a los niños con respeto: para mí es el eje central de cualquier crianza que sea sana y consciente. Respetar a los niños como personas completas y autónomas, tratarlos como quisiéramos ser tratados: ese es el lente a través del cual debe ser enfocada nuestra labor como padres desde el momento en que nuestros hijos nacen, independientemente de si se educan en casa o son escolarizados.

Hay una sección del libro dedicada a explicar de qué se trata.