William Naranjo - Desprograma Tu Mente y Sé Feliz

DESPROGRAMA
TU MENTE
y sé feliz

WILLIAM NARANJO

Copyright © 2012 por William Naranjo.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2012912533

ISBN: Tapa Dura 978-1-4633-3078-1

Tapa Blanda 978-1-4633-3077-4

Libro Electrónico 978-1-4633-3079-8

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INDICE

Dedicatoria

A mi esposa, Deicy Sánchez Bedoya, que con su amor incondicional y apoyo contribuyó a la realización de este libro.

A nuestra mascota, Jazmín , que con su mirada nos transmite toda la espiritualidad y el amor del mundo.

A toda mi familia, que siempre creyó en mí, especialmente a mis padres, María Concepción Quintero y William Naranjo (q.e.p.d.), quienes me dieron el regalo de la vida y me enseñaron a ser una persona de bien.

A mis tíos Iván (q.e.p.d.) y Olga Naranjo, quienes fueron mis segundos padres.

A la Universidad de Antioquia «Alma Máter», donde me gradué de trabajador social, una de las profesiones más valiosas del mundo, pero una de las menos valoradas en Colombia.

A la ciudad de Medellín, donde viví la primera parte de mi vida. A sus calles, donde me gradué en «la universidad de la vida» y donde sobreviví con la protección de mi creador.

A mi gente bella y alegre de Belén Las Violetas (Medellín), que siempre llevo en mi corazón, especialmente a aquellas personas (q.e.p.d.) que no sobrevivieron a la violencia sin sentido de las últimas décadas.

A la ciudad de Nueva York, que me abrió sus puertas y me brindó la oportunidad de ser «ciudadano del mundo» y un trabajador social (valorado) al servicio de la gente de todo el planeta.

A esas personas de todas partes del mundo que viven en Nueva York y que me brindaron su amistad incondicional.

A mis seguidores, que diariamente visitan mi blog: http://des-programar-mente.blogspot.com

Mi curiosidad por estudiar la mente humana empezó mucho antes de que ingresara a la educación básica primaria. Desde que tengo memoria de mi niñez, recuerdo cuestionarme: « ¿Por qué algunas personas reaccionan diferente cuando están expuestas al mismo estímulo? ¿Por qué algunas piensan distinto o tienen otros puntos de vista frente a la misma situa- ción? ¿Por qué algunas cometen crímenes atroces y otras hacen obras humanitarias maravillosas?». Siempre he tenido esas inquietudes rondando en mi cabeza, queriendo descubrir los secretos de la mente.

Ese deseo permanente de analizar la mente humana y de revelar todos sus misterios me permitió desarrollar el sentido de la observación, del análisis y de tratar de entender a las personas y la forma en que trabaja su mente, identificando sus sistemas de creencias y patrones mentales más allá de la palabra hablada. En pocas palabras, desde muy niño aprendí lo que más tarde, en la universidad, me iba a ser enseñado: la capacidad de escuchar con «oído» de terapeuta. Es decir, escuchar e identificar el mensaje secreto que la persona dice sin expresarlo. Esa capacidad no solo de escuchar, sino de captar de una forma natural las programaciones mentales que la hacen actuar y experimentar en su vida cotidiana, los patrones mentales negativos o erróneos que la hacen sufrir innecesariamente, o por el contrario los positivos que la llevan a resolver problemas y enfrentar calamidades o adversidades de una manera heroica.

Esa misma capacidad de saber escuchar me convirtió en alguien que inspiraba confianza tanto a las personas conocidas como a las extrañas; quienes sin más ni más, encontraban en mí un «oído» que las escuchaba y no las juzgaba.

Todos sabemos que a la mayoría nos gusta hablar de nosotros mismos, y muy poco nos gusta escuchar a los otros. Para mí, escucharlos era una capacidad innata, por eso desde mi adolescencia quería ser un psicoanalista como el famoso Sigmund Freud y disfrutar de un trabajo que me permitiera ayudar a profundizar el conocimiento de la mente humana y, tal vez, a aliviar un poco el daño que la mente le había hecho a tanta gente en este mundo.

Actualmente, y gracias a Dios, en mi adultez me gano la vida escuchando los problemas, los traumas y las negativas programaciones mentales de los seres humanos, y ayudándolos a resolverlos.

Este es un ejemplo perfecto de cómo es posible usar la mente de una manera adecuada para atraer lo que queremos lograr en la vida. En mi profesión de Licen- ciado Clínico en Trabajo Social, especializado en terapia individual y de grupo, he trabajado con personas con todo tipo de enfermedades mentales, problemas maritales, legales, financieros o que han sido adictas a toda clase de drogas.

También mi curiosidad espiritual me ha llevado a estudiar las grandes religiones y prácticas espirituales que existen en el mundo, y a incorporarlas en mi vida personal y profesional; tarea que se me ha hecho más sencilla gracias a la facilidad que una ciudad como Nueva York ofrece, donde en un solo lugar conviven personas y culturas de todo el mundo. Esta experiencia me permite compartir contigo, amigo lector, mi conocimiento científico y empírico, que te ayudará a conocer y usar mejor tu mente para vivir de manera más plena y más feliz.

En este libro, analizaré el papel que la mente juega en las diferente áreas de tu vida y el daño que te ha causado sin que tú, muchas veces, fueras consciente de ello.

Escrito en un lenguaje sencillo y ameno, y diseñado para que lo empieces por el tema que más te inte- resa o por el área que más te esté afectando, está al alcance de todas las personas que necesiten o quie- ran cambiar su vida y desarrollar a plenitud su potencial humano. Cuando empezamos a compren- der cómo funciona la mente, podemos usarla para sanarnos de manera física, mental, espiritual o financiera.

Nota: Vale la pena mencionar que la mente no es mala por completo. No necesitamos arreglar la parte que nos ayuda a ser creativos, a resolver problemas, a memorizar información y a desar- rollarnos como seres humanos y profesionales. Solo debemos continuar cultivando esa parte positiva de la mente. En este libro, nos ocuparemos de su parte negativa, que nos causa sufrimiento, nos distrae de nuestras metas y nos obstaculiza el camino hacia nuestra felicidad.

La siguiente es una carta de lo que tu mente desearía decirte:

»Yo soy tu mente… y soy el mejor regalo que tu creador te pudo dar. Tu responsabilidad es usarme bien para que yo te dé todas las cosas que desees. Tu deber es ponerme a trabajar para ti, de lo contrario te convertirás en mi esclavo para siempre.

»Yo soy la mente… y a quienes se han atrevido a observarme, analizarme y conocerme, les he dado como recompensa las mejores obras y creaciones de la humanidad. Por ejemplo, a Da Vinci, a Platón, a Sigmund Freud, les di la inteligencia, la sabiduría y la creatividad que los convirtió en seres únicos en la historia de la humanidad. A todos esos seres humanos que se han atrevido a usarme bien, les he dado fortunas. El computador, Internet, Facebook, Twitter , YouTube han sido creación mía y mi regalo para quienes me han usado en una forma apropiada.

»Yo soy la mente… y he ayudado a millones de personas a crear y realizar las grandes ideas de este mundo, porque ellas eran dignas y se habían preocupado por conocerme y utilizarme bien; pero a quienes no lo hacen ni se preocupan por aprender un poco de mí, ni cómo funciono, ni cómo puedo ayudarlos, les deseo sufrimiento y muerte. A ellos los castigo con pensamientos negativos constantes, con depresiones, enfermedades y miseria; en fin, les hago la vida inmanejable e imposible, por ineptos e ignorantes que se preocupan más por aprender cosas sin importancia de este mundo, aun sabiendo que soy yo el creador de su vida, de su pobreza o su riqueza, de su salud o su enfermedad, de su tranquilidad o su locura. Yo soy un ser poderoso y puedo hacer reyes o mendigos, puedo generar guerras o paz, puedo crear lo inimaginable o destruir todo lo construido por mí.