ÍNDICE
A todas las mujeres maravillosas de mi vida.
Ustedes saben quiénes son.
O tal vez no.
Pero no puedo nombrarlas acá
porque si me falta una, esa una se va a ofender
y después nos vamos a encontrar en alguna reunión
donde me va a decir “Felicidades por el libro”
con una sonrisa pasivo-agresiva,
y yo voy a ponerme nerviosa
y a tratar de sobrecompensar
diciéndole que las que sí estaban en la dedicatoria
casi que me obligaron a ponerlas,
lo que terminará llegando a oídos de las susodichas,
que pasarán también a resentirse conmigo,
causando que me quede sin amigas
y, por lo tanto, sin mujeres a quienes dedicarles este libro.
Qué intensas somos.
¿Sabías que es posible hipnotizar una rana echándola de espaldas y acariciando suavemente su estómago?
Si te estás preguntando qué tienen que ver las ranas con este libro (además de todo el asunto de haberme pasado unos sólidos diez años besando sapos), la respuesta es que, dado que eres un ser humano viviendo en la era de los smartphones , tienes el nivel de atención de una polilla, lo que implica que, si en los primeros tres segundos de consumir algún contenido, este no llama tu atención, pasarás al siguiente. Ergo: dato curioso sobre un animal pequeño.
Probablemente te encuentras en una librería (u observando una serie de hologramas desde tus retinas inteligentes. #NoSéQuéAñoEs), viste este libro y pensaste “¿Es para mí?”. O tal vez estás en el baño de una amiga sin batería en tu celular y no tienes nada mejor que leer. En cualquiera de los dos casos, te doy una calurosa bienvenida.
Si estás buscando que en estas primeras líneas te convenza de seguir leyendo, pues aquí voy: este libro es una obra maestra; es una mezcla de Cien años de soledad , Ulises , Harry Potter y Mi planta de naranja lima . Si tuviera que describirlo en tres palabras diría sobrecogedor , transgresor y ungüento , la última porque realmente me gusta la palabra ungüento . Es un libro que cambiará las reglas del juego. ¿Cuáles son esas reglas? No tengo idea, pero a quién le importa, igual las vamos a cambiar, así que no te estreses.
¿Es cierto esto que acabo de decir? Puede que sí, puede que no. Pero no quieres ser la persona que vio el libro, dijo “Meh”, no lo compró, y de ahí se vuelve un fenómeno mundial que termina siendo uno de los diez libros de 2019 recomendados por Bill Gates y tú eres la única persona entre tus amigos que no tiene ni idea de qué se trata, al punto de que todos ellos forman un grupo de WhatsApp sin ti para poder comentarlo, lo que hace que poco a poco te vayan excluyendo, y, al mismo tiempo, ese compañero de trabajo al que odias le regaló el libro al jefe y eso les dio una razón para conversar y ahora son buenos amigos, y a la hora de decidir a quién mandarán un año a Europa para abrir nuevas oficinas lo elige a él porque siente que tú “no trabajas bien en equipo”.
Por supuesto, puede que nada de eso pase. Pero Perú llegó al Mundial de Fútbol alterando la continuidad espacio-tiempo, así que todo es posible. Por otro lado, la publicidad engañosa es el motor que mueve al mundo (junto con Netflix y los productores de vino y queso).
Si el chantaje emocional no es tu tipo de argumentación, tal vez pueda convencerte con mis trabajos previos. Antes de este libro escribí un blog llamado Soltera codiciada , que se convirtió en un libro y después en una película que llegó a Netflix (de la que fui guionista). También escribí una novela llamada #Click , que es “bien simpática”, según la crítica local (mi mamá). He escrito guiones para cine, para televisión y para videos publicitarios en Facebook que incluyeron personas con cabezas de pingüinos. Si tuviera que definir mi estilo (nadie me lo está pidiendo), diría que es un intento no siempre exitoso por hacer reír a punta de ser demasiado autobiográfica para mi propio bien. Y que me hace muy feliz usar mi plataforma para atraer la atención hacia temas que afectan el bienestar físico y mental de las mujeres.
Y ya que estamos en esto, sí, este es un libro con una voz femenina. ¿Pero es para mujeres? Miren, odio esta pregunta. La literatura siempre ha tenido una gran cantidad de hombres escribiendo sobre diversos temas bajo un enfoque altamente autobiográfico y nunca nadie ha catalogado alguno de esos libros como “lectura masculina”. A no ser que el libro se llame Próstata: dónde está y por qué te duele . Si usted es hombre, o se identifica como tal, encontrará en este libro lo mismo que en cualquier otro libro similar: anécdotas, opiniones, referencias culturales y un par de detalles que van a poner muy nerviosa a mi mamá. Hablo harto sobre cosas que nos pasan a las mujeres, lo cual es un plus, no un contra, porque si eres un hombre heterosexual que siente que no “entiende” a las mujeres, es probablemente porque no estás escuchando ni la mitad de lo que las mujeres te dicen. Considera entonces este libro como un resumen que encontraste en El Rincón del Vago.
Pero si tú... perdón, tú no, tú la tienes clarísima, tú eres un adulto tan funcional que podrías ser protagonista de una de esas fotos de stock donde hay alguien vestido como ejecutivo liderando una reunión y señalando una pizarra que tiene un gráfico con una línea que demuestra “crecimiento”. Tú has madurado tan bien que ojalá fueras aguacate. Pero si tienes una amiga que anda aterrizando en el aeropuerto de la crisis existencial cada dos semanas, que se maravilla con el poder curativo de la amistad femenina y tiene una taza y una playera de “ el futuro es feminista ” , pero a la vez quiere ponerle laxantes en la comida a su compañera de trabajo, que anda en la edad en la que ya se le está pasando el tren pero no solo no está en la estación, sino que está camino al aeropuerto para tomar el primer avión hacia la tierra de No Tengo Bebés, Así Que Puedo Irme Adonde Me Dé La Gana; si todo cuanto la rodea la bombardea constantemente sobre la necesidad de que salga allá afuera y cumpla sus sueños pero apenas tiene tiempo para ir a pagar el mantenimiento de su edificio, puede que encuentre algo aquí que la haga decir “Bien, carajo, no estoy sola”. También puede que la haga decir “Necesito aumentarle la graduación a mis lentes”, pero eso no es tanto consecuencia del libro como de la edad.
Si es así, cómpralo para ella, y ojalá lo disfrute. Y si tu amiga quiere que le firme el libro y coincidentemente (solo coincidentemente) se llama como tú, será nuestro pequeño secreto.
2001
Segundo recreo. Un grupo de nueve chicas se junta en un sitio apartado, la famosa casita abandonada donde están las herramientas de los boy scouts . La reunión secreta ha sido pactada mediante papelitos enrollados y dejados en las bancas de las involucradas. Falta una en el grupo, pero ha sido una decisión deliberada. ¿Por qué? Porque este conciliábulo de emergencia es para definir qué hacer con ella ante la polémica infracción que cometió hace unos días.
Habla primero Lucía, la mayor de todas, conocida por su actitud maternal e inesperada madurez (derivada de haber crecido entre cuatro hermanas y/o haber sido la primera en tener un novio mayor). Aunque no es su estilo, recalca, cree que la falta cometida por la susodicha (dícese de la no-invitada) es grave, pero lo mejor sería conversar con ella. Interviene Gabriela, siempre directa y buena para el conflicto: “Yo creo que deberíamos decirle que se vaya del grupo”. Todas reaccionan incómodas ante la radicalidad de la propuesta. “Por lo menos YO no me siento cómoda de juntarme con ella sabiendo lo que le hizo a Miri”. Jugando la carta de la lealtad y el juicio moral al mismo tiempo, si no tuviera trece años diría que está lista para la política. A Miri se la ve dudosa; siempre ha sido un poco tímida y todo este asunto la tiene de los nervios. Aclara que ella no quiere ser la verduga de nadie; pero, por otro lado, si dijo esas cosas de ella, ¿qué no habrá dicho sobre las demás?
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