© Bebés que comen
Dra. Yesica Castillo, 2020
Imágenes exteriores e interiores: Paula Vargas Salazar
© Editorial Planeta Colombiana S.A., 2020
Calle 73 No. 7-60, Bogotá
www.planetadelibros.com.co
ISBN 13: 978-958-42-9131-8
ISBN 10: 958-42-9130-0
Primera edición en el sello Planeta: diciembre de 2020
Diseño de la cubierta: Paula Vargas Salazar
Departamento de diseño Grupo Planeta
Desarrollo E-pub
Digitrans Media Services LLP
INDIA
Impreso en ColombiaPrinted in Colombia
No se permite la reproducción total o parcial de este libro ni su incorporación a un sistema informático ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual.
Para mi hermano Leandro
que sufre y llora por no
tener a sus hijos a su lado
¿Qué es ser padre?
Ser padre es una de las experiencias más maravillosas que existen. Es conocer un amor que va más allá de tu propia vida.
Ser padre es luchar, es arriesgar, es cambiar paradigmas.
Ser padre es saber que alguien te espera con los brazos abiertos en casa, pero también que algún día esos brazos ya no estarán.
Es añorar día a día oír las voces de esas personitas que nos alegran el alma.
Es tener la esperanza de que el día de mañana todo tu esfuerzo se verá reflejado en sus éxitos.
Ser padre es pedir todos los días por su bienestar.
Ser padre, después de ser hijo, es reconocer los sacrificios de nuestros padres.
Ser padre es ver a los hijos triunfar, y que por tu mejilla se dibuje una lágrima de alegría por sus logros.
Ser padre, es a diario, apoyarlos, y si no están a tu lado, pedir por ellos, con la fe de que algún día los tendrás cerca.
Leandro Castillo Rivera
Santiago e Ivanna
Prólogo
Si has comprado este libro es porque seguramente ya tienes hijos o estás embarazada y quieres saber qué puedes hacer para que la alimentación de tu futuro niño o niña sea mejor. Mi objetivo al escribir esta guía de recomendaciones —porque siempre me he sentido más práctica que teórica—, es que las mamás puedan tener una información que perdure en el tiempo, que les sirva como apoyo y guía, y que las oriente para aprender cómo debe ser una alimentación adecuada, tan buena para ellas como para sus hijos.
En estas páginas vamos a hablar sobre la importancia de llevar una alimentación balanceada, y resolveremos algunas de las dudas más comunes que tienen las futuras madres o incluso los padres primerizos: ¿cómo debo alimentarme para ayudar al buen desarrollo de mi futuro bebé? ¿Cómo preparar a mi hijo de manera adecuada para que coma? Mi objetivo es que este libro no solo lo tengas tú, sino que compartas lo que te sirva con tus amigas o familiares que quieran tener un bebé o estén a punto de ser madres.
La información es poder y qué mejor regalo que enseñar a comer bien a tus seres queridos.
Soy pediatra desde hace 17 años. Por mi consultorio han pasado muchísimas mamás y familias, y poco a poco me he dado cuenta de que solamente escuchándolas empiezo a entender la mayoría de problemas que tiene cada una. Ser pediatra es mi vocación. Me encanta estar al lado de los niños y sentirme joven; me gusta escuchar su risa y ser parte importante del manejo del hogar y de los sueños que tienen. Durante todo este tiempo me he dado cuenta de que la gran mayoría de los papás buscan, sobre todo, que los escuchen con amor.
Debo confesar que fui pediatra, al principio, por descarte. No quise ser internista porque las salas de urgencias no me gustaban, ni cirujana porque iba a tener que trasnochar muchísimo. Así que escogí la pediatría y poco a poco empecé a darme cuenta de que no iba a poder hacer otra cosa, que los niños eran y siguen siendo mi pasión.
Mi objetivo, entonces, es entregarles aquí a las futuras madres (y padres) una serie de conocimientos basados en mi experiencia de años y evitar la desinformación que muchas veces generan las nuevas tecnologías (internet, por ejemplo). En las páginas que siguen veremos, entre muchos otros temas, por qué los nutrientes que una mujer consume incluso antes de quedar embarazada pueden afectar a su bebé o a su nacimiento: si el niño o niña va a tener buen peso y talla, si se va a adelantar el parto o si el pequeño tendrá cierta predisposición a algunas enfermedades. Aprenderemos cómo una buena preparación puede ayudar a prevenir, incluso, una hipertensión o una diabetes futura.
El libro estará dividido en cinco partes. En la primera, veremos todo lo relacionado con el embarazo, desde cómo debe alimentarse una mujer que apenas se encuentra en el proceso de planear tener un hijo. En la segunda, abordaremos el nacimiento, la lactancia materna, niños con alergia a la proteína de la leche de vaca, controles de pediatría y mitos y verdades sobre el desarrollo, entre muchos otros temas. La tercera parte hablará sobre la primera alimentación, lo que debe hacerse y lo que no, alergias alimentarias y algunas opiniones para armar los menús. La cuarta irá sobre todo lo relacionado con el primer año, y la quinta, finalmente, se encargará de los dos a tres años del niño o niña.
Lo importante —y vale la pena repetirlo— es que las mamás, papás y cuidadores, puedan poner en práctica los consejos útiles que encontrarán en este libro y que les ayudarán a mejorar su salud y la de sus futuros hijos. Esa es mi meta.
Bienvenidos a mi historia
Este libro que tienes en tus manos llega en un momento especial de mi vida. Llega a transformarlo todo. Quiero que conozcas mi historia, que me conozcas a mí. Ser parte de tu vida y que sepas que quien escribe este libro, además de ser pediatra, es una madre que ha llorado, ha reído, y ha experimentado todo lo que tú has sentido. Esto deseo dejarlo plasmado también.
Por eso, comienzo por contarte acerca de mi hijo Sebastián y su enfermedad.
Tuve mellizos hace trece años. Sebastián es el mayor, digamos, porque salió primero de mi barriga que su hermano Tomás. Él siempre ha sido un niño muy alegre, extrovertido, amiguero. Suele tener una sonrisa en la cara y en los ojos se le ve la expresión de felicidad.
Todo empezó en enero de 2019, en unas vacaciones en Santa Marta. Sebastián estaba en la piscina y de repente nos dijo que tenía dolor de cabeza. Yo pensé que era algo normal y le eché la culpa al calor. Él se recostó un poquito y se le pasó. Un par de meses después, ya en Bogotá, comenzó a suceder algo curioso y fuera de lo normal. Aunque él siempre ha sido muy bueno en el colegio, en esos días su padre y yo empezamos a darnos cuenta de que a pesar de esforzarse por hacer sus tareas, no podía. Le costaba concentrarse. Nosotros, sin pensarlo mucho, lo regañábamos, pues creíamos que todo era una excusa porque no quería estudiar. Pensábamos que era la pereza normal que les suele dar a los preadolescentes. Él tenía 12 años y medio en ese momento.
Un día llegó del colegio a decirnos que le seguía doliendo la cabeza. Yo le di un Dolex, recuerdo, pero ese mismo día, más tarde, cuando se iba a levantar de la cama no fue capaz, por un mareo leve. No sé por qué, pero entonces sentí algo —un instinto, tal vez— y le dije a mi esposo que iba a hacerle una resonancia. Él me contestó que para qué, que eso no era nada, solo pereza de él de estudiar. Pero yo sentía que algo pasaba.
Yo misma, en el consultorio, le hice la orden y le aparté la cita en la Fundación Santa Fe. El 13 de abril del 2019, a las 6:30 de la tarde, fuimos Tomás, Sebastián y yo, y cuando entramos al examen, el técnico que estaba ahí me preguntó si a mi hijo le habían pedido solamente “resonancia simple sin contraste”, y que si no tenía resonancias anteriores. Ahí entendí que sucedía algo, porque cuando las cosas son de rutina no se pregunta eso.