Juan Llorca es un chef con más de veinte años de experiencia entre fogones y un apasionado de la nutrición y alimentación infantil. Chef Km0, con el sello Slow Food, es defensor de una alimentación natural y de temporada. Responsable de alimentación de Valencia Montessori School, es también conferenciante y colaborador en diferentes movimientos, asociasiones, empresas privadas y organismos oficiales, así como embajador de Proyecto Juntos, asociación que lucha contra el cáncer infantil. En 2020 fue galardonado con el Premio especial Basque Culinary World Prize 2020 por su contribución a la sociedad en tiempos de pandemia.
Melisa Gómez es mamá y dietista-nutricionista, especialista en nutrición clínica en pediatría y asesora de lactancia. Se dedica desde hace diez años al tratamiento dietético nutricional tanto de niños sanos como de niños con necesidades especiales. Pertenece al Colegio de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CODiNuCoVa), la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN), Dietética Sin Patrocinadores (DSP).
En 2015 creó Nutrikids, proyecto a través del cual realiza formación, divulgación de contenidos, asesoría y apoyo a familias y a distintos colectivos para mejorar la nutrición de los más pequeños. Forma parte del equipo del Centro de Nutrición Aleris y ha creado, junto con Juan Llorca, la iniciativa #PorUnaEscuelaBienNutrida.
Los autores del best seller Sin dientes y a bocados vuelven a aliarse para mostrarnos un nuevo enfoque en nutrición infantil y familiar.
Con este nuevo libro, Juan Llorca y Melisa Gómez amplían su público, acercando la comida saludable a uno de los pilares fundamentales de nuestras familias, pieza clave para la conciliación de muchos hogares: los abuelos de nuestros hijos.
Leche con galletas ofrece una serie de útiles consejos nutricionales que contribuirán a la armonía entre las distintas generaciones de la familia, así como información nutricional para elaborar nuestros menús. Se incluyen además cincuenta recetas de comidas, cenas y meriendas concebidas a partir del mismo enfoque, una fusión de la tradición culinaria de nuestros mayores con las necesidades nutritivas de los más pequeños.
A Saturnina, Aurelia y Manolo,
por ser hogar, ejemplo y cariño
y llenar mi infancia de bonitos recuerdos
que siempre llevaré conmigo.
Gracias por tanto
M ELISA G ÓMEZ
Lolo, yaya, tito y tita.
Me llenasteis la infancia de chucherías,
chocolates y magdalenas. Pero lo que más rico estaba,
y más le gustaba a ese niño regordete,
era vuestro amor y simplemente estar con vosotros.
Fuisteis parte de mi infancia y mi futuro. Os quiero
J UAN L LORCA
INSTAURAR HÁBITOS SALUDABLES
Los abuelos, además de mantener una relación especial con los nietos y disfrutar con ellos numerosos momentos y numerosas comidas, se han convertido en un pieza clave para la conciliación en muchos hogares. Por ello, cada vez existe mayor preocupación por parte de madres y padres acerca de la calidad de esas comidas.
Más allá de un helado el fin de semana, los abuelos y sus nietos comparten hoy en día muchas más comidas y los primeros suelen ser indulgentes con los dulces o con ciertos productos no muy saludables. Esto en ocasiones puede dar pie a que, cuando los peques vuelven a casa y los padres les ofrecen para merendar alimentos más sanos, como fruta, no los quieren porque prefieren otra opción (yogures de sabores, galletas o bocadillos). ¿Qué podemos hacer ante esta situación? ¿Hay alguna manera de unir esfuerzos y fomentar juntos, abuelos y progenitores, los hábitos saludables que nos gustaría que los niños tuviesen cuando sean adultos?
Es común que las familias acudan a mi consulta en busca de consejos para trasladar a los abuelos y abuelas los conocimientos y la importancia de una buena alimentación desde los primeros meses de vida; buscan seguridad, ya que cuando los que hoy somos padres nos enfrentamos al inicio de la alimentación complementaria de nuestros hijos, e incluso un poco antes, con la lactancia, lo hacemos con mayor acceso a la información que el que ellos tuvieron, y conocemos prácticas efectivas que pueden ser de ayuda para establecer buenos hábitos o, por el contrario, obstaculizar su consolidación. Quieren dejar claro a los abuelos y abuelas el enorme agradecimiento que sienten hacia ellos por el cuidado y cariño que dan a sus nietos, pero consideran fundamental que les comprendan y apoyen para que los hábitos que desean instaurar se moldeen en familia.
En los capítulos siguientes abordaremos este tema. Rescataremos las mejores prácticas y reconoceremos los espacios de mejora de cada rol (abuelos-padres), de modo que podamos disfrutar más de lo que nos une, que es ver crecer a nuestros hijos y nietos sanos y felices.
1. ABUELOS, PIEZA CLAVE DENTRO DE LA FAMILIA
Desde el inicio de los tiempos, los abuelos han colaborado en la crianza de sus nietos. Madres y padres han acudido a ellos en busca de apoyo para llevar a cabo tareas como el cuidado y la alimentación de los más pequeños, y son numerosos los beneficios que todos reciben al pasar tiempo juntos.
Dice un proverbio africano que se necesita una tribu para criar a un niño, y es que tener abuelos que nos transmitan sus experiencias y conocimientos, consientan nuestros hijos y les muestren que hay otras formas de abordar las situaciones del día a día es muy enriquecedor para cultivar en ellos, y en nosotros, la flexibilidad.
Actualmente, en muchos lugares del mundo los abuelos son una pieza fundamental para lograr la llamada conciliación familiar, laboral y personal. En España, una de cada cinco familias (datos del INE) cuenta con los abuelos para distribuir las horas del cuidado de los niños; en muchos casos abuelos y nietos llegan a compartir un promedio de siete horas diarias, situación que, sin juzgar a las familias que quieren hacerlo de este modo, resulta poco aconsejable para aquellas que se ven forzadas a ello debido a las jornadas poco flexibles y a la falta de políticas que faciliten o hagan posible la conciliación.
Respecto a la conciliación familiar, ¿cómo puede abordarse este rol de abuelos cuidadores? La Academia Americana de Pediatría (AAP) expone que los abuelos no son simplemente otros cuidadores (como podría serlo una niñera), sino que desempeñan un rol único e importante que da continuidad a las tres generaciones. Además, aconseja a los abuelos que:
• Disfruten de este rol irremplazable: hacerse presente en la vida de sus nietos será muy valioso.
• Saquen el máximo partido de esos días especiales que comparten y, si se encuentran disponibles, se ofrezcan para cuidar a los nietos regularmente.
• Compartan cuentos e historias con sus nietos.
Resulta innegable que los abuelos pueden tener un rol protagónico en nuestra vida y en la de nuestros niños y es muy recomendable para todos los implicados que exista un diálogo fluido y compartir la visión de crianza o, al menos, consensuar el establecimiento de ciertos límites que nos permitan disfrutar del tiempo compartido. Es igualmente aconsejable transmitir a los abuelos todos los cambios que se han producido en los últimos años respecto a la alimentación infantil y la importancia de tenerlos en cuenta para promover un crecimiento y desarrollo saludables.