Esta obra, a todo color, pretende ser una guía para la utilización de especies florales que a menudo se ven relegadas a los cementerios (los crisantemos) y a los jardines naturales (las margaritas). Trataremos el género Chrysanthemum, así como unas especies afines y similares, habitualmente denominadas margaritas o crisantemos, que sin embargo pertenecen a otros géneros botánicos.
Acompañaremos al lector en el descubrimiento de la historia, el empleo, los cuidados y la elección de las variedades tratadas.
La guía botánica incluida al final de la obra se compone de fichas dedicadas a las diferentes especies y presenta las principales características botánicas, las necesidades agronómicas, el color y el periodo de floración, las dimensiones y las variedades más comunes.
L A FAMILIA DE LAS A STERÁCEAS
Las plantas que estudiaremos pertenecen a la gran familia de las Asteráceas (antes denominadas Compuestas), que comprende unas 14.000 especies espontáneas originarias de América, Asia y Europa. Tienen como principal punto en común una inflorescencia en cabezuelas, generalmente plana y compuesta de varias flores. Las flores exteriores son liguladas y dispuestas en radio en torno a un disco que contiene flores tubulares.
Cabe distinguir las flores solitarias (situadas en el extremo del tallo o en un lado) y las que están reunidas formando inflorescencias. Pueden ser pedunculadas o sésiles, según exista o no tallo floral. Cabe distinguir asimismo las flores simples y las dobles. Las flores son simples cuando están formadas por una sola hilera de pétalos (de cuatro a seis). En las plantas cultivadas con fines ornamentales, las flores son a menudo dobles, mientras que las especies espontáneas suelen tener flores simples.
Las flores dobles presentan un elevado número de pétalos, dispuestos en varias filas, procedentes de la transformación de uno o varios verticilos de estambres en pétalos: los órganos sexuales quedan completamente ocultos.
A continuación se describen las principales características de la mayoría de los géneros abordados en este manual (Argyranthemum, Aster, Bellis, Calendula, Chrysanthemum, Dendranthema, Erigeron, Felicia, Gaillardia, Helianthus, Leucanthemella, Leucanthemopsis, Leucanthemum, Rhodanthemum, Rudbeckia y Tanacetum).
Arriate multicolor
El nombre de la planta lo dice todo: las grandes flores del girasol giran hacia el sol
A STER
El género Aster comprende un gran número de plantas vivaces y bianuales, herbáceas y arbustivas (unas 500 especies), muy diferentes en cuanto a dimensiones, color de las flores y altura de las plantas. Su principal punto en común es la presencia de cabezuelas, formadas por una serie de flores, de radio importante, de color azul, rojo o blanco, dispuestas en corona en torno a un pequeño disco amarillo. El aster es una planta apropiada para las rocallas y borduras. Es una excelente flor cortada.
Los asteres enanos sirven para decorar rocallas
Curiosidad
En las Geórgicas, Virgilio habla largamente de esta flor. El Aster amellus (cuyo nombre en español es manzanilla de pastor) crecía en los campos y era fácil localizarlo gracias a su abundante follaje. La flor, dorada en el centro y púrpura, se utilizaba en ritos de veneración a los dioses. Las raíces se cocían en vino aromático.
En 1735, Linneo escogió definitivamente el nombre Aster para este género. Este nombre deriva del latín astrum, que significa astro, estrella, y que se refiere a la disposición de las flores liguladas externas.
B ELLIS
Este género comprende 15 especies de plantas vivaces rústicas, a menudo cultivadas como anuales.
Por la noche, y cuando el nivel de humedad es elevado, las cabezuelas se cierran, mientras que durante el día se dirigen hacia el sol.
Estas plantas dan excelentes flores cortadas y además se recomiendan para borduras o como tapizantes, pero también pueden cultivarse en maceta.
Las margaritas crecen a menudo en los márgenes de las carreteras
Curiosidad
Según algunos textos, parece ser que Plinio el Viejo fue el primero en hablar de esta flor.
La margarita debe el nombre latino Bellis a sus propiedades medicinales, que permitían curar las heridas directamente en los campos de batalla. No obstante, algunos autores consideran que Bellis deriva en realidad de bellus, es decir, bello.