Edward Bent - Aldo Colombo
LAS PLANTAS
TREPADORAS
EDITORIAL DE VECCHI
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
Traducción de Nieves Nueno Cobas.
Diseño gráfico del interior de Twister – Milán.
Fotografías de:
— Lasagni:
— Maxi Media Italia:
— Bent:
— Villa:
Dibujos de Michela Ameli ().
© Editorial De Vecchi, S. A. 2017
© [2017] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-68325-436-2
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
ÍNDICE
I NTRODUCCIÓN
Las plantas trepadoras ofrecen un magnífico surtido de colores en flores y hojas, incluyendo jaspeados (Hedera helix) y vivos colores otoñales (Parthenocissus). Algunas tienen un penetrante aroma (Jasminum sp.), mientras que otras producen frutos y hortalizas ornamentales o comestibles (Actinidia y Phaseolus). Sobre pérgolas y rejas, nos dan sombra y nos protegen del viento, el polvo y la contaminación.
Las trepadoras crecen deprisa, presentan una floración más prolongada y abundante que otras plantas, y no son exigentes en cuanto a las condiciones del terreno. En la naturaleza, ascienden por los troncos de los árboles debilitados, contribuyendo a disgregar las estructuras en ruinas. No es de extrañar que sean vigorosas y robustas, con tendencia a infestar la zona en la que son plantadas. En este libro examinamos los aspectos prácticos del cultivo de las trepadoras tanto en plena tierra como en maceta: la preparación del terreno, la plantación, los cuidados de mantenimiento (del riego al acolchado, pasando por la sujeción y la multiplicación), con las indicaciones necesarias para cultivar todo tipo de trepadoras y para tener unas plantas sanas que ofrezcan sombra y protección en jardines, terrazas y balcones.
D EFINICIONES Y CARACTERÍSTICAS
Para entender cómo consiguen «trepar» las plantas y cómo poderlas utilizar mejor, es importante dar una detallada descripción de sus características.
Trepadoras
Las trepadoras propiamente dichas son plantas vivaces, capaces de producir en poco tiempo tallos muy largos, más o menos lignificados, que pueden aferrarse a otras plantas o a soportes, retorciéndose o utilizando otros métodos. Un buen ejemplo es Clematis vitalba, que en nuestros bosques son plantas de hoja caduca que pueden alcanzar una altura de 15-20 m.
Raíces de fijación en una planta de Hedera helix.
En las especies de tallos volubles (que se enroscan en torno a un soporte), después de alcanzar cierta altura, el tallo comienza a buscar una base alrededor de la cual enredarse, en un sentido u otro según la especie. El crecimiento en una dirección es una respuesta al estímulo del contacto, pero también de la luz o del calor. Cuanto más alta es una planta voluble, más fuerte se estrecha alrededor del soporte; las fuerzas de torsión pueden ser considerables, hasta el punto de «estrangular» a las plantas huéspedes.
Muchas especies, en su mayoría tropicales (Passiflora, Cobaea), utilizan zarcillos que se enroscan alrededor del soporte con el que entran en contacto. Dichos zarcillos están formados por muchos filamentos enroscados dotados de elasticidad y ofrecen un agarre continuo en condiciones adversas, con lo que evitan roturas.
En especies como Lathyrus odoratus y Eccremocarpus scaber los zarcillos son extensiones de las hojas; en el caso de Gloriosa superba es la punta de las hojas la que forma un zarcillo con forma de gancho.
En especies como Parthenocissus los zarcillos acaban en pequeñas ventosas que producen una sustancia pegajosa utilizada para adherirse a superficies lisas. Plantas como Hedera helix, Campsis y Euonymus fortunei emiten desde los nudos haces de raíces que anclan el tallo a la superficie del soporte.
Algunas plantas trepadoras anuales son fáciles de cultivar en asociación con arbustos, sobre todo en muros o tabiques que no están cubiertos por completo.
En algunos casos son tratadas como anuales porque no sobreviven a las bajas temperaturas invernales y deben cultivarse a partir de semilla todos los años, mientras que en climas más templados se comportan como las plantas vivaces y se vuelven leñosas, como Cobaea y Tropaeolum hybrida. Otras especies, como Lathyrus odoratus, Thunbergia alata, Cucurbita y Phaseolus, son anuales sea cual sea el clima en que se cultiven.
Frutos de una pasionaria en un emparrado.
Sarmentosas
Las plantas sarmentosas producen tallos largos y flexibles, que descienden hacia el suelo o trepan hacia arriba, pero que no tienen un medio específico para agarrarse. Son plantas lignificadas o semilignificadas, de crecimiento vigoroso, que pueden sofocar fácilmente la vegetación circundante si no son mantenidas bajo control (por ejemplo, Rosa y Rubus).
Los tallos de algunas variedades producen espinas que, aunque ayuden a la planta a aferrarse a la vegetación circundante, tienen una función defensiva.
Rosa «Cocktail».
Semisarmentosas
Este grupo está formado por arbustos de porte erecto que no son en absoluto plantas trepadoras, pero sus largos tallos son adecuados para cultivarse contra los muros, como Pyracantha o
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