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INTRODUCCIÓN
C uando mi esposa se embarazó de nuestro primer hijo, yo estaba más feliz que nunca. El embarazo, trabajo de parto y el nacimiento del bebé conformaron una época de cercanía, ternura y pasión increíbles. Mucho antes de casarnos, mi esposa y yo nos habíamos comprometido a participar igualitariamente en la crianza de nuestros hijos. Y parecía natural que el proceso de la paternidad compartida iniciara desde el embarazo.
Dado que ninguno de nosotros había tenido hijos antes, estábamos bastante mal preparados para el embarazo. Por fortuna para mi esposa, literalmente existen cientos de libros y otros recursos diseñados para educar, alentar, apoyar y confortar a las mujeres durante sus embarazos. Pero cuando finalmente me di cuenta de que yo también estaba esperando (aunque de un modo muy distinto) y de que el embarazo hacía aflorar sentimientos y emociones que no comprendía, sencillamente no encontré fuentes de información para mí. Busqué las respuestas en los libros de mi esposa sobre el embarazo, pero el tema de los futuros padres, si acaso figuraba, era abordado con superficialidad y consistía mayormente en consejos sobre la manera en que los hombres deben apoyar a sus esposas embarazadas. Para empeorar aún más las cosas, mi esposa y yo fuimos la primera pareja de nuestro círculo de amistades en embarazarse, lo que implicaba que no tenía yo a nadie con quién hablar sobre lo que me estaba sucediendo, nadie que pudiera asegurarme que lo que sentía era normal y correcto.
Hasta hace bastante poco, había escasas investigaciones sobre las experiencias emocionales y psicológicas del futuro padre durante el embarazo. El título mismo de uno de los primeros artículos que apareció sobre el tema, da una idea de la actitud que las comunidades médica y psicológica tenían respecto del impacto del embarazo en los hombres. Escrito por el doctor William H. Wainwright y publicado en julio de 1966 por el American Journal of Psychiatry, el texto estaba intitulado: “La paternidad como detonador de la enfermedad mental”. (Otro maravilloso título que vio la luz en la misma época fue: “Psicosis masculina en relación con el embarazo y el parto de sus esposas”.)
Sin embargo, como pronto descubrirás, la experiencia de un padre que está viviendo el tránsito a la paternidad no se limita a la emoción —o a la enfermedad mental— de ser el caso este libro jamás se habría escrito. La realidad es que la respuesta emocional de los hombres ante el embarazo no es tan distinta de la femenina; los futuros padres sienten todo, desde el alivio hasta la negación, desde el temor a la frustración y desde la ira hasta la felicidad. Y hasta 80 por ciento de los hombres presentan también los síntomas físicos del embarazo.
¿Por qué no se ha discutido más la experiencia masculina? En mi opinión, se debe a que nosotros, como sociedad, valoramos la maternidad más que la paternidad, y asumimos automáticamente que los temas de embarazo, parto y crianza de los hijos son cuestiones de mujeres. Sin embargo, como pronto aprenderás —tanto con la lectura de este libro como gracias a tu propia experiencia—, ése no es el caso.
¿Quién es, precisamente, la persona que escribió este libro?
Desde el principio mismo, mi meta al escribir este libro fue ayudar a los padres a entender y obtener sentido de todo lo que sucede durante el embarazo. La razón para ello es simple: mientras mejor comprendes lo que está sucediéndote, mejor preparado estarás y más te interesará involucrarte y permanecer involucrado durante el embarazo. Las investigaciones han demostrado que, mientras más pronto se involucren los padres (y, en este sentido, el embarazo es el punto más temprano en que podemos hacerlo), más se involucrarán después del nacimiento. Y eso es bueno para tu hijo, bueno para ti y bueno para tu relación con la madre de la criatura.
Todo eso está muy bien, por supuesto, pero depende claramente del hecho de que tu pareja esté embarazada. De modo que una buena comprensión de su perspectiva del embarazo —tanto emocional como fisiológica—, es esencial para entender tus propias reacciones. Ésta fue precisamente la perspectiva que brindó Jennifer Ash, junto con mi esposa y cientos de madres embarazadas por primera vez que he entrevistado a lo largo de los años. A lo largo del proceso de escritura de este libro, todas estas mujeres contribuyeron con información valiosa y comentarios, no sólo referentes a la experiencia del embarazo, sino en relación con el tipo de involucramiento que las mujeres esperan de los hombres y el impacto que ésta tiene en el proceso de gestación entero.
Una nota sobre la estructura
A lo largo de esta obra traté de presentar información práctica y sencilla en un formato de fácil asimilación. Cada uno de los capítulos principales está dividido en cuatro secciones:
¿Qué le sucede a tu pareja?
Aunque este libro trata sobre lo que tú, como padre, experimentas durante el embarazo y cómo puedes involucrarte mejor, es muy importante que entiendas por lo que está pasando tu compañera y cuándo tiene lugar. Por esta razón, sentimos que era importante empezar cada capítulo con un resumen de la experiencia física y emocional de tu compañera durante la gestación.
¿Qué sucede con el bebé?
No es del todo fácil experimentar el embarazo sin un bebé, ¿o sí? Esta sección te adentrará en el progreso de tu futuro bebé —desde el esperma y el óvulo hasta llegar al infante viviente que respira, pasando por todo lo demás.
¿Qué pasa contigo?
Esta sección abarca el amplio rango de sentimientos —buenos, malos e indistintos— que probablemente experimentarás en algún momento durante el embarazo. También describe cosas como los cambios físicos que puedes experimentar, tus sueños, tus valores cambiantes, tus relaciones con otras personas y la forma en que el embarazo puede afectar tu vida sexual.
Seguir involucrado
En tanto que la sección titulada “¿Qué pasa contigo?” cubre la parte emocional y fisiológica del embarazo, este apartado te ofrece hechos específicos y consejos sobre lo que puedes hacer para lograr que el embarazo sea tan tuyo como de tu pareja. Por ejemplo, encontrarás recetas nutritivas y de fácil preparación, información sobre cómo iniciar un fondo para los estudios universitarios del bebé, valiosos consejos sobre cómo aprovechar al máximo tus clases de embarazo y nacimiento, excelentes formas para empezar a comunicarte con tu bebé desde antes de que él o ella nazca, tips para encontrar el equilibro ideal entre la familia y el trabajo (pista: no hay tal cosa, pero con planeación puede que te acerques un poco). Además, aquí y allá encontrarás consejos sobre cómo apoyar a tu pareja y cómo permanecer involucrado en cada etapa del embarazo.