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© Editorial De Vecchi, S. A. 2018
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PRINCIPIOS DE ANATOMÍA
Los órganos genitales femeninos están representados esencialmente por los ovarios, las trompas, el útero y la vagina.
El ovario produce el elemento sexual femenino llamado óvulo, que penetra en la trompa y llega, de este modo, hasta la cavidad uterina. Aquí el óvulo, si es fecundado, se desarrolla durante los nueve meses del embarazo, o por el contrario es expulsado con el flujo menstrual a través de la vagina, si no ha sido fecundado.
El ovario
El ovario es la glándula genital femenina. En las primeras fases del desarrollo embrionario, el ovario se encuentra a ambos lados de la columna vertebral lumbar, pero al tercer mes de la vida intrauterina desciende y encuentra su lugar definitivo en la cavidad pélvica. Esta glándula tiene una doble actividad funcional: en primer lugar reproductiva, en cuanto produce la célula huevo, y en segundo lugar endocrina, ya que es capaz de secretar hormonas. Las hormonas producidas por el ovario son: los estrógenos y la progesterona.
El ovario está situado por delante del recto y por detrás y debajo de las trompas de Falopio, a las que está unido, así como al útero por medio de ligamentos. Existen dos ovarios, uno a cada lado del útero, aunque a veces pueden encontrarse en un número superior. Cuando faltan ambos ovarios (agenesia), la esterilidad es definitiva, aunque en la actualidad se puede superar mediante la fecundación in vitro.
El ovario no es un órgano completamente fijo, ya que puede desplazarse bajo la influencia de los movimientos de las asas intestinales, y también por los cambios de volumen de la vejiga. Durante el embarazo es también desplazado hacia arriba, debido al aumento del tamaño del útero. Asimismo, el ovario puede adherirse a los órganos vecinos a consecuencia de procesos inflamatorios, lo cual condiciona alteraciones de posición y funcionalismo, que pueden llegar a ser incluso causa de esterilidad.
El ovario puede encontrarse en asientos anormales por causas congénitas. Tanto en este caso como en el precedente los óvulos caerán en la cavidad abdominal, no pudiendo, por consiguiente, penetrar en la trompa. Cuando esta mala posición es bilateral produce esterilidad.
La forma del ovario es como la de una almendra y en la mujer adulta tiene una longitud de 3 a 5 cm y una anchura de 3 a 4 cm, pero estas dimensiones cambian con el ciclo menstrual, con la menopausia y durante el embarazo.
La superficie externa, en la niña, es lisa, mientras que con el transcurso de la vida genital de la mujer se vuelve irregular debido a la formación de pequeñas cicatrices, de cuyo significado hablaremos más adelante.
Las trompas de Falopio
Las trompas son dos conductos que tienen la misión de transportar el óvulo a la cavidad uterina. Van, por tanto, desde el ovario hasta el útero. En la mujer adulta tiene una longitud de 10 a 12 cm. Cada trompa presenta dos aberturas: una, cerca del ovario y que recibe el nombre de porción ampular, y otra, que se abre en el interior de la cavidad uterina. La trayectoria de las trompas no es rectilínea, ya que describen una especie de asa.
Las trompas se dividen en cuatro partes:
1.ª una parte intramural o intrauterina, que se encuentra en el espesor de la pared uterina. El orificio de salida del útero es pequeñísimo; mide la décima parte de un milímetro;
2.ª la parte ístmica, que tiene una dirección rectilínea;
3.ª la parte ampular, que es la porción más larga de la trompa, es flexible, de grosor irregular y paredes muy delgadas;
4.ª la parte infundibular, que tiene la forma de un embudo ancho de contornos irregulares. Termina con numerosos y pequeños recortes llamados fimbrias. A través de la porción ampular el óvulo pasa al istmo, después a la parte intramural y finalmente al útero.
La superficie interna de las trompas es muy irregular, debido a que la mucosa presenta una serie de prolongaciones papilares, con la misión de regular la marcha del óvulo y del espermatozoide para facilitar de este modo la fecundación.
El útero
El útero es un órgano cóncavo de paredes muy gruesas y contráctiles, constituidas por tejido muscular. Este órgano está destinado a servir de alojamiento al huevo fecundado, y también está destinado a expulsarlo al finalizar el embarazo. Está situado en la parte media e inferior del abdomen entre la vejiga, que está situada por delante, y el recto que está detrás.
Debido a la íntima relación entre el útero y la vejiga, este puede provocar compresiones, originando molestias sobre todo durante el embarazo, de las cuales la más frecuente suele ser la que provoca la cistitis.
La forma del útero se ha comparado a la de una pera aplanada por delante y por detrás, y para su estudio se le divide en tres partes: el cuerpo, el istmo y el cuello.
La longitud del útero de una mujer que no ha tenido hijos es de unos 7 cm, y aumenta en 1 cm en las mujeres que han dado a luz. Durante la gestación el útero aumenta sensiblemente sus dimensiones para poder contener el feto; en el noveno mes, su longitud llega a los 50 cm y su peso es de alrededor de 1 kg.
El útero presenta una pared que se divide en tres capas, que de dentro a fuera son:
1.ª una capa mucosa;
2.ª una capa muscular;
3.ª una capa externa muy fina llamada serosa que lo recubre.
La mucosa del útero (el primero de los estratos mencionados) experimenta cada 28 días modificaciones que describiremos cuando tratemos el ciclo uterino.
Aparato genital femenino
La vagina
La vagina es un conducto músculo-membranoso que forma parte de la continuación del canal cervical del útero y que se extiende desde el útero hasta los órganos genitales externos.
La vagina es el órgano de acoplamiento sexual de la mujer, sirve como lugar de salida del flujo menstrual y del feto en el momento del parto.
La longitud de la vagina es de unos 7 cm, aunque alguna puede llegar a los 11 o 12 cm, y por el contrario otras ser más cortas, de unos 4 cm. Las vaginas cortas son causa frecuente de esterilidad, ya que el esperma masculino en lugar de ir hacia el útero, es desviado, debido a la particular formación de esta vagina, hacia el arco posterior, que es una especie de embudo de la pared vaginal, impidiendo de este modo la fecundación del óvulo. Las vaginas pequeñas tienen además una segunda consecuencia, que es la de hacer difíciles y dolorosas las relaciones sexuales.