A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2019
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Introducción
Desde pequeña siempre me he divertido creando adornos para las fiestas, como regalo para mi madre o, simplemente, para pasar el tiempo de forma agradable. Sentía curiosidad por todo y cualquier cosa estimulaba mi fantasía; además, me gustaba mucho hacer mis «pinitos» con cola, trozos de tela y lápices de colores.
Esta afición ha pervivido en mí con el paso del tiempo, y aunque no la he podido practicar en algunos periodos, siempre ha estado presente. Comencé aprendiendo a coser, tejer, hacer ganchillo, bordar... resumiendo: a ser diestra en las labores femeninas más clásicas. Después aprendí la técnica del patchwork, y desde entonces no lo he abandonado nunca.
En España esta técnica no está todavía muy difundida, pero en el extranjero forma parte de las tradiciones de muchos países, especialmente los anglosajones.
A menudo me preguntan qué es el patchwork. El término inglés (compuesto por patch=trozo, y work=trabajo) indica que se trata de un método de trabajo basado en el empleo de distintos trozos de tela que se cosen siguiendo un diseño y después se rellenan y se bordan. Con esta técnica es posible realizar preciosas colchas, murales para la pared, cojines, etc. Mi gran pasión por el patchwork me ha llevado a ampliar mi experiencia; por este motivo he completado mi biblioteca con infinidad de libros sobre el tema y he realizado numerosos trabajos.
En la actualidad, organizo cursos para enseñar esta técnica impulsada, principalmente, por el deseo de conseguir que se conozca y se aprenda este antiguo y creativo arte de costura.
Hace algunos años una amiga mía, que volvía de un viaje a Berlín, me regaló un pequeño manual en alemán que mostraba una nueva técnica de patchwork.
La novedad consistía en el hecho de que no era necesario saber coser para lograr el efecto que produce ver tantos trozos de diferentes telas fundidos en un único objeto; de hecho sólo había que colocarlos y fijarlos en un soporte de poliéster.
Rápidamente comencé a forrar bolas para adornar mi árbol de Navidad, para continuar seguidamente con campanillas, corazones, guirnaldas y cualquier pieza que se pudiera encontrar en el mercado. Muy pronto, utilizando sólo cola y alfileres, además de las figuras y las telas, empezaron a surgir de mis manos numerosas creaciones nuevas y originales.
Actualmente, este tipo de técnica está obteniendo un gran éxito incluso en nuestro país y creo que la razón es lo rápido y fácil que resulta ponerla en práctica, a lo que hay que sumar la posibilidad de crear objetos de tela sin saber utilizar, forzosamente, la aguja y el hilo.
Todo el mundo puede practicar con poliéster, cola y telas; basta con tener un poco de fantasíay creatividad.
El objetivo principal de este nuevo libro sobre el patchwork es el de contribuir con una guía sencilla al aprendizaje de la técnica básica y el de mostrar numerosos proyectos con el fin de que surjan nuevas ideas.
Los soportes de poliéster se encuentran fácilmente en el mercado (tiendas de pintura, de manualidades y especializadas) y están al alcance de cualquier bolsillo. Para los principiantes se recomienda adquirir cierta destreza en las técnicas y los instrumentos con las formas más elementales antes de aventurarse en la realización de proyectos más personales y complejos.
He escrito este libro con la finalidad de poner mi experiencia a disposición de todos aquellos que, como a mí, les gusta crear cosas con sus propias manos, movidos siempre por el afán de nuevas experiencias y de las «ganas de hacer algo». Espero firmemente haberlo logrado y deseo a todos un buen trabajo.
Primera parte
MATERIALES Y TÉCNICAS
LOS MATERIALES
El equipo
El trabajo de patchwork que se muestra en este libro consiste en forrar piezas de poliéster con trozos de tela diferentes sin que se tengan necesariamente —y esta es la gran novedad— que coser entre sí.
El equipo indispensable para la aplicación de esta técnica está formado por los siguientes materiales:
√ cúter (cuchilla);
√ lima de uñas de metal;
√ tijeras de punta curvada para recortar la tela sobre las piezas de poliéster;
√ tijeras de sastre;
√ cola para tejidos en tubo;
√ cola polivinílica;
√ pegamento universal;
√ cola para aplicar en caliente con la pistola eléctrica adecuada;
√ alfileres
√ regla de metal (de 30 y 60 cm);
√ lápices de colores;
√ papel de seda blanco;
√ punzón, para perforar el poliéster.
Los tejidos
Otra característica de este tipo de trabajo es el empleo de pequeños retales de tela para la realización de los proyectos. Se pueden utilizar muchos tipos de tejidos: los más indicados son los de algodón, pero también pueden dar buenos resultados la seda, el paño y los tejidos elásticos.
El mejor resultado se obtiene colocando juntos los estampados que combinan entre sí o eligiendo gamas de tres o cuatro colores. Por supuesto dependerá también de las dimensiones del objeto que se ha de forrar; en el caso de un mural se pueden añadir más colores. Para obtener una composición armoniosa es oportuno elegir telas que tengan un color que se repita y que sea, por lo tanto, común a todas las piezas usadas.
Además, se deben elegir estampados discretos como cuadraditos, rayas, pequeños motivos florales o geométricos. La razón principal de esto es que los dibujos grandes se perderían en los cortes durante el trabajo, creando zonas con colores difusos y poco equilibrados. Los tejidos de algodón americano, específicos para el trabajo de patchwork, son el tipo de tela más adecuado; se pueden encontrar en el mercado en una amplia gama de estampados y colores.