Antonio Primiceri
LICORES CASEROS
Técnicas, consejos y recetas
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
Ilustraciones de Jesús Gracia Sánchez.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2016
© [2016] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-78525-997-5
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Índice
Un maravilloso placer
La historia de este libro empezó en Barcelona hace años.
Tenía un bar muy concurrido, y un día decidí preparar mis propios licores en casa. Comencé a entusiasmarme y preparé algunos buscando sabores que no ofrecían las grandes firmas y que elaboraba con hierbas, flores y frutos.
Poco a poco los clientes los fueron probando, les gustaron y pidieron más.
Me gustaría divulgar mis secretos para que todo aquel que esté interesado pueda elaborar sus licores predilectos siguiendo este libro.
Antes de empezar, conviene aclarar que la única manera de obtener un buen resultado es leer la receta atentamente antes de empezar, reunir todos los ingredientes necesarios, disponer del material preciso y tener el tiempo y la paciencia suficientes para ponerse manos a la obra. Valdrá la pena.
Es preciso dejar claro que este libro no le enseñará a elaborar licores en cantidades industriales para que pueda comercializarlos, puesto que las instalaciones que se requieren y su reglamentación van más allá de nuestras posibilidades. Los ingredientes deben ser de la mejor calidad.
La intención es, pues, la de ayudarle a obtener en su casa, para su propio placer y el de sus amigos, diversos licores originales y personalizados. Estas bebidas, por otra parte, no contendrán conservantes ni colorantes, por lo que no podrá guardarlas durante mucho tiempo.
Buena parte de las recetas son de bebidas que pueden ayudarnos a paliar algún que otro malestar. Sin embargo, por mucho que los licores tengan finalidades curativas, tiene que utilizarlos con cautela y dejarse llevar por el paladar.
Sígame, pues, a lo largo de esta fascinante aventura, descubriendo conmigo numerosos remedios naturales y de gran utilidad. Naturalmente, para beberlos, no debe esperar a tener alguna molestia física en particular, ya que son muy apropiados también para cualquier momento de esparcimiento.
Aprendamos a curarnos de forma natural
A lo largo de este libro se mencionan plantas medicinales, hierbas aromáticas, cortezas, hojas, además de semillas, frutos exóticos y flores perf umadas. A continuación vamos a enumerar algunos de los beneficios que puede aportar un licor:
• Antianémico. Un buen licor a base de alcachofa o de genciana y, sobre todo, el licor de ortiga son estupendos antianémicos, ya que el hierro y el nitrógeno que contienen son una auténtica panacea para los glóbulos rojos.
• Antidepresivo. La esencia antidepresiva es, sin duda, la propiedad principal de todos los licores en general. En caso de depresión, pruebe un vasito de licor de salvia o menta, refrescante y pe rfumado, o el de genciana, muy agradable y también indicado para estos casos.
• Antineurálgico. Las sensaciones dolorosas producidas por la jaqueca, la ciática, el lumbago o los tirones musculares pueden encontrar algún alivio con las propiedades medicinales contenidas en los licores que han sido elaborados con romero, ginebra, ruda, anís o menta.
Por otra parte, contra el dolor de muelas va muy bien el licor de romero o de ciruela, en espera, como es natural, de acudir al dentista.
• Antirreumático. Se pue de obtener un poco de alivio gracias a las propiedades medicinales de las cerezas, las fresas, la manzana, el hinojo y el perejil.
• Aperitivo. En el mercado no es difícil encontrar aperitivos de gran renombre, aunque, para ser sinceros, son mejores los na turales, de composición más simple. Personalmente le aconsejo probar los licores de ajenjo, nuez o centaura, que resultan mucho más agradables.
• Calmante. También existen licores indicados para problemas de tensión nerviosa o de dolor. En el primer caso r esultan excepcionales los licores de manzana, albaricoque y perejil. En el segundo son aconsejables los de eucalipto, amapola e hinojo.
• Cardiotónico. Un consumo reducido tonifica los músculos cardiacos y aumenta el riego sanguíneo. Un vasito de licor hec ho a base de ajo, cebolla, toronjil, cardo y majuelo no va nada mal.
• Colerético . Si tenemos molestias en el hígado es aconsejable no tomar alcohol. Sin embargo, si se toman con mesura, pueden ser apropiados los licores a base de ruibarbo, romero, alcacho fa, limón o fresa, y también los de achicoria o zanahoria.
• Contra el mal aliento. Puede tratarse de una molestia temporal debida a una mala digestión o a una comida pesada (ajo y cebolla son los clásicos causantes), a una caries o a cualquier otra razón. También puede deberse a problemas más graves o incluso congénitos. Resultan muy apropiados los licores de café, limón, salvia o laurel.
• Contra las náuseas. Pueden responder a muchas causas: indigestión, mareo, intoxicación... Para náuseas leves podemos probar con un vasito de licor de café, toronjil, camomila o limón, así como el elaborado a base de menta.
• Contra el resfriado. Para esta molestia, los licores constituyen una gran ayuda. Servidos como ponche caliente, sus vapores liberan las vías respiratorias y su ingestión alivia la tos. Son aconsejables los licores preparados a base de laurel, almendra, naranja, pomelo o manzana.
• Digestivo. Se trata de una característica propia de numerosos licores amargos, por lo que sólo incluimos las recetas de aq uellos que no sean demasiado fuertes. Sin embargo, para los amantes de los sabores amargos, existe el licor de ajenjo. Igualmente digestivos, pero de un sabor más suave, son los de mastranzo, melocotón, pomelo o apio.
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