M. Tomalini R ECETAS SECRETAS PARA HACER LICORES EN CASA EDITORIAL DE VECCHI A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. A Nani, Gigi y JuAgradezco su valiosa colaboración a las amigas Caterina y Simonetta,sin las cuales no habría podido escribir este libro.Un especial agradecimiento a Fabrizio Barberis, que ha colaborado en la realización de las ilustracionesTraducción de Silvia RissoFotografías de la autoraDibujos de Michela Ameli © Editorial De Vecchi, S. A. 2020 © [2020] Confidential Concepts International Ltd., Ireland Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA ISBN: 978-1-64699-816-6 El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. 2020 © [2020] Confidential Concepts International Ltd., Ireland Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA ISBN: 978-1-64699-816-6 El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios.
La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270) Índice
Introducción
Siempre he sentido gran atracción por la casa de mi abuela paterna. Aunque está situada muy cerca de la ciudad, es un pequeño oasis verde formado por viejos frutales mezclados con plantas de flores perfumadísimas y rosaledas que bordean parterres y caminos. Desde que era una niña, la pasión por recolectar frutos, que crecían entonces sanos y bellos, sin los problemas que hoy en día nos obligan a utilizar productos químicos contra diversas enfermedades y parásitos, me ha empujado a observar a ancianas tías y abuelas dedicadas a elaborar almíbares y mermeladas y a desecar hierbas y flores con las que se elaboraban tisanas en los meses de invierno. Una de las primeras recetas que experimenté fue el almíbar de grosella roja, que tuvo mucho éxito en mi familia y me animó a practicar con otros almíbares y confituras. Con el tiempo, mis conocimientos botánicos aumentaban y la pasión crecía: fue este el periodo en que recolectaba hierbas y flores para luego desecarlas y elaborar tisanas e infusiones medicinales.
Después de casarme, los muchos amigos que a menudo frecuentaban y frecuentan mi casa me animaron a elaborar licores para ofrecérselos, en lugar de las tisanas, después de las cenas siempre abundantes. Comencé con algunos licores digestivos sin mucho convencimiento, pero el inesperado éxito me animó a buscar recetas nuevas que añadir a las tradicionales sacadas de los libros de recetas de casa. Fue así como descubrí las antiguas tradiciones y la nobleza de la producción casera de licores; el primer licor digestivo de hierbas fue creado por el médico de corte de Luis XIV para aliviar los sufrimientos del viejo monarca (como se puede leer en el Gran Dictionnaire de Cuisine, de Alexandre Dumas). Aprendí también que hay notables diferencias entre estos licores y las bebidas alcohólicas más conocidas, desde el aguardiente al coñac, pasando por el whisky y el vodka (es decir, aquellos destilados que en casa son difíciles de producir, porque se necesita un alambique o porque el procedimiento es muy complejo, por no añadir que la normativa en cuanto a destilación ilegal de estos productos es muy rígida). Consideré, entonces, todos aquellos licores que se pueden producir agregando al alcohol en frío hierbas, flores, frutos, bayas y raíces. El rosolí, licor antiguo redescubierto en estos últimos años, que presenta un fuerte perfume de flores frescas, es el que tiene menor grado alcohólico.
Nació como licor para amenizar la conversación, destinado especialmente a las mujeres, y hoy en día se utiliza para acompañar los postres. El ratafía, producido mediante la maceración de frutos frescos, tiene un grado alcohólico más elevado y una textura más densa. Acompaña bien la repostería y resulta muy indicado para aromatizar macedonias y helados. El elixir era el licor por antonomasia de los conventos. Se obtenía macerando hierbas y se recetaba como panacea para todos los sufrimientos. Hoy en día se utiliza como digestivo o, servido con hielo o con agua, como aperitivo.
En este libro he recogido las recetas que me han parecido más interesantes y fáciles de realizar en casa, y que en estos últimos años han tenido un mayor éxito.
Los ingredientes
Licor de limón En todas las recetas de cocina, incluidos los licores hechos en casa, el primer paso para lograr buenos resultados es la elección de los ingredientes adecuados: sin una buena materia prima no se logrará nunca un buen producto acabado. Por esta razón, examinaremos ahora cuáles son los ingredientes básicos necesarios para la elaboración casera de licores:
agua,azúcar,alcohol,fruta,hierbas y flores,bayas y raíces. Licores, galletas y pasteles caseros ponen la guinda a una cena entre amigos El agua Antiguamente se utilizaba agua de pozo, comparable en cuanto a pureza a la de manantial. Hoy se aconseja la utilización de agua destilada, que ofrece al preparado más transparencia y favorece la disolución del azúcar. Los que disfruten paseando por el campo, pueden ir a buscar agua de manantial, aunque deben asegurarse de su calidad. Incluso una buena agua mineral sin gas, con muy bajo contenido calcáreo (mirar la etiqueta antes de comprarla), se puede utilizar con buenos resultados.
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