Bruno Tenerezza
Mi...Canario
EDITORIAL DE VECCHI
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
El editor desea agradecer a Gianni Ravazzi su amable colaboración en la preparación de esta obra.
Diseño gráfico de la cubierta de Studio Tallarini.
Dibujos de Michela Ameli y Annalisa y Marina Durante.
Fotografías de Gianni Ravazzi y Alberto Gamaler, y la FOI (Federación Ornitológica Internacional).
Traducción de Nieves Nueno Cobas.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2019
© [2019] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-64461-706-9
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Índice
Su vida con el hombre
El nombre dado a este alegre y vivaz pájaro no deja lugar a dudas: las Islas Canarias es el lugar donde se le vio por primera vez. Pero, en realidad, también vivía en los alrededores...
Antaño, escondido entre la exuberante vegetación de las dieciocho islas mayores que componen el archipiélago canario y los de las Azores y Madeira, relativamente próximos, vivía tranquilo un pajarito de menos de 12 cm de longitud.
Su plumaje de fondo verde, con rayas grises y amarillas, le habría permitido mimetizarse con facilidad, haciéndolo prácticamente invisible, si su canto melodioso no hubiese traicionado su presencia.
De aborigen…
Así, cuando en el siglo XIV los navegantes genoveses descubrieron las Canarias lo «desenmascararon» enseguida. Pronto llegaron también los españoles, que procedían de la cercana África occidental, y entre conquistadores ibéricos y genoveses empezó una larga disputa para atribuirse el mérito de quién había visto antes al gracioso pájaro.
Pese a la polémica, todo concluyó con un empate y el canario siguió viviendo en paz hasta el año 1402, cuando Jean de Bethencourt, un francés que había ocupado las islas, trajo varios ejemplares a España para regalárselos al rey de Castilla, Enrique III, llamado el Doliente.
Bonito ejemplar de canario rojo intenso de alas blancas y, : , un malinois en «posición de atención», es decir, ligeramente inclinado hacia adelante
... a estrella internacional
El éxito del animal fue inmediato, toda Europa hablaba de él, y el deseo de poseer uno se extendió como una mancha de aceite, hasta el punto de que muchos partían hacia las Canarias con el objetivo de capturar estas aves y comerciar con ellas.
A finales del siglo XV , los españoles, que mientras tanto se habían adueñado de los tres archipiélagos, se dieron cuenta de que era posible conseguir la reproducción en cautividad del preciado pájaro, por lo que prohibieron capturar y exportar de las islas los ejemplares hembra para mantener el monopolio sobre el que ya era el animal de jaula más apreciado del Viejo Continente.
Pero el predominio español no estaba destinado a durar. A finales del siglo XVI un navío cargado de canarios silvestres machos naufragó a escasas millas de la isla de Elba: al recobrar la libertad, los canarios se adaptaron muy bien, formando familias con hembras del lugar. Nació entonces una nueva variedad que muy pronto, gracias a la iniciativa de los comerciantes italianos, se volvió numerosa y se extendió por Holanda, Bélgica, Francia, Suecia, Rusia, Turquía e incluso Egipto.
Además de su extraordinario canto, el harz es un pajarillo que se hace querer por su vivacidad y por sus alegres movimientos sobre la percha
No sólo amarillo
El más famoso es sin duda Piolín, el canario de las historietas ilustradas y los dibujos animados, creado en la factoría Warner. Los trucos que inventa Silvestre, el ingenioso gato, para capturara Piolín, lo ponen en continuo peligro. Pero, aunque la jaula de Piolín está siempre abierta, es el desmañado gato el que siempre sale perdiendo.
Como todo canario que se precie, Piolín es amarillo, pero no siempre ha sido así. Hemos dicho que sus primeros antepasados eran verduzcos. Además, durante mucho tiempo, los criadores prestaron más atención a la capacidad de cantar de estos pajaritos que a su color. En efecto, en el pasado, la especie más solicitada era el harzer roller (que nosotros conocemos simplemente como harz), caracterizada por el canto con pico cerrado. Fue mucho más tarde cuando se dedicó atención también al color, por lo que aparecieron ejemplares amarillos, blancos e incluso rojos, hasta llegar al canario doméstico de hoy, que ha perdido ya todas las particularidades del animal silvestre y se ha adaptado a la perfección a la vida en cautividad.
El verde del timbrado de arriba es típico de su raza
Tendré un canario
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