Caroline Cailteux - Trabaja en equipo como nadie

Caroline Cailteux, 2017

Traducción: Laura Bernal Martín

Editor digital: Titivillus

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• ¿Problemática? ¿Qué lugar ocupar en el seno de un equipo para colaborar eficazmente con todos sus miembros?
• ¿Utilidad? Un buen trabajo de equipo permite optimizar las contribuciones y las colaboraciones de cada uno y, como consecuencia, influir en la productividad de la empresa.
• ¿Contexto profesional? Gestión de recursos humanos, trabajo en equipo, gestión de proyectos.
• ¿Preguntas frecuentes?
  • ¿Cuáles son las características de un equipo profesional?
  • ¿Cuáles son los elementos que contribuyen al buen funcionamiento del equipo?
  • ¿Influye la interdependencia de las tareas en la eficacia?
  • ¿Existe un modelo que permita evaluar el rendimiento de los equipos?
  • ¿Se puede evaluar el rendimiento de un equipo a través de sus resultados?
  • ¿Son los miembros más eficaces de un equipo los que obtienen los mejores resultados?
  • ¿La eficacia está únicamente relacionada con las competencias?
  • ¿Tiene el equipo un impacto en mi identidad personal?

El grupo en el que trabajamos influye en nuestro rendimiento individual en el trabajo. Cada equipo desarrolla una dinámica propia, y los individuos que lo componen tejen día a día los lazos que unen las líneas directrices de los comportamientos esperados con los rituales que es conveniente respetar. Más allá de las competencias individuales y colectivas que se ponen al servicio del objetivo común, se trata de descifrar esos códigos de funcionamiento y asumir distintos papeles para ser eficaz. La traba de las normas colectivas ejercerá una presión más o menos fuerte sobre vuestros actos, y permitirá o no que se encuentre cómodo en las relaciones con su equipo. Desgraciadamente, las normas, si bien están muy presentes e influyen en la implicación de los miembros del grupo, no siempre son tan explícitas como sería deseable. Por ello, el reto de su eficacia dentro de un equipo consistirá en posicionarse adecuadamente en el mismo para insertarse en su dinámica particular.

El grupo es como un navío que surca los mares. Se trata de llegar a la otra orilla cogiendo las mejores olas, atravesando tempestades y aprovechando los periodos de calma que surgen como resultado de estas dos agitaciones. No tener en cuenta las características del grupo y su dinámica podría anular los efectos de su implicación en el trabajo. Este es el motivo por el que le proponemos invertir 50 minutos para buscar soluciones clave que esperemos que le ayuden a definir qué posición le conviene adoptar para disfrutar de una agradable travesía.

Aunque los investigadores se han concentrado durante mucho tiempo en lo que sucedía dentro de los grupos para comprender mejor el impacto que tienen en los individuos, hoy en día las organizaciones (sobre todo aquellas con ánimo de lucro) se preguntan sobre el «rendimiento» del grupo y sobre las consecuencias de sus actos en la productividad total de la empresa. En efecto, el hecho de que formemos equipos se debe a que no somos expertos en todas las materias y a que necesitamos las competencias de los demás para sacar adelante un proyecto. El equipo es un medio que sirve para movilizar una multiplicidad de recursos (similares o complementarios) con el fin de alcanzar un objetivo común.

Más allá del equipo como tal, también se hace hincapié, mediante consejos y preguntas-respuestas, en el contexto en el que este evoluciona y en los factores ambientales que influyen en su eficacia. Porque si el rendimiento de los equipos desempeña un papel considerable en la productividad de la organización, el ambiente de la empresa afecta a su vez a los resultados de los equipos.

Para alimentar la reflexión sobre su eficacia en el seno de un equipo de trabajo, le proponemos que piense sobre su posición en función de tres ejes:

• El eje individual: ¿cuáles son sus zonas de confort y de esfuerzo en su funcionamiento personal?
• El eje colectivo: ¿cuál es su posición en el equipo, su papel en el plano funcional y relacional?
• El eje ambiental: ¿cuáles son las lógicas de justificación de los actos subyacentes a las características dominantes de su ambiente de trabajo?

Algunos de sus colegas le caen bien y le resulta cómodo trabajar con ellos, mientras que se siente incapaz de trabajar con otros. Los aspectos que trataremos a continuación le proporcionarán algunas claves que le deberían ayudar a comprender por qué se crean afinidades con unos y no con otros.

Este planteamiento se inspira en la obra de Carl Gustav Jung (1921) relativa a los tipos psicológicos. La idea principal subyacente a este enfoque es detectar sus preferencias de cara a situaciones, objetos, personas, etc.

Ejercicio de introducción

1. Escriba su nombre y su dirección con la mano con la que suele escribir.
2. Escriba lo mismo, pero con la otra mano.

   ¿Con qué facilidades y dificultades se ha encontrado? Es muy probable que el primer ejercicio le haya parecido más simple que el segundo. Al valerse de la mano que suele utilizar, se encuentra en su «zona de confort». ¿Ha sido menos hábil utilizando la otra mano? ¿Ha necesitado más tiempo para escribir? ¿Ha tenido que concentrarse más? ¿La calidad del resultado es la misma? Al usar la otra mano, en una situación no espontánea, ha sido capaz de llevar a cabo el ejercicio, pero dentro de una «zona de esfuerzo».

Nuestras preferencias espontáneas de cara a personas o a situaciones nos exigen menor energía que cuando nos enfrentamos al polo opuesto. Nuestra energía toma entonces una dirección, se posiciona sobre un eje que se extiende entre dos polos opuestos, con una preferencia natural por un lado del eje más que por el otro.

El cruce de las posiciones en estos cuatro ejes permite trazar 16 perfiles que caracterizan las formas de funcionar diferentes en la vida privada y en la profesional. No dude en realizar el test MBTI para determinar cómo funciona mejor. Al entender los contornos en los que se inserta su perfil, sabrá mejor por qué le encanta tratar asuntos assoporta la falta de organización de Rita, o por qué le irritan las divagaciones de su superior durante una reunión.

Ilustración de estos diferentes polos en situación de trabajo

Extraversión (E) versus Introversión (I)

Cuando Marion entra en la oficina, parece estar siempre en perfecto estado. De naturaleza sociable, da una vuelta para saludar al equipo e intercambia algunas palabras —o carcajadas— con unos y otros. Cuando llega, todo el mundo lo sabe. La energía de Marion se orienta probablemente hacia el polo de la extraversión (E). Aunque le parece simpática, a Igor le agota el simple hecho de observar el ritual matinal de Marion. De naturaleza reservada y pensativa, llega por la mañana temprano, lo que le permite entrar en contacto con suavidad con el mundo del trabajo y tener un poco de intimidad. Cuando Marion se instala frente a él, ya está concentrado y le molesta un poco que no pare de hablar. Sin lugar a dudas, la energía de Igor se inclina hacia el polo de la introversión (I).

Sensación (S) versus iNtuición (N)

De repente, Marion le llama la atención a Igor: «¿Has visto el nuevo cartel que hay en la entrada?». Igor le pregunta: «¿Cuál, el de la playa y las tres palmeras, con las letras en cursiva?». Estructurado y realista, se refiere a algo concreto (S). Marion piensa: «Mm, me refiero al que hace soñar, al que evoca vacaciones y por tanto un sentimiento de evasión, una bocanada de aire fresco antes de entrar en la oficina». Marion se deja llevar por la imaginación, más inclinada hacia su intuición (N).