• Quejarse

Cristian Juliá - Vivir en rebelión

Aquí puedes leer online Cristian Juliá - Vivir en rebelión texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2014, Editor: ePubLibre, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Cristian Juliá Vivir en rebelión
  • Libro:
    Vivir en rebelión
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    2014
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Vivir en rebelión: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Vivir en rebelión" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Cristian Juliá: otros libros del autor


¿Quién escribió Vivir en rebelión? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Vivir en rebelión — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Vivir en rebelión " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Algo le oprime el pecho no sabe qué pero no lo deja dormir Se despierta cada - photo 1

Algo le oprime el pecho, no sabe qué pero no lo deja dormir. Se despierta cada tanto como queriéndose adelantar al tic-tac implacable. Al llegar la mañana tiene los ojos bien abiertos y algo en su mirada predice que ese día va a ser distinto.

Vivir en rebelión es el primero de una serie, destinados a pensar nuestra existencia, nuestras contradicciones. Busca ver más allá de las apariencias, busca una salida del laberinto de relaciones sociales que hemos construido.

Vivir en rebelión es, ante todo, un grito; un grito entre todos los gritos que escuchamos a diario, un grito de enojo y, sobre todo, un grito de esperanza.

Cristian Juliá Vivir en rebelión Parte I - Conociendo las cadenas ePub r10 - photo 2

Cristian Juliá

Vivir en rebelión

Parte I - Conociendo las cadenas

ePub r1.0

gertdelpozo 09.09.15

Cristian Juliá, 2014

Diseño de cubierta: Alberto de Mari

Dibujo: Eduardo Aguilar

Corrección: Alan Santillán

Editor digital: gertdelpozo

ePub base r1.2

La rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos Alejandra - photo 3

«La rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos».

Alejandra Pizarnik

«La vida debe ser vivida en el borde.

Hay que ejercitar la rebelión:

negarse a sí mismo la atadura a las normas,

rechazar su propio éxito,

negarse a repetirse, para ver cada día, cada año,

cada idea como un verdadero desafío.

Vivir la vida en la cuerda floja».

Philippe Petit

Introducción

Este libro se compone de dos historias: Por un lado se encuentra la historia de nuestro personaje, alguien que se levanta un día y no encuentra sentido a nada de lo que hace. Por el otro, se encuentra un desarrollo teórico que intenta desentrañar las falsedades y lo que se encuentra oculto de nuestra vida actual; es decir, qué es lo que hace que hagamos las cosas que hacemos.

Por momentos las historias se cruzan, y por otros momentos no. Pero sí hay un hilo que las une: la negación de la vida que nos niega, la pregunta, la búsqueda de algo más. ¿Por qué esto? ¿Por qué no mejor otra cosa?

Capítulo I
Despertar

«¿Miedo al fracaso? ¿Qué fracaso? Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco, pero ¿qué gloria podría compararse al goce de charlar con los amigos en una tarde de sol? ¿Qué poder puede tanto como la necesidad que nos empuja a amar, a comer, a beber?

Hagamos dichosa la inevitable mortalidad de la vida».

Epicuro, citado por Galeano en su libro «Espejos».

Esa noche no podía dormir, di vueltas sobre la cama, me enredaba entre las sábanas, por momentos me despertaba asustado, sintiendo que ya era tarde, que me había dormido.

Pero no. El reloj me avisaba que aún quedaba tiempo.

La almohada se encontraba lejos de mi cabeza y de la cama, en la esquina de la habitación. Hice un esfuerzo por alcanzarla estirando el brazo, fue inútil.

Bien entrada la madrugada soñé algo que me volvió a despertar, algo de terror debió ser, porque estaba asustado y busqué encender la luz a manotazos limpios. Me levanté todavía dormido, tropezando con la ropa que se encontraba revuelta en el piso. Entré al baño con los ojos cerrados, de memoria me senté y esperé. Debo haber dormido un buen rato sentado porque cuando me incorporé del inodoro ya se dejaba ver nacer el día. Me acosté un rato más.

La noche había sido larguísima, pero cuando tuve por fin que levantarme, parecía que hubiera dormido poco y nada.

Di un buen suspiro y me incorporé. El reflejo indicaba un día hermoso. Ya por dentro algo era diferente, algo se anticipaba a mí decisión.

Puse el agua para el mate y di un mordisco a una galletita vieja, que no pude terminar. Abrí la heladera pero no encontré nada adecuado para el desayuno. No había nada para untar. Daba igual, tampoco había nada sobre que untar. Me hice unos amargos y estuve por prender la televisión, pero me arrepentí. Me quedé en silencio, apoyado sobre la mesa de madera mirando las plantas. Afuera el mundo ya andaba, se escuchaba el ruido de autos y personas alistándose. Abstraído en esos sonidos, pensé en lo absurdo que era.

Dejé la pava calentado al mínimo, para tomarme unos últimos antes de salir. Mientras, me cambiaba. Ya por dentro sentía algo diferente. No soportaba la idea de volver a unirme al mundo, tenía un sentimiento de enojo mezclado con desesperación. Tardé mucho en atarme los zapatos, de pasada me miré al espejo y me di cierta lástima. Tenía la cara como de muerto vivo.

Me tomé los últimos, impaciente, pero en absoluto silencio. Siempre que nos encontramos en el momento previo de tomar una decisión importante, o en decir o pensar algo que nos va a cambiar el rumbo, hay algo en el ambiente, en los sonidos, que ya está prediciendo lo que va a suceder. Una especie de calma previa a la tormenta.

En esos últimos minutos recordaba cómo eran todos mis días:

Cada día de la semana el despertador empezaba a hacer su gracia desde las siete de la mañana, para lograr su objetivo a las ocho. Me levantaba aún dormido. Iba al baño, me reconocía frente espejo (esto era algo que siempre me costaba).

Me lavaba a penas la cara e iba siempre directo hacía la cocina. Prendía el fuego y ponía el agua. Mate o café, dependiendo del día. Esos siempre eran los minutos más rápidos de la vida. Todo pasa rápido cuando deseamos que pase lento.

A veces prendía la televisión o ponía algo de música, sólo para acallar los silencios. Me quedaba por un instante mirando el vacío. Ya a esa altura de la mañana empiezo a darme cuenta que voy a llegar tarde, y entonces tengo que apurar el trámite.

Esos son los últimos minutos que me reservaba para terminar de despertar y unirme al mundo de los vivos que, como siempre, ya hacía rato que estaba andando (¿acaso se había detenido en algún momento?).

Después de todo el ritual de entrecasa, salía a buscar el auto. Siempre trataba de no hacer contacto visual con vecinos que busquen cruzar palabras de rutina.

Si afuera había un día de sol o de temperatura agradable, pensaba en todas las cosas que podía estar haciendo; o mejor, en lo que no podía estar haciendo. Si en cambio ese era un día frio, nublado, me quejaba por tener que salir de casa con un tiempo así.

Mi trabajo no implicaba gran esfuerzo, era sobre todo administrativo, pero el horario hacía que llegue de día y que salga de noche. Eso me molestaba. El día pasaba y yo no lo veía.

Lo que hacía, básicamente, era firmar papeles, algunas cuentas, entregar informes, cuando podía me escapaba a tomar un poco de café. Había días más bien tranquilos, otros más agitados, sea como sea, cuando por fin me iba, siempre e inevitablemente, lo hacía cansado. Durante el trabajo pensaba en que cuando saldría iba a hacer alguna actividad, cenar con amigos, visitar a mi hermana, practicar algún deporte.

Lo pensaba hasta que llegaba la hora de irme. Porque para ese momento, todo había perdido interés. Lo único que deseaba era volver a mi casa sin gente, sin ruidos, sin papeles, sin jefes. Mis días transcurren así, sin demasiados sobresaltos.

Me despertaba, iba al trabajo, salía pensando en hacer algo distinto y casi siempre terminaba volviendo a casa, rápido, para cocinar algo (que generalmente era algo rápido) y leer un libro o bien, sólo dejarme en el sillón con algún programa de televisión hasta la hora de volver a la cama. Siempre esperando los fines de semana para hacer algo más.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Vivir en rebelión»

Mira libros similares a Vivir en rebelión. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Vivir en rebelión»

Discusión, reseñas del libro Vivir en rebelión y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.