Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta obra son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados de manera ficticia. Piel a capela Primera edición: 2019 ISBN: 9788417587734
ISBN eBook: 9788417587178 © del texto: Abendua Alas © de esta edición: CALIGRAMA, 2019 www.caligramaeditorial.com info@caligramaeditorial.com Impreso en España – Printed in Spain Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright . Diríjase a info@caligramaeditorial.com si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Prólogo de un fiel lector Queridos lectores: Cuando la vida te da alas, lo normal, es que no sepas usarlas y para cuando aprendes, esas alas ya no tienen fuerza para llevarte donde tú quieres ir, pero descubres, que con pequeños impulsos de constancia y honestidad también puedes llegar.
En Piel a capela encontraréis versos como lonchas de jamón, ibérico claro, sudando sentimientos tan gustosos como la pata de donde salen. Abendua vuela, ella es voraz y reservada, atenta y perdida a la vez, mujer total, que escribe como siente la vida, pausada y convulsa como las flores que estallan en primavera. Y ahora yo, pobre de mí, intentando acercarme a esa luz tan brillante como sus letras, que juntas forman un magnífico universo de palabras, desbordantes de imaginación y ternura. Y a la vez tan calientes y furiosas, que desearás más de esa miel, de esa dulzura a gotero, ese veneno placentero, que es leer sus versos. Jack Brillo Para ti… Si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos. Solo entonces te darías cuenta de lo especial que eres para mí.
Frida Kahlo Hoy te conocí Mi vida no es perfecta. Ya sabéis, tiene sus más y sus menos. Aunque yo siempre le echo agallas. Y palabras que me acribillan como metralla. Y tiene un día maravilloso. Fue ayer… Cuando te encontré al otro lado de una pantalla.
Y un segundo día maravilloso. Hoy… Cuando vi por primera vez tus ojos. Te vi y lo supe… Supe que esa noche soñaría con el cuenco de tus brazos. Y es que no todo en la vida tiene una respuesta. ¿Fue el azar? ¿El destino? ¿La casualidad? Pero que importa… Pasó… Lo que tenía que pasar. Que viniste a romper los muelles de mi cama.
Y me rompiste el corazón. Y en un abrir y cerrar de ojos, no volví a ser yo. Aunque viviese tres vidas… Ya no podría olvidar tus besos… Ni como me acaricias como un poseso. No creía yo que, a estas alturas, me fuese a dar un vuelco el corazón. Pero una nunca elige el momento. Y nació este amor con mal karma.
Tú veintisiete y yo treinta cumplidos. Yo estaba casada. Y tú tenías novia de años. Y así con paciencia y en silencio te fui queriendo. Tu amor lo llevaba por dentro y mi matrimonio agonizaba. Y en cada encuentro volvía flotando… Y es que lo prohibido es muy tentador… Era como si fueses la persona perfecta para mí, pero en el momento equivocado… Y perdí la razón… Vivía con la esperanza de verte regresar, a por tu dosis de miel.
Y la vida se me paró... Transcurrían los días vacíos, entre uno y otro encuentro. Era esclava de tus besos. En ellos pensaba… Y andaba todo el día fantaseando. Imaginado escenas, momentos, abrazos, más besos… O como me mirabas, con tus grandes ojos negros. Y luego al llegar a casa, un marido gruñón.
Otra vez a fingir que le escucho. Sonrisas falsas… A veces, incluso mirándole a la cara… Los pensamientos me abandonaban… Y se iban contigo. Encuentro furtivo Hace un viento frío que me eriza el vello de los brazos… Aunque eso es por fuera. Dentro de mí hay un volcán de lava ardiente, un calor insoportable, envolvente, que me provoca, que me incita a buscar tus manos gélidas en mis pechos. Sé que me puedes templar… Que si te lo propones, me puedes apagar. Que puedes darme lo que necesito.
Otra vez me toca soñar despierta… Anhelar tus caricias en los botones de mis pezones. Soñar que amasas mis pechos mientras los chupas. Deseo tu glande en mi boca, tierno, tremendo, morado, travieso. Sabes que tarde o temprano caerá rendido en mis labios, dejándose llevar. Hemos quedado un día más… Y siempre me sabe a tan poco… Apoyados en el coche me abrazas. Siento tu miembro en mi vientre, hinchado, hiperbólico, exagerado, tus abrazos y tu bulto hacen saltar chispas que centellean en el aire.
Me estremezco… Sé que el resto del día evocaré este abrazo pasional. Que iré suspirando por los rincones, por otro apretón energético, de los que tú me das. Tenemos poco tiempo, los encuentros furtivos tienen eso, siempre son acelerados, nunca tenemos un minuto para hablar. Tampoco lo necesitamos. Me besas con tu húmeda boca… Con lujuria, pero con cuidado. Me encantan tus besos, son tan fogosos y delicados a la vez, acabas siempre sorbiendo mi labio inferior, como si quisieras desintegrarme y que poco a poco me fundiera dentro de ti, yo siento que me derrito en tu boca y también sé, que esos besos serán siempre… Mi perdición.
Hoy tenemos suerte… Una habitación de hotel, cuatro paredes para nosotros, donde podemos dar rienda suelta a la pasión, me miras vicioso, sé que ya me has desnudado en tu cabeza, la hinchazón del pantalón te delata, me encanta verte así, yo estoy un poco más allá, no te veo desnudo… Alice, Alice… Deja de soñar Alice… O terminarás haciéndole el amor a estas pocas líneas. El marido Su corazón se ha perdido en el averno. Carga odio, llanto y decepción. Se le está pudriendo… Yo que a las tormentas de mi corazón siempre le creí ajeno. Pero mis sentimientos no puedo ya esconderlos. Él ya sabe que te sueño y te añoro.
Sabe que muero por tus besos. Que te escribo estos poemas. Que a él le escribía antes. ¡Pobre corazón! Le roban a Venus. Peor… El corazón de su Venus. Y no le queda otra que sufrir y dejarme ir.
Y se aferra a mí, como la raíz a la tierra. Es un barco a la deriva, al que le sueltan las amarras en mitad de una tempestad. Una ballena en la playa varada, desorientada. Como un náufrago va, agarrado a mi cuello. Y me ahoga… Y casi me lleva con él a las profundidades. Y que gris se está poniendo el día.
Otra vez gritos en la casa. Y tu voz de caverna siempre en mis pensamientos. Y me pierdo en ellos y no le escucho. Y él, que se conoce cada uno de mis gestos. Sabe que pienso en ti y que estoy absorta en los recuerdos. Sabe lo que no quiere aceptar.
Que me ha perdido. Por una casualidad. O tal vez ese era nuestro destino… Solo dime ven Solo dime ven Con tu voz de trueno Con tu mirada segura Sáciame del manantial que vencerá mi sed Dime ven Mis palabras te esperan Te aguardan amaneceres de poemas Mañanas de jazmines, azucenas y miel Solo dime ven Aunque sea con un gesto Con un “Te amo” bastaría Y mutaré a humilde sierva de tus deseos Dime ven Estoy tejiendo como araña Una red de besos y caricias El amor más grande que hayas soñado Solo dime ven Y mi yo te entrego Mi amor más sincero Mis sueños… En ellos siempre tú Dime ven Es a lo que aspiro Te espero como la humana asustada que soy Por lo que siento en mi pecho Solo dime ven Con palabras como tú sabes Con amor, con ternura Ese instante es mi vida, ven amor Dime ven Dime ven y me voy contigo… Ven, vuela conmigo… Vamos a surcar todos los mares y océanos que existan… Amo las palabras