¿QUÉ ES
ESTE LIBRO?
Éste es un libro salvaheridas, no tiene otra definición. Me gusta la palabra «salvaheridas». Sé que no existe, pero me la inventé un día porque a veces no necesitas que te salven la vida pero sí que te curen la herida. No deberían existir sólo los salvavidas, sino muchos salvaheridas. Siempre he pensado que debería haber más socorristas en tierra que en el agua porque allá es donde hay más problemas.
Recuerdo las tiritas que me ponía mi madre en las heridas cuando me caía de la bicicleta, pero lo que realmente me curaba era su soplo perfecto en la piel lastimada. Siempre he creído que los soplos son curativos. Soplas cuando cumples años y los deseos se hacen realidad; te soplan en una herida y te duele menos, e incluso hay soplos en forma de susurro que te desvelan secretos o te ayudan cuando estás en encrucijadas.
Es por ello por lo que he decidido que éste sea un libro de soplos vitales que te ayuden a sanar las heridas. Aquí encontrarás los mejores soplos que conozco para evitar que te duela algo y te los susurro para que te ayuden a curarte. No es un libro de autoayuda, tampoco es una biografía ni una enciclopedia sobre nada. Además, está escrito en letra grande y con un interlineado generoso porque no dejo de pensar en toda la gente que no puede leer las letras minúsculas y los párrafos tan juntos. Mi madre es una de estas personas y siempre he amado que ella pueda leer mis libros.
Es un botiquín de soplos energéticos para muchos males y, sobre todo, para el alma, y quiero que lo uséis cuando lo necesitéis. A mí todos estos soplos emocionales que os relato me han servido y sé que me servirán en un futuro.
Cuando sufres, estás muy solo. Cuando estás muy solo, estás muy perdido. Siempre he creído que se necesitan las palabras de otro para sanarte. Eso se puede conseguir conversando a pulmón abierto con alguien de confianza y que desee escucharte. Y no te haré ningún spoiler si te digo que en este mundo no hay mucha gente dispuesta ni a lo uno ni a lo otro.
He intentado depositar en estas páginas toda mi experiencia y también todo lo que he aprendido de mucha gente cercana y de desconocidos que han decidido contarme su sabiduría; unas veces por motivación propia y otras porque yo mismo lo he solicitado. Por lo tanto, este libro no deja de ser los secretos, la sabiduría y la energía que se desprende de los amarillos con los que he coincidido en mi vida.
Este libro lo he escrito con la esperanza de que alguno de estos soplos os active la ilusión, os aleje de ese problema que ahora tenéis y os devuelva a la senda de la alegría si os encontráis en ese duro instante vital.
Odio no poder ayudar a la gente que sufre, que le duele el alma y que está sola. El dolor es la emoción suprema, este momento que vivís ahora es único. Olvidad el ruido, creed en vosotros, no necesitáis nada más para salir de ese pozo. No os abandonéis ni os hagáis adictos a la tristeza, porque ese sentimiento desaparecerá.
Este libro repleto de soplos intenta conectar con todos los que sufren, pero también, y sobre todo, con los que estáis bien pero necesitáis un pequeño empujón para salir de vuestras rutinas o encontrar ese camino que perdisteis.
También es un libro con vocación de ayudaros en un futuro. Quizá ahora no lo necesitéis, pero un día os puede echar una mano.
Este libro no os curará, porque eso es imposible, pero sí creo que os ayudará a sanar con alguno de los soplos emocionales que utilicéis, o al menos logrará que vuestro dolor no se infecte o escueza más.
Aún no sé cómo se titulará; muchos títulos me pasan por la mente: Todo saldrá bien aunque salga mal, Libro salvaheridas o Aísla tu ruido. Mientras escribo este prólogo no existe el título, pero cuando lo leáis, ya estará claro y decidido. Habréis viajado hacia el futuro sin saberlo. Esa magia también se produce al dormir, cuando viajas al futuro diariamente, a la velocidad que desees: cinco, ocho o doce horas al día. Y lo más curioso es que no le damos valor a ese maravilloso viaje en el tiempo.
También me gusta como título La otra orilla. ¿Sabéis?, cuando yo necesito escapar, pienso en mi otra orilla. Ya os contaré sobre ello más tarde. Mi otra orilla es el mundo imaginario que me mostró un gran amigo hace ya bastante tiempo. Yo tenía catorce años, estaba enfermo de cáncer y, siempre que quería, me iba a mi otra orilla y me sentía muy libre. Era todo un juego que se inventó un chico muy valiente del que os hablaré y que revolucionó mi mundo. Aún ahora sigo marchando a esa otra orilla y construyo a mi gusto esa isla. Pero ya os hablaré de esa orilla en uno de los soplos, no nos avancemos.
Una cosa que jamás os he dicho es la suerte que tengo de contar con vosotros, lectores míos.
Un amigo que me acompaña a muchas de mis firmas siempre me dice: «Tus lectores son buenas personas, gente muy confiable y honesta». Me parece un increíble piropo que os hace grandes a vosotros, no a mí.
Y tiene tanta razón... Yo confío mucho en vosotros, sois muy especiales. Gracias por existir. Os puedo asegurar que si un día tuviera un grave problema, os lo contaría a alguno de vosotros porque sé que me ayudaríais.
He querido escribir este libro ahora porque sé que el día que muera mi madre entraré en un dolor tremendo, será una muerte difícil de superar. Y sé que ese día llegará tarde o temprano. Pienso en cómo reaccionaré, cómo lograré salir del pozo, a quién pediré ayuda, qué leeré y también a qué amarillo de vosotros buscaré para que me ayude a sanar.
Y ésa es una de las razones para escribir este libro, porque sé que ahora, desde este momento de calma, puedo crear todos estos soplos convencido de que alguno me aliviará. Así que hay una parte egoísta de que un día este mismo libro que escribo me sane a mí mismo. Y si no me sana el libro, sé a ciencia cierta que alguno de vosotros lo hará.
De todas esas sensaciones nace este libro. Es un libro repleto de soplos para el alma y para cualquier dolor. No está mal este título: Soplos para el alma. No lo descarto.
Mientras duraba el confinamiento por la COVID, pensaba en la necesidad de crear un libro que pudiera ayudar a las personas en los momentos complicados. ¿Cuántos habrán perdido durante la pandemia la salud mental, les habrá trastocado el miedo o habrán pensado que todo estaba perdido? Aunque en realidad nada de eso era totalmente cierto, son percepciones que si se las comunicas al amarillo adecuado, encontrarás un soplo emocional perfecto para poder seguir adelante.
Como siempre me gusta decir: «La inteligencia es un don y la bondad, una elección». Y yo siempre he creído en poner el ojo en lo bueno aun sabiendo que el dolor y lo inesperado te sacudirán y hasta te dejarán de rodillas. Te golpean, pero nunca te noquean del todo. Siempre puedes volver a levantarte si sabes cómo hacerlo. Y eso es lo que intentaré contaros aquí.
Este libro repleto de soplos es el que me hubiera gustado encontrar en momentos complicados de mi vida, y me tuve que conformar con frases subrayadas en otras películas, canciones, obras de arte y libros repletos de soplos que curaron parcialmente mi alma y mi dolor.
Al final os daré también, ahora que lo pienso, una lista de mis películas, canciones, obras de arte y libros repletos de soplos porque quiero dotaros de todas las herramientas posibles para sanar.
Sólo que os sirva un soplo en un momento concreto, os servirá para siempre, porque os activará y os conectará con los anticuerpos de dolor.
Hace años grabé una charla en Aprendemos juntos que tuvo más de ocho millones de visionados y mucha gente que la vio sintió algo especial. Me dejó muy sorprendido porque sólo era yo contando mi historia y mis soplos. Me llegaron muchos mensajes de miles de personas explicándome lo que habían sentido con aquellas palabras, y quizá fue mientras recibía toda aquella energía que pensé que debía crear un libro repleto de soplos que divirtiera a la gente, que la hiciera sentir y que lo tuviera cerca, en la mesita, cuando necesitara palabras en forma de soplos, o que se lo pudiera regalar a alguien que apreciara y que estuviera pasando por un mal momento.