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SINOPSIS
Las crisis se suceden. La desigualdad aumenta, el crecimiento se estanca, el medioambiente se deteriora y la pandemia de la Covid-19 ha dejado al descubierto las debilidades del sistema. Cada vez se oyen más llamamientos a un cambio radical, incluso al fin del capitalismo. Pero la respuesta a estos problemas no es la revolución, sino crear un capitalismo mejor. Para eso es necesario comprender y aprovechar el poder de la destrucción creativa: una innovación disruptiva, pero que durante los últimos dos siglos ha generado una prosperidad hasta entonces impensable.
Para explicarlo, Philippe Aghion, Céline Antonin y Simon Bunel se basan en la teoría y los datos más avanzados yanalizan las cuestiones económicas fundamentales de la actualidad, como las raíces del crecimiento y la desigualdad, la competencia y la globalización, los determinantes de la salud y la felicidad, las revoluciones tecnológicas o el estancamiento secular. Y hacen una propuesta revolucionaria y provocadora basada en la innovación.
El poder de la destrucción creativa supone una revisión ambiciosa de los fundamentos del éxito económico y un plan para el cambio que nos enseña que, en última instancia, un futuro justo y próspero está al alcance de la mano. Pero debemos apelar a la creatividad y no tener miedo a cierta destrucción bien regulada.
El poder de
la destrucción creativa
¿Qué impulsa el crecimiento económico?
PHILIPPE AGHION,
CÉLINE ANTONIN Y SIMON BUNEL
Traducción de Víctor Elías
Prefacio
La redacción de este libro comenzó en noviembre de 2019. Cuatro meses más tarde, el mundo se vio afectado por una crisis pandémica sin precedentes. La crisis estimuló un debate existencial de cómo se vería nuestra sociedad —y cómo deseamos reformarla— cuando emerjamos de la crisis. En el corazón del debate encontramos la destrucción creativa. En efecto, la COVID-19 ha destruido empleos y llevado a la quiebra a una gran cantidad de empresas. Al mismo tiempo, la crisis ha dado lugar a nuevas actividades innovadoras.
Como explicó Barry Eichengreen en un artículo reciente con un título evocador, «El virus de Schumpeter: Cómo la destrucción creativa podría salvarnos de la economía del coronavirus», debido a que los consumidores no van a dejar su hábito de pedir online adquirido durante el confinamiento social, más que nunca el sector de la distribución utilizará inteligencia artificial y automatización. De forma similar, el confinamiento reveló las virtudes del trabajo remoto y de las videoconferencias. También nos familiarizamos con las consultas médicas por teléfono o vídeo.
Sin embargo, reconocer que la destrucción creativa puede servir como una palanca de crecimiento poscovid presenta un desafío a los diseñadores de políticas. Por un lado, deben «proteger»: apoyar empresas viables con el fin de salvar empleos y proteger el capital humano acumulado en esas firmas. Por el otro, deben «reasignar»: estimular la entrada de nuevas firmas y nuevas actividades que sean más eficientes o respondan más a las nuevas necesidades de los consumidores. En otras palabras, deben acompañar y no obstruir el proceso de destrucción creativa.
Más importante aún, la crisis de la COVID-19 actúa como un «revelador» de problemas más profundos que afectan al capitalismo en las diferentes formas que asume en el mundo: en particular el desfinanciamiento de los sistemas de protección social y de salud en ciertos países, y la falta de transparencia o excesiva centralización del poder en otros. De forma más general, a raíz del aumento de la desigualdad, la concentración de rentas, el aumento de la inseguridad del empleo, el deterioro de la salud y del medio ambiente que hemos observado durante décadas, ¿es necesario cambiar radicalmente el sistema económico y abolir el capitalismo? En este libro argumentamos que en lugar de reemplazar el capitalismo deberíamos más bien buscar cómo regularlo mejor. El poder de la destrucción creativa reside sobre todo en su formidable capacidad de generar crecimiento. Fue la destrucción creativa la que llevó a nuestras sociedades a niveles de prosperidad inimaginables hace apenas doscientos años. Por lo tanto, el desafío que enfrentamos es entender los resortes de este poder para orientarlo en la dirección que elijamos. ¿Cómo podemos dirigir la destrucción creativa hacia un crecimiento más ecológico y equitativo? ¿Cómo podemos prevenir que los innovadores de ayer utilicen sus rentas para impedir nuevas innovaciones? ¿Cómo podemos minimizar los potenciales efectos negativos de la destrucción creativa en el empleo, la salud y la felicidad? ¿Cuáles son las fuerzas que nos permiten orientar la destrucción creativa en la dirección que deseamos? Éstas son las preguntas que intentaremos responder en los capítulos siguientes.
Este libro es el resultado de las clases ofrecidas durante cinco años en el Collège de France. Encierran en sí mismas más de treinta años de investigación sobre la economía de la innovación y el crecimiento. Este material fue enriquecido y reorganizado alrededor de un tema central: el poder de la destrucción creativa y cómo transformar el capitalismo para poder dirigir este poder hacia la búsqueda de una prosperidad más sustentable e inclusiva.
Capítulo 1
Un nuevo paradigma
Este libro es una invitación a viajar a través de la historia económica. Más específicamente, se trata de un viaje a explorar los enigmas del crecimiento económico a través de la mirada de la destrucción creativa.
La destrucción creativa es un proceso mediante el cual emergen continuamente nuevas innovaciones, convirtiendo en obsoletas las tecnologías existentes. De manera continua nuevas empresas ingresan en el mercado, compitiendo con las anteriores, y nuevas tareas y actividades aparecen y reemplazan a las ya existentes. La destrucción creativa es la fuerza conductora del capitalismo, asegurando su renovación y reproducción permanente, pero al mismo tiempo genera riesgos y turbulencias que deben ser administrados y regulados.
Nuestros objetivos en este libro son los siguientes:
1. Adentrarnos en algunos de los grandes enigmas históricos asociados con el proceso de crecimiento mundial, tales como el despegue industrial en el siglo XIX , las grandes olas tecnológicas, el estancamiento secular, la evolución de la desigualdad, la convergencia y divergencia entre países, la trampa del ingreso medio y la desindustrialización.
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