YA NO TENGO MIEDO
Patricia Fernández Montero
Título: Ya no tengo miedo
Autor: Patricia Fernández Montero
ISBN: 978-84-1647-958-0
e-book v. 1.0
Edita: Editorial Club Universitario Telf.: 96 567 61 33
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A mi madre Sonia, mi padre Juan
y mi hermano Jesús.
Querido lector:
Llevar a cabo este libro me ha supuesto un gran esfuerzo mental y emocional. He tenido que ser capaz de rememorar todos los momentos con la mayor claridad y detalle posible. Y lo que es aún más difícil, recrear sensaciones.
Para mí este es un ejemplo de lucha y superación, un apoyo a todas aquellas personas que han pasado por una situación parecida o se encuentran ahora mismo en ella. Es un grito dirigido a la sociedad, a todos aquellos jueces y abogados, a todas las personas. Y es que esta es la única forma de ser escuchado en un mundo en el cual el más débil no tiene voz. Es un pequeño empujoncito a todos esos niños que sentirán y sintieron la soledad, el miedo, la frustración, y no supieron a quién acudir.
Es un homenaje a todas las guerreras que, como mi madre, fueron capaces de averiguar el modo de continuar, de no rendirse incluso cuando todo ápice de esperanza e ilusión parecía perdido. Y a todas aquellas cuyas fuerzas fueron más débiles y no lo consiguieron.
Pero sobre todo con este libro trato de dar voz a aquellos en los que nadie piensa y menos aún escucha. A cada niño que ha sido víctima, esto va por vosotros. Esta es mi denuncia social, destapar la verdadera cara del maltrato, lo que nadie cuenta y nadie cree. Mostrar cómo la víctima es juzgada. Y es que, como antes mencioné, si no gritas, no te escuchan.
Todo ha sido escrito basándome en la verdad más pura y sincera. Todos aquellos que aparecen en él no son nombrados con su nombre verídico, con el fin de preservar la identidad de estas personas. No obstante, cada uno se identificará en el relato por sus acciones.
Niños, adultos y ancianos, quiero que esta historia sirva de ejemplo sobre lo que los humanos podemos llegar a hacer. Yo utilicé las adversidades con muy corta edad para hacerme fuerte y la soledad para encontrarme conmigo misma. Mostrar que el dinero no da el valor de una persona. Cómo la unión del ejército lo hace más fuerte, luchar incluso cuando el mundo entero parezca estar en contra. Concentrarse y seguir, sin que nadie te asegure realmente nada. Así que ¿por qué no arriesgarse? Vivir y tratar de ser feliz, que la vida de por sí ya enseña más que cualquier libro.
Esto es la voz de la inocencia, que hasta hoy permaneció en silencio.
DEDICATORIA
Quiero dedicar este libro, este pedazo de mi historia, a todas aquellas personas que estuvieron durante el duro y estremecedor proceso. A todos aquellos que nos acompañaron y ayudaron. A los que llegaron a conocer a mi madre. Este libro es un homenaje a la batalla que ella libró duramente; por ella, por cada guerrero que le mostró su apoyo y que es digno de darse por aludido con mi más sincero agradecimiento.
Y a los que estuvisteis pero de manera distinta. Aquellos que intentasteis hacernos caer, incluso a los que durante mi infancia creí odiar por tanto daño. Los que no compartían esta postura y en numerosas situaciones actuasteis sin saber, gracias. Porque por ello soy más fuerte ahora mismo. Aprendí a luchar y, gracias a vosotros, que tratasteis de hundirnos, ahora mi valentía y coraje son más grandes.
Gracias a mis abuelos, que nos supieron acoger y dar cariño. Por haber estado siempre con nosotros, junto a mí. Por convertir vuestra casa en un segundo hogar durante aquel periodo. Y pese a que no siempre ha sido fácil continuar, os mantuvisteis ahí estables y fuertes. Os estaré eternamente agradecida por tanto, mi corazón estará siempre con vosotros.
Mamá, para ti no hay palabras que alcancen. Tú eres una luchadora, mi mejor ídolo. Has sabido continuar incluso cuando el viento soplaba tan fuerte y en contra que era imposible mantenerse en pie. Has sido mi mayor ejemplo y lo seguirás siendo durante toda la eternidad. Tú le has dado luz a los días tristes y esperanza a mi corazón. Me has enseñado a confiar en mí misma, a tener seguridad en todo lo que hacía, siendo consciente de que era capaz de lograr lo que me propusiese. Me enseñaste que el amor hacia una persona, cuando de verdad existe, es incondicional. A mirar al cielo y encontrarte cuando no pudimos estar juntas. Por darme el mundo en un instante. De ti aprendí a vivir, aunque mi introducción a la vida fue dura, supiste amenizar en cada momento mi dolor. Este es tu tributo, para que el mundo sepa aquello de lo que fuiste capaz. Gran guerrera de luz.
Y junto a mi padre, con el que creaste nuestra familia, mi otro gran guerrero. Que me enseñó a ser ruda y tenaz. A valorar y comprender que mi hogar estaría siempre donde estuviese mi familia. Por darle normalidad a mi vida, por aceptarme como una hija y protegerme. Gracias por no fallarme nunca desde que llegaste y demostrarme que, pese a todo, tu estancia junto a mí duraría para siempre. Por quererme tanto y tan incondicionalmente. No desde siempre papá, pero sí para siempre. Este libro también es para ti, por ser capaz de aguantar hasta el final y permanecer a nuestro lado. A los dos por sacar adelante esta gran familia y dar tanto por mi hermano y por mí.
Y qué puedo decir, o escribirte a ti, querido hermano. Qué puedo contarte yo aquí que tú ya no sepas. Has sido, eres y siempre serás mi compañero de viaje, de aventuras y de vida. Me has cuidado y te he cuidado. Me has visto llorar y he sentido mi corazón partirse cuando derramabas una sola lágrima. Al fin y al cabo, eres y siempre serás la persona con la que más tiempo he pasado y el niño de mis ojos, por mucho que te empeñes en crecer. Libramos de la mano la batalla más dura de nuestras vidas, y ahora solo nos queda disfrutar. Y no quiero volver a verte llorar ni echar de menos, no quiero que te vuelvas a asustar. Porque hoy, juntos espantamos al miedo y nos reímos de la vida. Hoy quiero que sonrías, y dedicarte a ti también este libro, que, al fin y al cabo, es un pedazo de nuestra historia. Te quiero.
Este libro es la consagración de la vida, del camino, de sus caídas y recompensas. Esto marca el fin de mi inicio. De cómo ahora deberé librar mis propias batallas, albergando todo lo aprendido hasta el momento. Con ello cierro esta etapa, pero jamás despido a mi pasado y todo lo que él conllevó. Porque gracias a mi historia soy la persona que soy.
Con esto me despido, disfruten de este viaje y amenicen el camino.
CAPÍTULO PRIMERO
De repente, te despiertas una mañana de febrero y todo ha cambiado, aunque yo aún no era consciente de ello. Dejas de ser una persona «normal», de formar parte del conjunto. Y es que la vida te ha elegido a ti por alguna u otra razón. Debes coger fuerzas y comenzar, el principio de un final. Va a ser una lucha intensa, difícil y dura. Vas a ser juzgado, van a tratar de hacer que decaigas, pero debes mantenerte porque de eso trata el camino, de todo lo que haces. Es esa misma mañana cuando las reglas han cambiado y el juego no ha hecho más que empezar.
Siempre tuve una madurez un tanto precoz, lo cual me ayudó bastante. Mamá solía decir que era una niña especial. Lo único cierto es que aprendí a ver más allá, solía saltarme las reglas, creyendo que lo único que hacían era limitar mi capacidad. Para mí, hasta aquel día, todo había sido un dulce juego, nada más complicado de lo que se puede esperar de una niña de seis años. Nací para algo, contaba mamá; «serás grande, hija», me susurraba antes de irse a dormir cada día. Mi nacimiento para mí contó solo con una madre, ya que no considero mi padre a mi progenitor biológico. Pues mi padre de verdad aún tardaría algún tiempo en llegar.
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