• Quejarse

Martos Ana - Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo

Aquí puedes leer online Martos Ana - Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Ciudad: Madrid, Año: 2007, Editor: Ediciones Nowtilus, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover

Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

The Christianity has its roots in preaches of St. Paul in Asia Minor. As time went by, he used the opportunities that held this historical moment to raise a new religion, beginning with the extraction of the burden of the Judaism and the apocalypse, acquiring the external forms of the liturgy of the Roman Empire and later adapting the social political forms of the western world.

El cristianismo se inició con las prédicas de Pablo de Tarso en Asia Menor. Con el teimpo, se fue adaptando a las oportunidades que ofrecía el momento histórico, empezando por soltar el lastre del judaísmo y del Apocalipsis, para adquirir las formas externas de la liturgia del Imperio Romano y, más tarde, para adecuarse a las formas sociopolíticas del mudno occidental.

Martos Ana: otros libros del autor


¿Quién escribió Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Colección Historia Incógnita wwwhistoriaincognitacom Título Pablo de - photo 1
Colección Historia Incógnita wwwhistoriaincognitacom Título Pablo de - photo 2
Colección: Historia Incógnita
www.historiaincognita.com
Título: Pablo de Tarso, ¿apóstol o hereje?
Subtítulo:
La inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo.
Autor: © Ana Martos
Copyright de la presente edición: © 2007 Ediciones Nowtilus, S.L.
Doña Juana I de Castilla 44, 3º C, 28027 Madrid
www.nowtilus.com
Editor: Santos Rodríguez
Coordinador editorial: José Luis Torres Vitolas
Diseño y realización de cubiertas: Carlos Peydró
Maquetación:
JLTV
Edición digital: Grammata.es
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece pena de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
ISBN 13: 978-84-9763-368-0
Libro electrónico:
primera edición
Índice
Cuantas más sectas haya, menos peligrosa es cada una;
la multiplicidad las debilita; todas son deprimidas por leyes justas
que prohíben las asambleas, siempre tumultuosas,
las injurias, las sediciones, y que están siempre
en vigor por la fuerza coactiva.
Voltaire, Tratado de la tolerancia.
Pablo de Tarso es un enigma. Antes de empezar a investigar sobre su persona, su doctrina y su identidad, la imagen que de él tenía era la de un cascarrabias misógino, probablemente impotente debido a profundos conflictos con la figura de la mujer, y creador de una doctrina totalmente opuesta a la de los Evangelios.
Pero después de investigar, de buscar datos dentro y fuera del ámbito cristiano, de consultar autores cristianos y no cristianos, creyentes y no creyentes, religiosos y ateos, después de contrastar su doctrina con las doctrinas y las creencias cristianas de cada momento histórico, su imagen ha cambiado totalmente.
Ya no es el individuo de talla corta, calvo, malhumorado, autoritario y furibundo, sino que su figura corretea por una escena de campos mediterráneos, en los que aparece y desaparece, siempre apresurado, siempre llegando a un punto para partir hacia el siguiente, alejándose hasta diluirse en el horizonte.
¿Quién fue Pablo de Tarso? ¡Qué poco sabemos de él y cuánto creíamos saber! Nos han contado tantas cosas, con tanto detalle, con tales minucias, que creíamos conocer su biografía, su personalidad, su aspecto, su pensamiento, su doctrina. Pero apenas tenemos referencias ciertas pues, tan pronto sometemos a la razón y al análisis los datos sabidos, lo hasta ahora conocido se nos escapa y su imagen se desvanece en algún punto de la historia antigua.
Rescatar su figura de las brumas de la leyenda, de la novela, del relato y de la ficción ha sido tarea larga y compleja. Sin embargo, tampoco se puede asegurar que la información conseguida sea verídica. Después de tanto análisis y tanta búsqueda, su imagen se sigue esfumando, aunque, al menos, deja un rastro de lo que pudieron ser su personalidad y su ideario.
Capítulo I
Los pueblos sometidos
Las naciones son como las personas. Gozan de una etapa de juventud que puede o no ser esplendorosa; después llega un periodo más o menos largo de madurez que puede ser fructífera o vana; y finalmente alcanzan la decadencia que dura, según las circunstancias, un tiempo corto o prolongado hasta la total desaparición. Pero también, como las personas, las naciones tienen la oportunidad de perdurar en el tiempo y de, aun cuando desaparezcan, dejar señales imperecederas de su existencia. Y también algunas consiguen durante el periodo de decadencia un renacimiento más o menos duradero.
Algo así sucedió con Egipto, Grecia y Roma que disfrutaron de una época juvenil de máxima brillantez, tuvieron una madurez muy productiva y tras su decadencia y desaparición definitiva dejaron un rastro de cultura, sabiduría y arte que todavía hoy nos asombra. Y también sucedió algo extraordinario con el pueblo hebreo, que una vez conquistó la tierra de Canaán, que la perdió mil veces y ha vuelto a ella al cabo de los siglos.
Alejandro Magno murió en 323 antes de nuestra Era. Antes de morir, en los pocos años que le tocó vivir, conquistó una gran parte del mundo y creó un imperio que implantó la cultura griega en tres continentes. Pero es frecuente que los hijos malgasten y despilfarren la fortuna que con tanto esfuerzo les legaron sus padres y, de la misma forma, aquel vasto imperio desapareció al poco tiempo de la muerte de su fundador porque sus sucesores, los llamados Diádocos, primero se lo repartieron y después lo desbarataron luchando unos contra otros hasta disgregarlo, debilitarlo y dejarlo casi inerme a merced de nuevos conquistadores, nuevas naciones que llegaron con todo el vigor y el entusiasmo de la juventud, dispuestas a devorar el mundo.
En 217 antes de nuestra Era, dos de estas nuevas naciones fuertes y poderosas chocaban con estrépito haciendo vibrar el Mediterráneo. Roma y Cartago se disputaban con saña la hegemonía que un día perteneciera a Egipto o a Grecia.
Pero ni Egipto ni Grecia escucharon el estruendo de las Guerras Púnicas y ninguna de ellas se apercibió de que Roma se dibujaba ya como heredera del imperio descuartizado de Alejandro. El destino la estaba sin duda señalando con dedo firme, pero las otras naciones no vieron la señal. El motivo de tal sordera fue el que ha propiciado las grandes invasiones a lo largo de la Historia. Sus dirigentes disputaban entre sí, empleando toda su energía y todos sus recursos en combatir cada uno al otro y el murmullo que levantaban les impidió oír la estridencia de las armas romanas y cartaginesas.
Grecia nunca fue un país, sino un conjunto de estados y ciudades-estado que se aliaban o se enfrentaban según las circunstancias. Y, en la época de la que hablamos, la semilla de la discordia llevaba ya largo tiempo fructificando, propiciando la decadencia y la debilidad. Las ciudades griegas eran más enemigas entre ellas de lo que podían serlo de cualquier posible enemigo o invasor extranjero. Cuenta Polibio que era tanta la inquina que cada Estado guardaba para los demás, que parecía como si hubieran decidido exprimir hasta la última gota de sangre y explotar hasta el último ápice de energía e invertirlas en destruirse y eliminarse mutuamente, de forma que no quedara el menor rescoldo de fuerza cuando llegara el nuevo extranjero invasor.
LOS DIÁDOCOS

Alejandro Magno murió antes de que naciera su hijo Alejandro IV, el heredero legítimo de su colosal imperio. Eso dio lugar a una intensa lucha entre aquellos de sus generales que eran partidarios de mantener la unidad del territorio conquistado y los que creían más acertado dividirlo en zonas geográficas que facilitaran su gobierno. Finalmente lo dividieron y se llamó período de los Diádocos a la etapa en la que los generales de Alejandro se repartieron las satrapías, las jefaturas y los poderes reales del imperio.
Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo»

Mira libros similares a Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo»

Discusión, reseñas del libro Pablo de Tarso, apóstol o hereje?: la inquietante verdad sobre la identidad del auténtico fundador del cristianismo y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.