Estamos ante uno de los personajes más conmovedores de nuestra historia, en parte por sucumbir ante una profunda depresión, en parte por ser una víctima del poder, de los que ansiaban ese poder, que era el de la Monarquía más poderosa de su tiempo. Esta biografía, realizada por uno de nuestros historiadores más conocidos, nos presenta las desventuras de aquella reina que, a pesar de haber podido tenerlo todo, ni siquiera pudo tenerse a sí misma.
Manuel Fernández Álvarez
Juana la Loca
La cautiva de Tordesillas
ePub r1.0
Morwen 22.06.14
Título original: Juana la Loca. La cautiva de Tordesillas
Manuel Fernández Álvarez, 2001
Retoque de cubierta: Morwen
Editor digital: Morwen
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MANUEL FERNÁNDEZ ÁLVAREZ (Madrid, 7 de noviembre de 1921 - Salamanca, 19 de abril de 2010). Historiador español, considerado como autoridad en la España del siglo XVI .
Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid (1942). Doctor por la Universidad Central con una tesis sobre Felipe II e Isabel de Inglaterra (1947). Doctor por la Universidad de Bolonia (junto con el Premio Vittorio Emanuele, 1950). Investigador del CSIC. Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Salamanca (1965). Fundó el Colegio Universitario de Zamora (1976). Premio Nacional de Historia de España (1985). Miembro de la Real Academia de la Historia (1987). Académico de Mérito de la Academia Portuguesa de Historia (1992). Profesor emérito de la Universidad de Salamanca y del Colegio Libre de Eméritos.
Dedicó más de cincuenta años al estudio del siglo XVI , fruto de los cuales son su obra magna Carlos V, el césar y el hombre (VI Premio Don Juan de Borbón al libro del año en 2000), el monumental Corpus documental de Carlos V (Salamanca, 1973-1981) o Cervantes visto por un historiador, Premio Quijote del Año de la Sociedad Cervantina de Esquivias
Escribió dos novelas históricas El príncipe rebelde y Dies irae, que han recibido el aplauso unánime de la crítica y de los lectores.
Notas
[1] Madrid, 1874; cf. asimismo, y del propio autor, La reina doña Juana la Loca (Madrid, 1892).
[2] Madrid, col. Austral, 1946 (aparece junto con otro estudio de Pfandl sobre el príncipe don Carlos).
[3] Barcelona, 1953.
[4] Barcelona, 1953.
[5] Así, cuando sabemos por el marqués de Denia el contento de doña Juana porque los Emperadores dieran a la tercera hija su nombre: «… ha holgado mucho de haber sabido el alumbramiento de V. M. y de haberse llamado la señora Infanta Juana…» (Marqués de Denia a la Emperatriz, Tordesillas, 8 de julio de 1535; Corpus, op. cit., I ., págs. 433 y 434).
[6] Merece ser recordado que el pensamiento copernicano, que provocó tan fuertes críticas en todos los sectores de la Cristiandad, en la segunda mitad del Quinientos, y no solo en el área católica, sino también entre los protestantes y los calvinistas (empezando por los propios Lutero y Calvino), halló una curiosa acogida en la Universidad de Salamanca, cuyos Estatutos, tanto los de 1561 como los de 1594, propiciaban la lectura de la obra del astrónomo polaco, posiblemente —eso sí— fijando más su interés en las Tablas que en la teoría. [Véase mi estudio: Copérnico y su huella en la Salamanca del Barroco (Salamanca, Universidad, 1974).]
[7] Para una visión general de la época, Manuel Fernández Álvarez, España y los españoles en los tiempos modernos (Salamanca, Universidad, 1979).
[8] Pedro Ciruelo, Reprobación de las supersticiones y hechicerías (Salamanca, 1541, pág. 38).
[9] Santa Teresa, Libro de la Vida (en Obras completas, Madrid, BAC, 1984, pág. 24).
[10] Manuel Fernández Álvarez, Fray Luis de León, Madrid, Espasa Calpe, 1991, págs. 180 y sigs.
[11] Pedro Ciruelo, op. cit., págs. 103 y sigs.
[12] Santa Teresa, Epistolario (en Obras completas, ed. 1979, pág. 709; manejo aquí la ed. de 1979, pues tal carta no la veo incluida en la ed. posterior de 1984).
[13] César Silió Cortés, Isabel la Católica, Madrid, 1943, pág. 389.
[14] J. V. L. Brans, Isabel la Católica y el arte hispano-flamenco, Madrid, 1952, págs. 73 y sigs.
[15] Antonio de la Torre y del Cerro, La Casa de Isabel la Católica, Madrid, 1954; cf. Félix Llanos y Torriglia, En el hogar de los Reyes Católicos (Madrid, 1943), y, sobre todo, el excelente estudio de Tarsicio de Azcona, Isabel la Católica. Estudio crítico de su vida y su reinado (Madrid, BAC, 1964).
[16] Feliciano Cereceda, Semblanza espiritual de Isabel la Católica (Madrid, 1946); también lo indica Azcona, op. cit., pág. 716.
[17] Azcona, op. cit., pág. 718.
[18] Ludwig Pfandl, Juana la Loca (Madrid, Espasa Calpe, 1955), cuya segunda parte está dedicada al nieto de la Reina.
[19] También el comendador Francisco de los Cobos, el poderoso ministro de Carlos V, tenía noticia de ese modelo para la educación y para los títulos del príncipe Felipe. [Véase mi estudio «Las instrucciones políticas de los Austrias Mayores», en Spanische Forschungen der Görresgesellschaft: Gesammelte Aufsätze zur Kulturgeschichte Spaniens, vol. 23 (Munster, 1967), pág. 176.]
[20] El convento de las Agustinas de Madrigal de las Altas Torres, antiguo palacio real donde nació la reina Isabel, posee un notable archivo donde se guarda esa correspondencia de doña María de Aragón con Carlos V. (Véase mi libro cit., Fray Luis de León, págs. 72 y sigs.).
[21] Cita recogida por Cereceda, op. cit., pág. 140.
[22] Padre Mariana, Historia General de España, Madrid, ed. 1782, II , pág. 517, 2.
[23] La carta original, publicada por Antonio Rodríguez Villa, Bosquejo biográfico de la reina doña Juana, Madrid, 1874, págs. XII-XIV; una copia, que posee el Archivo de Simancas, fue publicada por Modesto Lafuente, Historia General de España, Barcelona, ed. 1889, VII , págs. 358 y 359; dada su importancia, volveremos sobre ella, adelantando ya aquí que la copia simanquina se halla en un mazo de minutas procedentes de la Corte de Bruselas, donde se comprueba la táctica de Felipe el Hermoso para enfrentarse con las ambiciones de Fernando el Católico.
[24] Cereceda, op. cit., pág. 267.
[25] Jerónimo Münzer, Viaje por España y Portugal en los años 1494 y 1495 (trad. de Julio Puyol), Bol. R. Academia Historia, 1924; sigo por la ed. de García Mercadal, Viajes de extranjeros por España y Portugal, Madrid, 1952, I , págs. 404 y sigs.
[26] Ibídem.
[27] Antonio de Lalaing, Primer viaje de Felipe el Hermoso a España en 1501 (en la ed. cit. de García Mercadal, I , pág. 460).
[28] Andrés Bernáldez, Memorias del reinado de los Reyes Católicos (Madrid, ed. M. Gómez-Moreno y Juan de M. Carriazo, 1962, pág. 215).
[29] Azcona, op. cit., pág. 717.
[30] Luis Suárez Fernández, La España de los Reyes Católicos