Dedicado a
Linda Wetzel y Joseph Bevando,
cuyos consejos han sido inapreciables.
Este libro contiene un sinfín de divertidos y ocurrentes acertijos y adivinanzas. Para todo aquel que busque entretenimiento y que desee desarrollar su intelecto con un poco de gimnasia mental.
Puede disfrutarlo uno sólo o en compañía, exponiendo los acertijos y averiguando quién es capaz de acertar o quién lo consigue en menos tiempo.
Bien estructurado, ameno y con las soluciones perfectamente explicadas, es ideal para todos aquellos amantes de pasatiempos y acertijos lógicos.
Raymond M. Smullyan
¿Cómo se llama este libro?
El enigma de Drácula y otros pasatiempos lógicos
ePub r1.0
Macronoid03.08.13
Título original: What is the name of this Book?
Raymond M. Smullyan, 1978
Traducción: Carmen García Trevijano & Luis M. Valdés Villanueva & Consuelo Vázquez de Parga
Retoque de portada: Macronoid
Editor digital: Macronoid
Editor original: geromar (EPG)
ePub base r1.0
DOY GRACIAS A
Ante todo quiero dar las gracias a mis amigos Robert e Ilse Cowen y su hija–de–diez–años Leonore, que leyeron juntos mi manuscrito y me sugirieron muchas cosas importantes. (Leonore, dicho sea de paso, sospechó desde el principio la respuesta correcta para la pregunta clave del capitulo 4: ¿Existe en verdad Tweedledoo o es una mera invención de Humpty Dumpty?)
Estoy muy agradecido a Greer y Melvin Fitting (autores de un libro encantador y útil, In Praise of Simple Things) por su interés por mi obra y por habérsela hecho ver a Oscar Collier de Prentice–Hall. También tengo que agradecerle a Melvin el que salga en este libro (¡refutando, por tanto, mi demostración de que no podía salir!).
Ha sido para mi un placer trabajar con Oscar Collier y demás de Prentice–Hall: Ilene McGrath, que primero preparó el texto para producción, me hizo muchas sugerencias que acepté y agradezco; Dorothy Lachman a quien agradezco también su mucha experiencia en los diversos estadios de producción.
Quiero volver a mencionar a las dos personas que aparecen en la dedicatoria. Joseph Bevando y Linda Wetzel, uña y carne de este libro desde su más remoto comienzo.
Mi querida esposa, Blanche, me ha resuelto muchas dudas. Tengo la esperanza de que este volumen le permita averiguar si su marido es un caballero o un escudero.
13- L A LÓGICA Y LA VIDA
A. A LGUNAS CARACTERIZACIONES DE LA LÓGICA
198. L A CARACTERIZACIÓN DE LA LÓGICA DE TWEEDLEDUM
Me encanta la siguiente caracterización de la lógica que da Tweedledee.
Tweedledee (a Alicia): Sé lo que estás pensando, pero no es así de todas formas.
Tweedledum: Al contrario, si fue así, podría ser; y si fuera así, sería; pero como no es, no es. La lógica es así.
199. L A CARACTERIZACIÓN DE THURBER
En Las trece chimeneas Thurber da una caracterización de la lógica que dice más o menos así: Dado que se puede tocar un reloj sin pararlo, será posible ponerlo en marcha sin tocarlo.
Así es cómo yo veo y entiendo la lógica.
200.
La caracterización de Thurber me recuerda algo mi silogismo favorito: Algunos coches ratean. Mi coche es algún coche. ¡Luego no es raro que mi coche ratee!
201. O TRA CARACTERIZACIÓN DE LA LÓGICA
Un amigo mío —ex–oficial de policía, cuando se enteró que mi profesión era la de lógico, me dijo: «Déjame que te explique cómo veo yo la lógica. El otro día estábamos mi mujer y yo en una reunión y la señora de la casa nos ofreció tarta. En la bandeja había sólo dos trozos, uno mayor que otro. Me quedé un momento pensando y cogí el mayor. Mi razonamiento fue el siguiente: Sé que a mi mujer le gustan las tartas y sé que ella sabe que a mí también me gustan. También sé que ella me quiere y desea todo lo mejor para mí, de manera que ella habría querido que cogiera el trozo más grande. Por eso lo cogí.»
202.
Lo anterior me recuerda la historia de dos señores que estaban en un restaurante y pidieron pescado. El camarero trajo una fuente con dos peces, uno mayor que el otro. Uno de nuestros señores le dijo al otro: «Sírvete, por favor», y el otro se sirvió el pez grande. Tras un tenso momento de silencio, el primero dijo: «La verdad que si yo me hubiera servido antes que tú, me habría puesto el pequeño.» Y el otro le contesto: «¿De qué te quejas? Ahí lo tienes, ¿no?»
203.
Lo que también me trae a la mente la historia de aquella señora que fue a un banquete y, cuando le llegó la bandeja de plata con los espárragos, cortó todas las puntas, se las sirvió y le pasó la bandeja a su vecino. «¿Pero cómo hace usted una cosa semejante?, ¿por qué se coge todas las puntas y me pasa los tallos?» «Es que las puntas son mejores, ¿no lo sabía usted?»
204.
Una vez vi este chiste en un periódico: Un niño y una niña van andando por una acera. El niño va por la parte de dentro. Pasa un camión por la calle, que está toda embarrada y pone perdida a la niña. El niño la mira y le dice: «¿Te das cuenta ahora por qué yo no voy por el lado de fuera como un caballero?»
205.
También me gusta esta caracterización de la ética. Un niño le pregunta a su padre: «Papá, ¿qué es la ética?» «Te lo voy a explicar, hijo mío. El otro día entró una señora en la tienda y me dio un billete de 5000 creyendo que eran 1000. Yo tampoco me di cuenta y le di la vuelta de las 1000. Horas después vi allí el billete y me di cuenta de lo que había pasado. La ética, hijo mío, es el preguntarme: “¿Tengo que decírselo a mi compañero (y repartir)?”»
206.
Un día fui a un restaurante chino con un amigo que es matemático. El menú tenía una advertencia que decía: «Precio extra por todo servicio extra.» Mi amigo señaló: «Realmente, podían haber quitado la segunda y la última palabra.»
207.
Una vez vi el siguiente cartel en un restaurante:
LA BUENA COMIDA NO ES BARATA
LA COMIDA BARATA NO ES BUENA
¿Estas dos oraciones dicen o no dicen lo mismo? La respuesta sería que, hablando lógicamente, dicen exactamente lo mismo; ambas son equivalentes al enunciado de que no hay comida a la vez buena y barata. Pero, aunque ambos enunciados sean lógicamente equivalentes, psicológicamente sugieren cosas diferentes: al leer la primera fase, me imagino unos platos muy refinados y caros pero, cuando leo la segunda, lo primero que veo es una comida barata y podrida. Y no creo que mi reacción sea atípica.
B. ¿E S USTED FÍSICO O MATEMÁTICO ?
208.
Hay un problema muy famoso sobre dos garrafas que una tiene 10 litros de agua y la otra 10 litros de vino. Se echa tres litros de agua en la garrafa del vino y, tras revolverlo todo, se vuelven a echar tres litros de la mezcla en el recipiente del agua. Después de los trasiegos ¿qué habrá, más agua en la garrafa del vino o más vino en la garrafa del agua?