Este libro, que restituye a Mozart toda su riqueza humana y creativa, conjuga, en páginas ricas y sucintas, dos grandes virtudes: por una parte, es un estudio revelador de cómo puede desenvolverse un músico en una sociedad adversa y un análisis riguroso del paso que el sentido del deber y el afán de felicidad hicieron dar a Mozart; por otra parte, constituye un testimonio intelectual de uno de los pensadores más influyentes del siglo XX.
Norbert Elias
Mozart. Sociología de un genio
ePub r1.0
diegoan 14.06.14
Título original: Mozart. Zur Soziologie eines Genies
Norbert Elias, 1991
Traducción: Marta Fernández-Villanueva Jané & Oliver Strunk
Diseño de cubierta: Loni Geest & Tone Hoverstad
Editor digital: diegoan
ePub base r1.1
NORBERT ELIAS (Breslau, 22 de junio de 1897, Ámsterdam, 1 de agosto de 1990). Sociólogo judío-alemán cuyo trabajo se centró en la relación entre poder, comportamiento, emoción y conocimiento. Ha dado forma a la llamada «sociología figuracional». Fue poco conocido en el campo académico hasta los años 70, cuando fue «redescubierto». Su trabajo de una sociología histórica, puede explicar estructuras sociales complejas sin menoscabo de agencias individuales.
Su obra más conocida es El proceso de la civilización. Trabajo en el cual hace un análisis de la evolución de las sociedades europeas desde la época medieval y guerrera hasta el proyecto moderno e ilustrado. Reflexiona sobre el carácter de lo público y lo privado, la represión, tabúes y la cultura desde un modelo que trabaja una tríada entre Karl Marx, Sigmund Freud y Max Weber. Se divide en dos capítulos; que termina en una suerte de psicoanálisis del viejo mundo. Varios de sus trabajos sobre el deseo y la represión, de manera historiográfica, anuncian en parte el trabajo que posteriormente realizó Michel Foucault.
Se puede ver un tributo en parte de su perfil disciplinario a cierta facción del pensamiento judío cercano al sionismo clásico (Leo Löwenthal, Gershom Scholem) aunque con matices.
Entre 1930 y 1933 trabajó como asistente de Karl Mannheim en Fráncfort del Meno, en el mismo edificio en que trabajaban Adorno y Horkheimer. Debido a lo anterior, existe alguna confusión en relación a la influencia que pudo ejercer la Escuela de Fráncfort en el pensamiento de Elias.
Tras la llegada del nazismo a principios de 1933, el Instituto Sociológico de Mannheim se vio obligado a cerrar. La Tesis de habilitación ya presentada titulada Der höfische Mensch («El hombre de la Corte») nunca se aceptó formalmente y no fue publicada hasta 1969. En Alemania, participó activamente en el Movimiento Sionista Alemán. En 1933 Elias huye a París. Sus padres, ancianos, se quedan en Breslau, donde su padre muere en 1940; su madre fue deportada a Auschwitz, donde fue asesinada probablemente en 1941.
Elias Impartió clases en universidades de Inglaterra (principalmente en la Universidad de Leicester), Ghana, Alemania y Holanda; entre sus alumnos se cuenta al sociólogo inglés Anthony Giddens pero su principal heredero ha sido Eric Dunning. Escribió también obras poéticas y narrativas entre las que se cuenta La balada del Jacob pobre, inspirada en una experiencia real de persecución y desprecio, la suya. De alguna manera, la «deconstrucción» que su pensamiento supone para con las lógicas modernas —naturalizadas socialmente— tiene que ver con la experiencia; al igual que como Hannah Arendt se preguntó por las bases de la humanidad.
Notas
[1] Wolfgang Hildesheimer: Mozart. Frankfurt a. M. 1977, p. 365. (Trad. española Mozart, Javier Vergara Editor, Buenos Aires, 1982.)
[2] Citado de Hildesheimer, p. 254.
[3] Véase la reproducción en Hildesheimer, Mozart, óp. cit., p. 208.
[4] Hildesheimer, p. 254.
[5] Norbert Elias: Über den Prozeβ der Zivilisation, vol. I, Frankfurt a. M. 1976, cap. 1. (Trad. española: El proceso de la civilización, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1982.)
[6] Véase, Norbert Elias: Die höfische Gesellschaft, Neuwied/Berlin 1969; Frankfurt a. M. 1983. (La sociedad cortesana, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1986.)
[7] Por lo general, se concibe la sociología como una ciencia reductora y destructiva. Yo no comparto esta concepción. Para mí, la sociología es una ciencia que nos ha de ayudar a explicar y a comprender mejor lo incomprensible de nuestra vida social. En este sentido he escogido el subtítulo aparentemente paradójico «Sociología de un genio». Mi objetivo, por tanto, no es destruir o reducir al genio, sino hacer comprensible su situación humana y quizá también ofrecer una modesta aportación para dilucidar la cuestión de qué habría que hacer para evitar un destino como el de Mozart. Cuando se expone su tragedia tal como yo lo intento hacer —y esto sólo es un ejemplo de un problema más amplio— quizá se pueda reforzar la conciencia del ser humano de que ha de ser más cauto con respecto a lo más nuevo.
[8] A este contexto pertenece también el hecho de que las tareas a cumplir eran menos especializadas: cuando Bach ocupó en el año 1708 el cargo de organista en la corte del extremadamente piadoso duque Wilhelm-Ernst en Weimar, también tenía que tocar el violín en la pequeña orquesta de cámara vestido con el uniforme militar.
[9] Ciertamente, esta divergencia no es sólo característica de Mozart; también se encuentra, así como sus efectos, en el carácter personal de otros artistas e intelectuales burgueses de la sociedad cortesana. Un conocido ejemplo es el de Voltaire, que se quiso batir en duelo con un noble de elevada posición al sentirse injuriado por él; el noble lo hizo moler a palos en la calle por uno de sus lacayos para mostrar que semejante exigencia de un burgués le parecía una muestra de arrogancia. El hecho de que personas de la burguesía que se distinguían por un talento artístico o intelectual singular fueran consideradas como iguales en los salones parisinos o incluso por algunos nobles italianos y alemanes en sus casas, puede hacernos olvidar fácilmente que las personas de origen burgués eran consideradas y tratadas como seres de segunda clase, de rango inferior por los soberanos y los gobernantes a lo largo de todo el siglo XVIII y en algunos lugares de Europa hasta el año 1918.
[10]. Esta life below stairs forma el tema de muchas comedias en Inglaterra y de infinidad de chistes.
[11] Véase Hildesheimer, Mozart, óp. cit., p. 95 y ss. La cita se encuentra en una carta del 7 de agosto de 1778: II, p. 473 (las indicaciones dadas así se refieren aquí y a continuación al volumen y a la página de: Mozart, Briefe und Aufzeichnungen. Edición preparada y comentada por Wilhelm A. Bauer y Otto Erich Deutsch [y Joseph Heinz Eibl], vol. 77, Kassel/Basel/London/New York 1962-1975 ).
[12] Esta tradición explica por qué son tan frecuentes en Alemania las familias de artistas, como los Mozart, o también los Bach.
[13] Arthur Hutchings: Mozart, der Mensch, Baam, 1976, p. 11.
[14] La comparación con Inglaterra, donde había pocos músicos de gran categoría en el siglo XVIII, prescindiendo de los importados, hace pensar por lo demás que la mayor productividad musical en los estados sucesores del antiguo Imperio Alemán quizás esté relacionada con otra característica estructural, precisamente con las relaciones tan distintas que había en cada sitio entre la nobleza y la burguesía. En Alemania, las barreras entre ambos estamentos eran relativamente altas, con pocas posibilidades de trasvase. La sumisión política y social de las personas de extracción burguesa frente a la nobleza, especialmente frente a la nobleza cortesana, era mucho más estricta y pronunciada que en Inglaterra.