NOTAS
. Tomo del concepto continuum de violencias contra las mujeres acuñado por Liz Kelly en 1988 en Surviving Sexual Violence . Cambridge: Polity Press.
. “La cuestión feminista” no es el título original del artículo, sino el título dado por la antologista en la edición citada en la bibliografía: La mujer española y otros escritos, 2018 [nota de la ed.].
. La idea de los trabajos de “cuello rosado” hace referencia al punto intermedio entre la división clásica de los trabajos de “cuello rojo”, en inglés red collarJobs (manuales y usualmente pesados), y los trabajos de “cuello blanco”, en inglés white collarJobs.
. Hace referencia al contexto de prostitución de calle en Nueva York, en los años ochenta [nota de la ed.].
. Colectivo feminista del Movimiento de Liberación de las Mujeres, fundado en 1969 en Nueva York. Una de sus impulsoras fue Shulamith Firestone [nota de la ed.].
. Segundo presidente de Estados Unidos.
. Referencia al primer barco con ciudadanos ingleses que se dirigió en 1620 a la costa de lo que es hoy territorio de los Estados Unidos [nota de la ed.].
. Referencia a Commentaries on the Laws of England , de William Blackstone (1723-1780), jurista inglés del siglo XVIII.
. Revista Psychologies , mayo de 2009. Dossier “Vouloir un enfant”.
. Moloch fue un dios de origen canaanita que en la Edad Media se resignifica como demonio [nota de la ed.].
. Referencia a Kenneth M. Stampp (1956): The Peculiar Institution: Slavery in the Antbellum South , Vintage Books, Nueva York.
. Recogemos los puntos del decálogo sin desarrollar cada uno.
Beatriz Ranea Triviño
Licenciada en Ciencias Políticas, es investigadora especializada en estudios de género y activista feminista. Imparte docencia en el curso de Historia de la Teoría Feminista en la Universidade da Coruña y en el Máster Igualdad y Equidad en el Desarrollo de la Universitat de Vic. En 2016 recibió el I Premio a la investigación feminista en materia de igualdad, convocado por el Instituto Aragonés de la Mujer y la Universidad de Zaragoza.
Beatriz Ranea Triviño
Feminismos
Antología de textos feministas para uso
de las nuevas generaciones, y de las que no lo son tanto
diseño de cubierta: PSD
© Beatriz Ranea Triviño, 2019
© Los libros de la Catarata, 2019
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Feminismos.
Antología de textos feministas para uso
de las nuevas generaciones, y de las que no lo son tanto
ISBNE: 978-84-9097-600-5
ISBN: 978-84-9097-622-7
DEPÓSITO LEGAL: M-3.913-2019
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Introducción
Porque fueron, somos. Porque somos, serán.
Siempre es buen momento para leer autoras feministas, y en esta época es especialmente relevante porque el feminismo está experimentando un auge sin precedentes en muchas partes del planeta.
A nivel internacional, desde el #NiUnaMenos en Argentina, el movimiento #MeToo en Estados Unidos, #TimesUp en el Reino Unido, las marchas de las mujeres contra Trump, la marcha de las mujeres contra Bolsonaro en Brasil, las movilizaciones a favor del derecho al aborto libre en diferentes países como Polonia, Irlanda o Argentina… Por citar algunos. Muchas de estas movilizaciones reciben apoyo de feministas de otros territorios, lo que demuestra que el feminismo está experimentando una cuarta ola que tiene carácter transnacional. Decía Kate Millett en el año 1984 que como feminista se sentía más optimista que como ciudadana estadounidense, porque se sentía vinculada a un movimiento internacional e internacionalista y esto le proporcionaba una mayor esperanza.
En el Estado español, desde las reticencias al feminismo en muchas asambleas del 15M (2011) en las que con esfuerzo se consiguió integrar en mayor o menor medida una mirada feminista, pasando por movilizaciones multitudinarias, como el Tren de la Libertad (2014), contra las restricciones al derecho a decidir sobre nuestros cuerpos que planteó el ministro Gallardón, o la marcha estatal contra las violencias machistas el 7N (2015), hasta hoy, el feminismo ha demostrado la fuerza de un movimiento compuesto por un gran número de colectivos y asociaciones capaces de aunar esfuerzos para frenar el retroceso y la reacción patriarcal.
En 2017 la demostración de fuerza del feminismo siguió aumentando con dos casos paradigmáticos de movilización ante el hartazgo frente al sistema de (in)justicia patriarcal: las movilizaciones de apoyo a Juana Rivas #JuanaEstáEnMiCasa; y el #YoSíTeCreo en apoyo a la víctima de La Manada, que desbordó redes sociales y calles. El grito “¡Hermana, yo sí te creo!” ha estado presente desde entonces como expresión de la rabia compartida frente al imaginario patriarcal que minimiza y desautoriza la palabra de las mujeres. Esto no es nada nuevo, las mujeres siempre han sido representadas como seres malévolos con poca credibilidad, el problema que enfrenta el patriarcado en la actualidad es que las mujeres hemos (re)iniciado esta revuelta colectiva que nos permite romper el silencio, la vergüenza y la culpa en la que pretende posicionarnos su continuum de violencias. Cada día somos más, unidas en nuestra diversidad, haciendo frente común y tejiendo redes para seguir visibilizando las violencias y destapar su carácter estructural en las sociedades patriarcales.
Cada 8 de marzo ha ido creciendo en intensidad hasta llegar a esta histórica primera huelga feminista, con una movilización sin precedentes que inundó diferentes ciudades. Es indudable que el 8 de marzo de 2018 hicimos Historia —con “h” mayúscula— o mejor dicho, HERstory, como dicen las historiadoras feministas. Bajo lemas como “Paramos para transformarlo todo” el proyecto colectivo del feminismo se erige para cambiar el paradigma. Nuestras reivindicaciones buscan acabar con la desigualdad estructural, las discriminaciones y las violencias por razón de género; junto con demandas LGTB, anticapitalistas, antirracistas, ecologistas, antiimperialistas, antiespecistas, antimilitaristas, etc. El feminismo ruge en esta era del patriarcado capitalista neoliberal y lucha por construir una vida libre de violencias y de miedos para todas. De esta manera, nuestro movimiento está siendo capaz de articularse como la vanguardia en la lucha contra las jerarquías y la injusticia social. Estamos presenciando como el feminismo puede actuar de dique de contención del (neo)fascismo que viene, o que ya está aquí. La capacidad de respuesta del movimiento feminista frente este (neo)fascismo se observa en la velocidad de movilización frente a cada avance de la extrema derecha. El ejemplo más reciente nos lo ofrecen las multitudinarias movilizaciones de las feministas andaluzas —acompañadas de grandes movilizaciones en el resto del Estado— como rechazo a los pactos patriarcales en los que los derechos de las mujeres aparecen como negociables. El 15 de enero de este año, 2019, cuando tomaba posesión el nuevo Gobierno conservador de Andalucía, en todo el Estado español se puso de manifiesto que el grito feminista es antifascista, y que no pensamos quedarnos calladas frente a las nuevas cuotas de legitimidad que alcanzan los discursos misóginos, homófobos, tránsfobos, xenófobos y clasistas de la extrema derecha.