SINOPSIS
A diferencia de otros animales, el ser humano posee algo único y diferenciador: la posibilidad de crear arte. En nuestro intento por alejarnos del mundo animal, buscamos dominar nuestras pasiones y estas, inevitablemente, se transforman en vicios o pecados guiados por las prácticas morales, éticas y religiosas. Pero ¿cómo reflexiona y representa las pasiones el arte más actual? Es más, ¿qué es el arte contemporáneo? ¿Y el arte conceptual? ¿Cuáles son las nuevas técnicas artísticas?
Para responder estas inocentes y a la vez tan complicadas preguntas, Óscar García García nos invita a un viaje a través de los siete pecados capitales de la mano de varios de los artistas más importantes (e irreverentes) de nuestro tiempo.
Óscar García García
Descubre los más sorprendentes pecados
cometidos por los artistas
de nuestro tiempo
PRÓLOGO
A diferencia de otros animales, el ser humano posee algo singular y diferenciador: la posibilidad de crear y expresarse a través del arte. Algo que nos hace únicos frente a otras especies.
El ser humano, en su desesperado intento por alejarse del mundo animal —al que irremediablemente pertenece—, busca dominar sus pasiones moderándose y tratando de no sucumbir a sus impulsos más primitivos. Estos deseos o instintos reprimidos se transforman en vicios o pecados orientados por nuestros hábitos morales, éticos y religiosos, y, si tenemos en cuenta que nos valemos del arte para transmitir emociones y sentimientos, será obvio suponer que este se convierte en el medio perfecto para canalizar nuestras pasiones más elementales.
El arte es una forma de expresión como no hay otra igual, y, con el fin de demostrarlo a lo largo de estas páginas, te propongo un emocionante viaje por el arte contemporáneo a través de las pasiones humanas. Para embarcarnos en esta aventura, será necesario que sepamos cómo representa nuestros impulsos el arte más actual y también cómo reflexiona sobre ellos. Para ilustrar esta simbiosis entre arte y vida, emplearemos los siete pecados capitales como protagonistas y los relacionaremos directamente con épocas, movimientos y artistas.
El arte tiene ya unos cuantos años —la friolera de 40.000— y, según los periodos en los que le ha tocado vivir, ha bebido del entorno, la sociedad, el pensamiento y los avances industriales y tecnológicos para abastecerse y buscar nuevas formas, soportes y medios de expresión. Pero, a decir verdad, en cualquier época los impulsos, los sentimientos y las pasiones han sido los grandes motores de las obras de arte. Trabajos artísticos que dan rienda suelta a estos deseos y abren debate hacia una reflexión sobre esa voz interior llamada culpa. Ese Pepito Grillo que nos reprende por hacer algo que no deberíamos haber hecho, por ser demasiado avariciosos, irascibles, lujuriosos, envidiosos, glotones o soberbios. Pero no te asustes, este libro no es un Se7en (Seven) protagonizado por Brad Pitt y Morgan Freeman, sino un recorrido por el arte actual conducido por nuestros deseos más reprimidos.
Es cierto que conceptos como la «culpa» o el «pecado» han evolucionado en nuestros días hasta el punto de casi desaparecer, o, al menos, eso queremos creer. Vivimos en un mundo en el que parece que los pecados no existen o, tal vez, estamos tan apegados a ellos que no los percibimos. A pesar de esta no existencia o falta de percepción propia de la que hablamos, en el arte contemporáneo encontramos con frecuencia diferentes representaciones de estos pecados, y, aunque la mayoría de las ideas parecen estar ligadas a la existencia de un Dios, otras muchas nos hablan de la relación entre seres humanos en la que aparecen el cuestionamiento moral y la repercusión de nuestros actos en la vida de los que nos rodean. Además, no solo encontramos el pecado en el arte como representación, sino que también aparece como impulso de los artistas, que muchas veces se convierten en verdaderos pecadores. Y es que en el siglo XXI la tentación es fuerte, muy fuerte, y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Este libro está dirigido a personas inquietas y curiosas que quieran empezar a entender de qué va todo este rollo del arte contemporáneo. Que deseen conocer qué esconden las pinturas, las esculturas, las fotografías o las instalaciones que han sido realizadas para compartir con nosotros (los espectadores) conceptos universales como las emociones y las pasiones. Con el objetivo de que conozcas y llegues a comprender los nuevos códigos del arte del hoy y el ahora. Por supuesto, en el libro aparecerán nombres de artistas, fechas, datos y movimientos artísticos, pero tan solo serán nuestros acompañantes en este viaje, no pretendemos que los memorices, ni mucho menos. Si deseas ampliar la información de un artista u obra, solo tienes que googlearlo y se abrirá ante ti un gran abanico de referencias e imágenes (sí, así de sencillo es el maravilloso mundo de internet).
¿Qué te parece si le damos un giro nuevo y fresco a un tema eternamente tratado en la Historia del Arte, como es el de los siete pecados capitales? Indagando uno a uno, capítulo a capítulo, pecado a pecado, para así poder descifrar y analizar el arte contemporáneo. Tomemos la lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia como guías del pensamiento de nuestra época volcado en el trabajo artístico, abramos nuestra mente y escuchemos con atención todo aquello que tengan que contarnos. ¿Comenzamos?
Introducción
De lo moderno a lo contemporáneo
El arte contemporáneo tiene sus raíces en el arte moderno o de vanguardia, con el que comparte elementos comunes. Cuando afirmamos que el arte contemporáneo es el arte de nuestro tiempo, se genera siempre algo de confusión debido a la ambigüedad de la propia palabra «contemporáneo», que es caduca por definición. El periodo moderno y el contemporáneo son etapas con una nomenclatura difusa que aluden al mismo tiempo al pasado reciente y al presente actual. Así pues, para salir de este enredo, la historia del arte acota cronológicamente el arte moderno desde la década de 1860 hasta finales de 1960, mientras que el término «contemporáneo» nos remite a la práctica artística más actual y reciente, que comprende el periodo entre la década de 1970 y la actualidad, y hace alusión también a las obras realizadas por artistas aún vivos.