Annotation
En un apasionante recorrido por algunas de las obras maestras de la literatura universal, Juan Ignacio Alonso y Fran Zabaleta nos descubren los principales secretos de aquellos libros que han transformado la forma de pensar y sentir de millones de personas. A través de curiosas anécdotas, datos sorprendentes sobre sus autores y su creación, pero, sobre todo, con una mirada diferente y entretenida para entender y poder hablar de literatura, esta obra nos sumerge en la magia de la palabra y de las historias escritas, aquellas que perdurarán para siempre y que para siempre nos harán soñar. Si siempre quisiste saber todo sobre literatura, pero nunca tuviste tiempo de leer a los grandes, sin duda este es tu libro.
Juan Ignacio Alonso Fran Zabaleta
99 libros para ser más culto
© Juan Ignacio Alonso, 2011
© Francisco Javier Zabaleta, 2011
© Ediciones Planeta Madrid, S. A., 2011
Ediciones Martínez Roca es un sello editorial de Ediciones Planeta Madrid, S. A.
Paseo de Recoletos, 4, 28001 Madrid (España)
www.planetadelibros.com
Primera edición en libro electrónico (epub): abril de 2011
ISBN: 978-84-270-3762-5 (epub)
Conversión a libro electrónico: Newcomlab, S.L.L.
Conversión Epub a Fb2 por Indi / Indigo
www.newcomlab.com
ISBN edición en papel:
978-84-270-3655-0
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«No hay una sola manera de leer bien, aunque hay una razón primordial para que leamos. A la información tenemos acceso ilimitado, pero ¿dónde encontraremos la sabiduría?»
Harold Bloom, Cómo leer y por qué
«Los clásicos son libros que cuanto más cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad.»
Italo Calvino, Por qué leer los clásicos
Introducción
T oda selección es forzosamente subjetiva, y más aún cuando se trata nada más y nada menos que de elegir noventa y nueve obras en el vastísimo ámbito de la literatura universal de todos los tiempos. Existen numerosos «cánones» literarios, alguno de ellos obra de críticos prestigiosos y muy populares; al examinar sus índices, inevitablemente torcemos el gesto al advertir una ausencia que nos parece clamorosa o una inclusión arbitraria bajo nuestro punto de vista. El criterio que hemos seguido para confeccionar nuestro índice ha sido estrictamente canónico, es decir, nos hemos basado en lo que la tradición cultural ha consolidado como indudables obras maestras a lo largo del tiempo. Para ello hemos tenido que renunciar a incluir a autores que nos son particularmente gratos, y por el contrario, hemos incluido a otros de grandísima fama pero que no figuran entre nuestras preferencias; creemos que, en su conjunto, nuestra selección ofrece una panorámica muy completa del corpus esencial de la literatura universal, que será útil para cualquier lector que desee iniciarse en la materia o incrementar sus conocimientos. Hemos incorporado al final de cada entrada una sección llamada «si te ha gustado…» en la que añadimos recomendaciones de lectura en la línea de la obra tratada; aprovechamos esta sección para añadir nuevos autores y obras que, por la limitación de espacio señalada, se habían quedado fuera de nuestra selección a pesar de sus méritos indudables. También es subjetivo el número de obras incluidas. ¿Por qué noventa y nueve y no cualquier otra cifra, no necesariamente redonda? La razón es sencilla. Este libro no tiene pretensiones enciclopédicas ni de manual universitario, sino que va dirigido a un público amplio, no especializado, cuyas necesidades de información tienen un límite razonable. Noventa y nueve nos parece una cifra suficiente para que estén presentes las principales obras maestras y todos los autores fundamentales de la literatura universal.
La selección es inevitablemente eurocéntrica. Las literaturas orientales están escasamente representadas. Pero somos conscientes de que el público al que el libro va dirigido pertenece a una cultura concreta, la occidental, y ello justifica plenamente este criterio. Del mismo modo, la literatura en lengua española ha recibido una atención preferente.
Hemos buscado intencionadamente un equilibrio entre géneros. Narrativa, poesía y teatro están armoniosamente representados, como por otra parte sucede en la propia literatura universal. Puede llamar la atención el peso de determinadas épocas en contraste con otras. Por ejemplo, la literatura clásica tiene muchas entradas, pero ello es inevitable, puesto que el origen de nuestra cultura es precisamente grecolatino; hay muchas obras del siglo XIX porque la literatura decimonónica es particularmente esplendorosa en ese gran siglo de la novela y de la eclosión de las vanguardias. También es inevitable que el número de títulos se incremente según avanzan los tiempos, de forma que los siglos más recientes tengan muchas más entradas que los pretéritos.
Este libro no es un ensayo académico, hemos intentado a toda costa ser claros y amenos, de forma que no sean necesarios conocimientos previos para entender y disfrutar de cada entrada. No busque el lector en esta obra teorías novedosas o tesis osadas, puesto que lo que recoge no es otra cosa que el conocimiento consolidado.
Por último, una más de nuestras pretensiones, quizá la más importante, ha sido que la consulta de este libro sirva de incentivo para estimular la lectura de las propias obras tratadas. Todas ellas son maravillosas y, además de alimentar su espíritu, proporcionarán a cualquier lector, sin ninguna duda, horas de verdadero placer y deleite. Ojalá lo hayamos conseguido.
En el principio fue el mito
Los mitos son relatos, generalmente fantásticos, que poseen un alto contenido simbólico para las culturas que los producen. Estos relatos se refieren a dioses y a héroes que vivieron en un pasado remoto con respecto al tiempo en el que se crea el mito y, por tanto, su temporalidad es radicalmente distinta a la de la historia. La función del mito, sobre todo la de los mitos de los orígenes, es cultural y está íntimamente ligada al principio de pertenencia. Los pueblos y las culturas de la Antigüedad se reconocen e identifican a través de sus mitos. Pero la palabra griega mito (mythos) quiere decir «narración», «relato», y, por tanto, el mito es también literatura. Algunos estudiosos, como Mircea Eliade, los consideran inseparablemente ligados a la religión: narran hechos sobrenaturales protagonizados por seres extraordinarios y de esta forma constituyen una historia sagrada, en oposición a la profana, que protagonizan los seres humanos de carne y hueso. Ya en la Antigüedad surgen diversas teorías explicativas para los mitos, algunos, como Teágenes y Proclo, los conciben como alegorías que es necesario descifrar para conocer su sentido profundo; otros, como el historiador Heródoto, piensan que son relatos reales que han sido «embellecidos por los poetas»; Platón considera que son tan solo ficciones ilusorias y engañosas de la realidad. Es indudable el carácter emotivo e irracional de los mitos, pero también su relación con la historia, puesto que son producto de la creación de la mente humana.
El desarrollo de la lingüística y la antropología comparada llevan a la conclusión de que, al igual que el indoeuropeo es matriz de numerosas lenguas en las que se puede rastrear su origen, también la mitología parte de unas bases culturales compartidas, lo que explicaría que relatos legendarios, como el del diluvio universal, surjan independientemente en culturas muy dispares