Esteban Cruz Niño
Expedientes X Colombia
Ediciones B
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@megustaleerco
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Para Daniel Trespalacios, Juan Jesús Vallejo, Yoana Arenas y todos aquellos amantes del misterio.
Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante.
Aldous Huxley
En un mundo cada vez más consagrado al pragmatismo, a lo tangible, a lo que se puede oler, tocar y sentir, se hace cada vez más difícil creer, entregarse a lo que no es evidente, dejarse llevar por aquello que nos cuentan y, simplemente, darlo por cierto y confiar.
Premoniciones, ovnis, telepatía, etc., todos son temas que nos fascinan y al mismo tiempo nos asustan, y que, por lo mismo, preferimos descalificar con un gesto de superioridad, desdeñar sin más, en aras de mantener esto que llamamos realidad sin amenaza alguna. Siempre será mejor enfrentarse a los afanes diarios, a los atracadores, los trancones y la corrupción de nuestros políticos, pues aquellas dificultades, en cierta medida, nos pertenecen y nos anclan a un contexto que, por muy difícil que resulte, podemos controlar.
Lo que Esteban Cruz plantea en esta exhaustiva investigación es precisamente lo contrario. Sin tomar partido y exponiendo simplemente los hechos, Cruz pone de manifiesto una serie de hechos extraños e inexplicables sucedidos aquí, en este rincón del planeta, aunque a veces, por lo descabellados, puedan parecer historias sacadas de la mente de algún guionista hollywoodense dedicado a asustar e impresionar con todo tipo de artilugios narrativos. La cuestión es que todo esto sucedió en verdad: sí hubo un ruido inexplicable que asustó a nuestros ancestros, sí fue descubierta una pirámide en Popayán y sí, también, hay reportes de la CIA en los que queda claro que nuestro país fue escenario de espionaje usando presuntos psíquicos.
El autor de este libro de ritmo trepidante y sumamente interesante para aquellos que queremos encontrar algo más aparte de lo que tenemos frente a nuestras narices no tiene miedo de hablarnos de monstruos acuáticos o de conspiraciones nazis en Bogotá. Cruz lo cuenta todo, sin contenerse, de manera clara y honesta, sin rodeos, dejando en manos del lector la labor de sacar sus propias conclusiones. De creer o no creer.
Este es un libro dirigido a todos. A los más crédulos y a los que no creen en absolutamente nada. Y eso es lo mejor de estas páginas, que no pretenden convencerte, sólo nos cuentan lo que sucedió, desde distintos puntos de vista, y dejan que tú armes tu propio rompecabezas.
Si elegiste este libro, te aviso que probablemente te sorprenderás. Te invito a que leas sin prevenciones, que te permitas poner en tela de juicio todos tus paradigmas y consideres la posibilidad de que exista una realidad mucho más compleja de lo que imaginas. Tal vez no creas en brujas o fantasmas, pero eso no quiere decir que ellos no crean en ti.
Si ya has leído a Cruz, sabrás que su forma de narrar, aunque académica, no es pretenciosa y, así las cosas, vas a pasar unas cuantas horas de puro entretenimiento, además de conocer sucesos que, probablemente, ni siquiera imaginabas. Este libro fue una buena decisión de tu parte, lector, lectora. Te lo garantizo.
Álvaro Vanegas
Existen momentos en la vida en los que nuestra visión del mundo cambia, como cuando algún ser querido muere, nos rompen el corazón o sufrimos una penosa enfermedad; se trata de momentos en los que nos damos cuenta de que existen vínculos y situaciones que subvaloramos, como el amor, el cariño o la salud, que se funden en nuestra rutina y que emergen como si se tratase de sentimientos provenientes de un mundo invisible y distante.
Es un mundo que tal vez no advertimos en nuestra cotidianidad y en cuyo interior, tal vez, residan las respuestas a los misterios de la existencia, misterios que han deslumbrado a la humanidad desde milenios, cuando los antiguos chamanes intentaron explorar el cosmos mediante complejos ritos que mezclaban la magia y el conocimiento de plantas, animales y cosas.
Sobre estas creencias y sabidurías se erigieron los templos y otras construcciones que les permitieron a las primeras civilizaciones controlar el tiempo y el espacio, y así determinar el momento para cultivar, sembrar y cosechar. A veces sólo perduran ruinas, que encontramos en todos los continentes, y a las que no encuentran explicación los estudiosos ni los científicos. Entre estas se pueden mencionar Stonehenge, en Inglaterra, cuya existencia ha hecho que se baraje la idea de que se trataba de un cementerio o de un lugar sagrado en el que antiguos sacerdotes se conectaban con las estrellas.
Son construcciones y zonas que atraen la atención del público desde hace milenios y que, aunque existen en Colombia, pues nuestro país es rico en este tipo de espacios, son pocos quienes han dedicado su tiempo a darlos a conocer. Uno de estos lugares es El Infiernito, ubicado a cinco kilómetros del área urbana de Villa de Leyva, Boyacá, y que está compuesto por más de treinta monolitos de piedra alineados milimétricamente, en cuya base son visibles las huellas de sus constructores. Estos monolitos apuntan al firmamento y entrañan docenas de enigmas, pues no está claro todavía su uso, y su construcción tiene una antigüedad mayor a dos mil años, es decir, es anterior al desarrollo de la civilización muisca.
Es acerca de este tipo de misterios que nos ocuparemos en este libro, realidades palpables o que fueron registradas por militares, arqueólogos, funcionarios públicos o escritores en documentos clasificados, y que nos hablan de pirámides en la mitad de ciudades, apariciones de objetos voladores no identificados sobre buques de la Armada colombiana, experimentos paranormales realizados por el Gobierno de Estados Unidos en el archipiélago de San Andrés y extraños crímenes sin resolver.
Todos estos casos están basados en informes oficiales, que pudieron haber retratado la realidad y que son presentados en las siguientes páginas con rigor periodístico, lejos de la gran cantidad de brujos y estafadores que pululan en las emisoras de radio y programas de televisión y que se hacen llamar parapsicólogos, que lo único que hacen es estafar creando falsas esperanzas y ofreciendo consultas en las que realizan “limpias” y sacan guacas.
Se trata de cleptómanos cuya exigua creatividad los ha llevado a montar falsas academias de garaje en las que reúnen a desorientados para abusar de ellos, económica y emocionalmente, utilizando aparatos de juguete para comunicarse con fantasmas inexistentes y haciendo shows en medios de comunicación. Pese a que estas situaciones resultan atractivas, son producto de la frivolidad y el fanatismo y se aprovechan de la ignorancia del público. Por esto le aconsejo, amigo lector, que se aleje de este tipo de iluminados, brujos y adivinos, y se acerque más a las bibliotecas y universidades, pues aprenderá más y evitará que lo estafen.
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