B REVE HISTORIA
DE LOS M EDICI
B REVE HISTORIA
DE LOS M EDICI
Eladio Romero García
Colección: Breve Historia
www.brevehistoria.com
Título: Breve historia de los Medici
Autor: © Eladio Romero García
Copyright de la presente edición: © 2015 Ediciones Nowtilus, S.L.
Doña Juana I de Castilla 44, 3º C, 28027 Madrid
www.nowtilus.com
Elaboración de textos: Santos Rodríguez
Revisión y adaptación literaria: Teresa Escarpenter
Responsable editorial: Isabel López-Ayllón Martínez
Maquetación: Patricia T. Sánchez Cid
Diseño y realización de cubierta: Universo Cultura y Ocio
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).
ISBN edición digital: 978-84-9967-676-0
Fecha de edición: Febrero 2015
Depósito legal: M- 636-2015
Dedicado a Isabel López-Ayllón,
firme defensora de este proyecto.
Índice
Es este un libro de divulgación más que de investigación. Vaya esa premisa por delante. Con él se pretende dar a conocer al gran público la evolución histórica de la familia Medici.
Pero semejante tarea resultaría inabarcable si se hubiese pretendido analizar, una por una, la biografía de todos los personajes destacados que dicha familia aportó a la historia. Lorenzo el Magnífico, tres papas (León X, Clemente VII y León XI), dos reinas de Francia (Catalina y María), más diversos hombres de armas y renombrados políticos que influyeron enormemente en la historia de Italia.
Por ello, hemos decidido centrarnos en dos aspectos que consideramos primordiales para el lector hispano. El primero, la necesidad de abundar en los personajes menos conocidos de la estirpe, relacionados con el gobierno de la Toscana. Así, se estudian más las figuras de los grandes duques como Cosme I o Ferdinando I, creadores del primer Estado absolutista italiano. Y en segundo lugar, nos ha interesado insistir en la amplia relación existente entre la Monarquía Hispánica de los Austrias y el Estado mediceo durante la edad moderna.
A pesar de todo, no hemos olvidado en este libro figuras de gran envergadura como la mencionada Catalina de Medici, pese a que forme parte más de la historia de Francia que de la nuestra o de la italiana. Las referencias a dichas figuras, aunque no les corresponda capítulo o epígrafe propio, aparecen en el texto allí donde se considere necesario. Son tan Medici como cualquier otro miembro de la dinastía, así que no podemos obviarlas simplemente por haber pasado buena parte de su vida fuera de Italia.
1
Cosme el Viejo (en italiano, Cosimo il Vecchio) de Medici, uno de los más destacados miembros de la dinastía que vamos a estudiar y artífice del poderío de la familia en Florencia, encargó el diseño de una villa al gran arquitecto Michelozzo di Bartolomeo. La obra, que todavía puede visitarse en la localidad de Caffagiolo, debió de realizarse entre 1440 y 1450. Se eleva majestuosa al pie de los Apeninos, a unos veinticinco kilómetros al norte de Florencia, en la comarca del Mugello. Y no fue casualidad que Cosme escogiera estas tierras para levantar su villa, ya que en su tiempo se decía que la familia Medici procedía precisamente del Mugello.
Quizá para atraerse a las facciones populares de la ciudad de Florencia, Cosme el Viejo había fomentado el rumor de que su familia era de origen rural, aunque no existe en la actualidad ningún dato que lo confirme. El Mugello siempre fue una comarca montañosa con población dispersa, y aunque los Medici invirtieron allí diversas sumas de dinero en explotaciones agrarias, a pesar de las leyendas, es posible que a mediados del siglo XV ni el propio Cosme supiera con exactitud el origen de su familia.
Villa medicea de Caffagiolo, según una pintura de Giusto Utens realizada en 1599. Museo Firenze com’era, Florencia.
Lo cierto es que en 1201, un Chiarissimo di Giambono de Medici se encontraba inscrito en el Consejo General de la república florentina como miembro del Arte de la Lana. Entre sus actividades económicas destacaba la de prestar dinero a nobles e instituciones religiosas, siendo ya propietario de una casa en Florencia. Queda claro que la familia debió de prosperar moderadamente durante el siglo XIII , siempre al socaire del crecimiento de las actividades comerciales y artesanales que caracterizó a la Italia septentrional y central en dicha centuria. Los descendientes de Chiarissimo y de otras ramas familiares (de las que hay tantas que en caso de mencionarlas todas sólo se crearía confusión en el lector) aparecen a menudo como miembros del consejo republicano e incluso combaten en defensa de la pequeña república, aunque sin ocupar puestos públicos de relevancia más que en contadas ocasiones. Y del Arte de la Lana pasarán al Arte de Calimala, el gremio que controlaba propiamente la exportación de tejidos de lana, y, por último, al Arte del Cambio (al que pertenecían los prestamistas). Una evolución típicamente burguesa –en el sentido medieval, claro es– que queda incluso patente en el escudo familiar.
Muchos de los edificios antiguos de Florencia, y de ciudades como Pisa o Siena, se encuentran todavía hoy adornados con escudos pintados o esculpidos que recogen en su interior un grupo de pequeños círculos. Se trata del emblema de los Medici, que si está pintado, presenta las bolas rojas sobre fondo dorado.
Las bolas constituían precisamente el emblema del Arte del Cambio, con lo que la adscripción de la familia a la clase burguesa queda fuera de toda duda. Con esta explicación el significado de las bolas en el escudo mediceo parece ya establecido.
En realidad, esas bolas son besantes, una moneda bizantina utilizada en Italia a principios del siglo XIII , antes de la acuñación del florín. Su número en el escudo variará con el tiempo. Originalmente serían nueve u once, luego siete y, por último, seis. En 1465, el rey Luis XI de Francia concedió a Piero el Gotoso, hijo de Cosme el Viejo, el derecho a colocar tres lirios en el interior de la bola superior. De esta forma, el emblema de la monarquía francesa pasaría a decorar el de una familia florentina, y todo gracias a que Piero dirigió una embajada a la corte de aquel monarca.
Escudo mediceo en piedra del papa León XI, ubicado en el palacio arzobispal de Florencia.
Durante los conflictos internos sufridos por la república en los siglos XV y XVI , gritar palle, palle (pelotas, pelotas) significaba apoyar a los Medici, en alusión clara a su escudo. Los palleschi serían, pues, los partidarios de dicha familia.
A lo largo del siglo XIII y parte del XIV , la riqueza de Florencia creció gracias al comercio de tejidos de lana y a las actividades crediticias. El símbolo de esta prosperidad queda patente en la acuñación, a mediados de la primera centuria citada, de una moneda propia; se trataba del florín, que primero fue de plata y más tarde de oro. Llegó a ser tan valorada en Occidente que Pedro IV de Aragón decidió utilizarla como moneda oficial en sus territorios a partir de 1346.
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