Siglo XXI / Serie Historia de la sexualidad
Michel Foucault
Historia de la sexualidad IV
Las confesiones de la carne
Edición establecida por: Frédéric Gros
Edición y presentación: Edgardo Castro
Traducción: Horacio Pons
Con la obra de Michel Foucault la filosofía cambió de rumbo. Para Foucault la filosofía tiene que mancharse las manos, excavar hacia el subsuelo, tiene que ser una arqueología capaz de historizar y diagnosticar el presente en que vivimos. Para alcanzar su objetivo, esta arqueología del saber huirá de universales, claves de inteligibilidad o nociones previas y analizará prácticas y discursos que constituyen el fundamento de los regímenes de poder que nos oprimen.
La Historia de la sexualidad se centra en las condiciones bajo las que se formaron los saberes, los sistemas de poder y los sujetos de la sexualidad. En Las confesiones de la carne, cuarto tomo –escrito póstumo e inédito en España hasta hoy–, Foucault dedica su atención a la doctrina de los padres fundadores de la Iglesia y a su reemplazo del placer afrodisíaco por el concepto de la carne.
Foucault nos descubrió que la sexualidad ajena a lo normal no debe ser una justificación de la marginación social o la exclusión política, sino que puede y debe ser una de las principales barricadas desde la que iniciar una rebelión genuinamente emancipadora.
Michel Foucault (Poitiers, 1926-París, 1984) fue una de las figuras más destacadas del pensamiento del siglo XX. Filósofo, historiador y psicólogo, admitía, sin embargo, como única denominación la de arqueólogo, en su empeño por explicar la cultura desde lo más profundo. Su vida académica e intelectual estuvo asociada a un permanente compromiso frente a las exclusiones y discriminaciones de la sociedad que le tocó vivir (presos, enfermos mentales, homosexuales, inmigrantes...). Se formó inicialmente en las fuentes marxistas y fenomenológicas, y posteriormente se acercó a Nietzsche, Bachelard, Bataille o Sade. En 1946 ingresa en l’École Normale Supérieure de París. Obtiene su licenciatura en Filosofía en 1948. En 1949 Foucault obtiene el diploma en Estudios Superiores de Filosofía y termina la carrera de Psicología; más tarde impartiría esta disciplina en la l’École Normale Supérieure. Entre los años 1955 y 1958 enseñó en la Universidad de Upsala. En 1966 se traslada a Túnez, desde donde volverá a París atraído por el movimiento de Mayo del 68. En 1970 fue elegido para ocupar la cátedra de Historia de los sistemas de pensamiento en el Collège de France. En 1971 participó en la formación del Groupe d’information sur les prisons. Murió de sida el 25 de junio de 1984.
Frédéric Gros, profesor de Filosofía en la Universidad de París-XII y de Pensamiento político en el Instituto de Estudios Políticos, es el editor del presente volumen y de las lecciones que Michel Foucault impartió en el Collège de France.
Diseño de portada
RAG
Motivo de cubierta
Egon Schiele, Lesbisches Liebespaar, 1914
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Título original
Histoire de la sexualité. 4. Les aveux de la chair
© Éditions Gallimard, 2018
© Siglo XXI de España Editores, S. A., 2019
para España
Sector Foresta, 1
28760 Tres Cantos
Madrid - España
Tel.: 918 061 996
Fax: 918 044 028
www.sigloxxieditores.com
ISBN: 978-84-323-1956-3
Presentación
El hombre como sujeto de deseo y animal de confesión
Edgardo Castro
1. Luego de haber permanecido inédito durante treinta y cuatro años, en febrero de 2018 se publica finalmente el cuarto volumen de la Historia de la sexualidad. Las confesiones de la carne. Se completa, de este modo, un proyecto en el que el autor se había interesado desde mucho antes de la aparición del primer volumen de la serie en 1976, La voluntad de saber, y que fue reformulando hasta el momento de su muerte. Durante esos años, Foucault dejó de lado, entre otros, el volumen que, según la primera versión del plan, se hubiese ocupado de la población y de las razas, es decir, de la biopolítica, e incorporó dos originalmente no previstos, dedicados a los griegos y a los latinos, El uso de los placeres y La inquietud de sí. La problemática de la carne, en cambio, ya se encontraba presente en su primera formulación y cierra ahora la versión final del proyecto.
Carne es el nombre de la experiencia cristiana de las relaciones entre el cuerpo, el deseo, la concupiscencia y la libido, de «la sexualidad atrapada en la subjetividad».
Así entendida, la experiencia de la carne se ubica entre la de los aphrodisia del mundo grecolatino y la moderna de la sexualidad. Aphrodisia, carne, sexualidad constituyen, en este orden, el eje cronológico de la Historia de la sexualidad, aunque no se corresponda con el ordenamiento de la serie, que, en su versión editorial, salta directamente de una arqueología del psicoanálisis (siglos XIX-XX), en el primer volumen, a la ética de los antiguos, en los dos siguientes (siglos V-IV), para retomar el hilo de la historia con este cuarto tomo dedicado a los autores cristianos.
La tarea que Foucault afronta en este volumen es describir la constitución de la experiencia cristiana de la carne, del siglo II al siglo V de nuestra era, de la matrimonialización del deseo a la libidinización del sexo, de Clemente de Alejandría a Agustín de Hipona, pasando, entre otros, por Tertuliano, Casiano, Juan Crisóstomo y Metodio de Olimpo.
Sobre los aphrodisia, aspecto sobre el cual Foucault insiste repetidas veces, la experiencia de la carne aparece como una reelaboración hecha de continuidades y rupturas. Continuidad, sobre todo, del código ético de la sexualidad (monogamia, desvalorización y condena de las relaciones homosexuales y de la prostitución, etc.), pero también de las prácticas (como el examen y la dirección de conciencia). Ruptura respecto de los modos de vinculación con este código: de la finalidad por la cual se lo acepta, de los elementos a los que se aplican sus preceptos, todo ese amplio dominio al que Foucault llama sustancia ética (los actos, los deseos, las intenciones, etc.). Ruptura, también, en cuanto al sentido y las formas de institucinalización de esas prácticas que provenían del mundo pagano.
Respecto de la sexualidad moderna, la experiencia de la carne no solo la prepara, sino que la hace posible, vinculando el deseo con la verdad y el derecho, mediante lazos que, para Foucault, «nuestra cultura tensó, en lugar de desanudar». Para nuestro autor, en efecto, la experiencia cristiana de la carne continua definiendo, en gran medida, el horizonte en el que se dibujan nuestras figuras no solo de la sexualidad, sino de la subjetividad en general y sus relaciones con los otros. En el centro de esta configuración, el deseo y el sujeto siguen vinculados a través de esa tarea, repetida y quizá sin término, de una hermenéutica de sí mismo.
2. Más allá de las articulaciones posibles entre sus diferentes momentos (los aphrodisia de los antiguos, la carne de los cristianos y la sexualidad de los modernos) y del juego de continuidades y rupturas, no puede soslayarse, sin embargo, la frase del poeta René Char que aparece en la contratapa de la primera edición francesa de los últimos tres volúmenes de la serie, y que esclarece el sentido del entero proyecto foucaultiano: «La historia de los hombres es la larga sucesión de un mismo vocablo. Contradecir esto es un deber». Por ello, aunque a veces, proyectando hacia el pasado las categorías que nos son propias, hablemos de «sexualidad» para referirnos a estas tres experiencias, aphrodisia, carne y sexualidad no son términos que signifiquen o remitan a lo mismo. El proyecto foucaultiano no es, por ello, el de una antropología, sino, en su sentido más pleno, el de una historia, donde confluyen, con sus métodos y resultados, la arqueología y la genealogía.
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