• Quejarse

Fernando Martínez Laínez - Tercios de España

Aquí puedes leer online Fernando Martínez Laínez - Tercios de España texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2017, Editor: EDAF, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Fernando Martínez Laínez Tercios de España

Tercios de España: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Tercios de España" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Fernando Martínez Laínez: otros libros del autor


¿Quién escribió Tercios de España? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Tercios de España — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Tercios de España " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Tercios de España

LA INFANTERÍA LEGENDARIA

CLÍO
CRÓNICAS DE LA HISTORIA

FERNANDO MARTÍNEZ LAÍNEZ
Y
JOSÉ MARÍA SÁNCHEZ DE TOCA

Tercios de España

LA INFANTERÍA LEGENDARIA

Tercios de España - image 1
www.edaf.net
MADRID - MÉXICO - BUENOS AIRES - SAN JUAN -SANTIAGO
2013

ISBN de su edición en papel: 978-84-414-1847-9

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal)

© 2006. Fernando Martínez Laínez y José María Sánchez de Toca

© 2017. Editorial EDAF, S.L.U., Jorge Juan 68. 28009 Madrid (España) www.edaf.net

Diseño de cubierta: Ricardo Sánchez

Primera edición en libro electrónico (epub): julio 2017

ISBN: 978-84-414-3148-5 (epub)

Conversión a libro electrónico: Midac Digital

1. ¿Qué eran los tercios?

P ara los europeos de su tiempo no hubo sombra de duda: durante casi ciento cincuenta años, entre 1534 y finales del siglo XVII, los tercios españoles fueron las mejores unidades militares del mundo. Tres siglos después de su desaparición, todavía se comparan los tercios de infantería española a las legiones romanas y las falanges macedónicas.

Los tercios fueron las grandes unidades de infantería, generalmente española, de los ejércitos del Rey Católico. Eran solo un porcentaje pequeño de los ejércitos multinacionales de los Austrias, pero eran su núcleo duro, la herramienta decisiva que forjaba la victoria o conjuraba las amenazas.

¿Qué fueron los tercios? ¿Cómo nacieron, en qué consistían, cómo vivían y morían las unidades de infantería más grandes y más famosas que tuvieron los ejércitos del Rey Católico?

El Rey Católico

El emperador Carlos V (que en España era el rey Carlos I), heredó, junto con una fantástica colección de estados, el título de «Rey Católico» que el papa Alejandro VI concedió a sus abuelos Fernando e Isabel. No era un título meramente honorífico; a los demás reyes les suscitaba recelo y envidia porque el adjetivo «católico» no solo se refería a la firmeza de la fe de los monarcas de España; la palabra «católico» significa «universal», y eso escocía. «No cabe duda —informaba Richelieu a su rey Luis XIII de Francia— de que los españoles aspiran al dominio universal, y que los únicos obstáculos que han encontrado hasta ahora son la distancia entre sus dominios y su escasez de gente.»

El Rey Católico, que era el nombre técnico que se le daba en las cancillerías extranjeras, no solo era rey de España sino que era soberano además de otros reinos, ducados y señoríos. Hoy llamamos, para abreviar, Imperio Español o «dominios del rey de España» a lo que realmente era la reunión de muchas coronas, de muchos estados que no todos eran españoles, ni mucho menos, en una sola persona.

Pero fuera de España, los otros súbditos del Rey Católico lo que veían eran muchos soldados y gobernadores españoles, seguramente con más frecuencia de la que quisieran. Si Carlos V había sido un europeo de raíces múltiples, un flamenco que se sentía alemán, su hijo Felipe II ya había nacido en la Península, y se sentía medio español y medio portugués. Los sucesores ya solo pensaban, sentían y actuaban como españoles; y los españoles estaban convencidos de que los dominios de su rey eran suyos. Muy pronto, dentro y fuera de España, todos se acostumbraron a hablar del «rey de España», y a llamar a los dominios del Rey Católico, dominios españoles.

Así pues, se daba la paradoja de que se hablara de Países Bajos españoles, que a un cardenal de Nápoles lo llamaran español, o que los españoles consideraran suyas las glorias del marqués del Vasto (que era napolitano), Pescara y Colonna (que eran romanos), Doria y Spínola (que eran genoveses), Alejandro Farnesio (que era de Parma), o el cardenal Granvela, que era belga, o que consideraran españoles a san Luis Gonzaga y san Francisco de Paula, ambos italianos.

Felipe el Hermoso Carlos V y Felipe II los tres Austrias que rigieron casi - photo 2

Felipe el Hermoso, Carlos V y Felipe II, los tres Austrias que rigieron casi todo el siglo XVI español.

El ejército del Rey

En España, al contrario que en el resto de Europa, durante la Edad Media la guerra no había sido el deporte violento de los señores feudales forrados de acero, una especie de rugby brutal para esparcimiento de la clase alta. En España la guerra había sido una cuestión de supervivencia porque durante ocho siglos el pueblo español combatió en la Reconquista, y esta brega involucró a todos los peninsulares. En España la guerra fue asunto de todos y todos iban a la guerra: el rey, las órdenes militares, los señores con sus mesnadas señoriales y, sobre todo, y ahí estaba la diferencia, las milicias de los concejos populares, es decir, los pequeños ejércitos municipales.

Al finalizar la Reconquista, el horizonte bélico cambió, y por primera vez en muchos siglos la amenaza vino del norte. En 1495, los Reyes Católicos dictaron una ordenanza que puso a sus órdenes a todas las fuerzas militares presentes o futuras, fueran de quien fuesen: reales, señoriales o municipales. Solamente el rey podía nombrar capitanes; todos los pueblos tenían que tener preparado uno de cada doce hombres hábiles por si el rey lo llamaba a la guerra (desde luego, pagándole). De acuerdo con aquella ordenanza, y su sucesora inmediata, la ordenanza de 1503, los Reyes Católicos, el cardenal Cisneros y después Carlos I formaron ejércitos que defendieron Cataluña y Navarra de los franceses, mantuvieron el reino de Nápoles dentro de la corona de Aragón, y conquistaron plazas en el norte de África.

Carlos V heredero de un gran imperio que hacía necesario disponer de una fuerza - photo 3

Carlos V heredero de un gran imperio que hacía necesario disponer de una fuerza de intervención estable, origen de los tercios.

Ejército multinacional a la medida de las necesidades

La ordenanza de 1495, que fue la primera de una larga serie que ha llegado hasta nuestros días, establecía el procedimiento de reclutar y pagar a una serie de capitanías (compañías) por tanto tiempo como el rey las necesitara. En el conflicto con Francia por la hegemonía en Italia, que era lo que realmente se ventilaba, la corona tuvo que mantener fuerzas permanentes para proteger Milán, Nápoles y Sicilia. A medida que las guerras eran cada vez más frecuentes y prolongadas, estas fuerzas se hicieron permanentes y el ejército se fue institucionalizando en un proceso que duró siglos, pero hasta 1534 el ejército todavía no era una institución.

Carlos V, emperador del Sacro Imperio y Rey Católico, mantenía, donde los necesitaba, una multitud de cuerpos militares de diverso tamaño, origen y especialidad, en cuyos campamentos se hablaban hasta trece lenguas distintas. Los contingentes más numerosos eran, por este orden, alemanes, valones, italianos, españoles y borgoñones, a los que con el tiempo se añadirían irlandeses, ingleses, escoceses, croatas, que entonces se llamaban uscoques, y albaneses. El ejército se componía en sus cuatro quintas partes de infantería de diversas naciones. Algo menos de un quinto eran tropas a caballo, entre las que había que distinguir los jinetes (a la española, sin armadura) y los caballeros armados de coraza o caballos corazas. Unos centenares de artilleros se ocupaban de los cañones. Estos cuerpos militares podían haber sido contratados directamente por el Rey, o por los diversos estados o ciudades de los que era soberano, o bien los suministraba algún asentista, un mercader que suministraba compañías militares como quien suministra uniformes o cañones. En estos ejércitos multinacionales la infantería española de los tercios sumaba en torno a ocho mil hombres como máximo.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Tercios de España»

Mira libros similares a Tercios de España. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Fernando Díaz Martínez - Polo Montañez
Polo Montañez
Fernando Díaz Martínez
Julio Albi de la Cuesta - De Pavía a Rocroi
De Pavía a Rocroi
Julio Albi de la Cuesta
Fernando Martínez Laínez - Banderas lejanas
Banderas lejanas
Fernando Martínez Laínez
Fernando Martínez Laínez - Sin piedad
Sin piedad
Fernando Martínez Laínez
Fernando Martínez Laínez - El náufrago de la Gran Armada
El náufrago de la Gran Armada
Fernando Martínez Laínez
Fernando Díaz-Plaja - Otra Historia de España
Otra Historia de España
Fernando Díaz-Plaja
Fernando de Orbaneja - España, historia de un fracaso
España, historia de un fracaso
Fernando de Orbaneja
José Javier Esparza - Tercios
Tercios
José Javier Esparza
Reseñas sobre «Tercios de España»

Discusión, reseñas del libro Tercios de España y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.