Apartado I. Semiótica teórica. Fundamentos lógico-conceptuales
Apartado II. Aplicaciones metodológicas y prácticas analíticas
Apartado III. Procesos semióticos y configuraciones del conocimiento
Introducción
Hacia una justificación de la semiótica en las Ciencias Sociales
L a presente compilación de artículos es resultado del trabajo en colaboración realizado en el seminario institucional intitulado “Sociosemiótica y Cultura: Principios de Semiótica y Modelos de Análisis”, que durante 2016 se desarrolló en las instalaciones del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México ( iis-unam ). En dicho espacio de intercambio académico se dieron cita diferentes investigadores que —desde sus particulares enfoques— contribuyeron a adoptar una visión holística acerca de los temas y problemas semióticos implicados en la investigación científica.
En principio, el objetivo del seminario fue la divulgación; a saber: dar a conocer la vinculación tanto teórico-empírica como teórico-metodológica de las categorías semióticas en la construcción de explicaciones científicas sobre fenómenos sociales y procesos de conocimiento en la ciencia. Para ello, el programa de presentaciones abordó diferentes ámbitos de conocimiento, tanto de las ciencias naturales: física, biología, matemáticas, lógica, como de las ciencias sociales: sociología, antropología, comunicación, al igual que estudios concretos desde las humanidades: filosofía y arte.
En este sentido, acercarse a los estudios de semiótica desde diferentes disciplinas científicas (en términos generales, no sólo en ciencias sociales), obligó a reconocer el valor epistemológico de la explicación semiótica. Dicho valor consiste en aceptar que el conocimiento científico se constituye a partir de procesos de significación, donde intervienen relaciones sígnicas en el nivel lingüístico (términos, conceptos, categorías); en el nivel icónico-visual (esquemas, imágenes, diagramas), icónico-lógico (fórmulas, operaciones), entre otros; y que —en conjunto— dichas relaciones de significación dan como resultado “ensamblajes sígnicos”. Es decir (a la manera de Javier Echeverría, 1985: 71 y ss.), sistemas de signos que construyen modelos explicativos, cuya validez y sentido están determinados por la coherencia/consistencia interna de dichos sistemas.
Ello nos obliga a delimitar una noción de fenómeno social que, desde una perspectiva semiótica, nos permita justificar la pertinencia de este ámbito en la conformación de la investigación científica en general, pero atendiendo a las especificidades de las ciencias sociales. Para tal efecto, en las líneas subsecuentes se abordarán algunos de los tópicos primordiales mediante los cuales el semiota español Juan Ángel Magariños de Morentin (1996: 250 y ss.), plantea una defensa acerca de los estudios semióticos en las ciencias sociales.
En términos generales, dicha defensa nos permitirá justificar la estructura temática de la presente compilación, en la cual no sólo se encuentran textos especializados que aplican la teoría semiótica a objetos concretos, sino que además se incluyen textos que ponen de manifiesto procesos semióticos implicados tanto en la construcción de representaciones científicas como en las metodologías del estudio de los fenómenos sociales.
En principio, podemos aceptar una premisa fundamental: un fenómeno es —desde la tradición moderna— una representación que da principio al proceso de conocimiento. En la semiótica de Charles Sanders Peirce (1992), una representación es una premisa de razonamiento que surge de un juicio de percepción: de un juicio producido por la experiencia. En tal contexto epistemológico, para Magariños un fenómeno es una configuración, resultado de la aplicación de las operaciones representar e interpretar (facultad de semiosis); de donde se sigue que el fenómeno es una construcción sígnica, o bien un texto semiótico, ambos producidos por el ejercicio cognitivo de los sujetos que constituyen una comunidad.
Dicha premisa nos permite establecer un punto de anclaje respecto de la pertinencia de la epistemología semiótica en las ciencias sociales. Así pues, tomar esta premisa como fundamento de las ciencias sociales nos lleva a plantear una posición concreta en relación con el escepticismo —por efecto de la “falacia referencial” y la “falacia circular” — que acosa el conocimiento científico; a saber: esta postura semiótica (cercana a un nominalismo moderado) elimina la posibilidad de interpretación natural o primera del fenómeno.
De acuerdo con lo anterior, puede afirmarse que un fenómeno es necesariamente social, en cuanto está interpretado como configuración sígnica derivada de los códigos, creencias, mentalidades, teorías… que constituyen el núcleo de conocimientos de una sociedad. De ahí que —para Magariños— la cualidad de “social”, no deviene del ámbito de emergencia del fenómeno (como objeto de estudio de ciencias sociales o naturales), sino de la operación semiótica que lo genera.
En tal sentido, se denomina “social” a “la representación/interpretación, actual o histórica, vigente en determinada comunidad, de algún fenómeno, incluyendo tanto los denominados ‘culturales’ como los denominados ‘naturales’” (Magariños, 1996: 250 y ss.).
La representación e interpretación de un fenómeno desde los códigos y conocimientos que constituyen una sociedad, condiciona un modo de aparecer (el fenómeno tiene una forma, desde una determinada teoría, creencia, sistema de lenguaje…); y la corroboración empírica de dicho modo constituye su apariencia: su existencia observable al interior de una sociedad. Por ello —desde esta perspectiva—, las ciencias sociales tienen como objetivo dar cuenta de los diferentes modos de representar e interpretar un fenómeno al interior de una sociedad.
Por tanto, la peculiaridad del objeto de estudio en las ciencias sociales radica en el modo como una sociedad representa/interpreta los fenómenos que busca comprender. De ahí que el objeto de estudio de las ciencias sociales (por oposición a las ciencias naturales) son los “discursos sociales”:
[…] el conjunto existencial de las construcciones (textuales, sígnicas) que circulan en una sociedad, con eficacia para la efectiva producción y/o reproducción de representaciones perceptuales y de interpretaciones conceptuales o valorativas (Magariños, 1996: 252).
Lo último nos permite entrever el vínculo ciencias sociales-estudios en semiótica; podemos afirmar desde una postura lógico-pragmática que en tanto el conocimiento se constituye discursivamente (como comportamiento semiótico que se materializa en textos visuales, simbólicos, verbales, musicales…), la semiótica proporciona los instrumentos teórico-metodológicos que permiten estudiar el universo discursivo mediante el cual se constituye la realidad social, en la cual se configuran los modos de aparecer de los fenómenos sociales que son epistemológicamente relevantes para una comunidad.